🛑 Nombre preciso de este tipo de acción:
✅ Migración instrumentalizada como arma (Weaponized Migration)
Pero cuando hablamos solo del caso Marruecos–España, existe una denominación aún más precisa utilizada por analistas militares y centros de estudios estratégicos:
✅ “Coerción demográfica fronteriza”
o en inglés: Border demographic coercion
Es una forma de guerra híbrida estatal donde Marruecos usa el control de los flujos migratorios (personas reales, no soldados) para presionar políticamente a España y a la Unión Europea.
¿Por qué se considera guerra híbrida?
Porque Marruecos:
- No usa fuerza militar, pero usa un recurso estratégico: la frontera y el flujo migratorio.
- El objetivo no es humanitario, sino político o económico.
- Genera impacto estratégico en España:
- saturación de servicios sociales y policiales,
- crisis mediática,
- desgaste del Gobierno.
🔍 Es un ataque a la estabilidad interna del país receptor, sin disparar un arma.
📌 Ejemplo concreto: crisis de Ceuta, mayo 2021
- Marruecos retiró controles fronterizos deliberadamente.
- Más de 10.000 personas (incluidos menores) cruzaron en menos de 48 h.
- Fue una reacción política porque España permitió la atención médica del líder saharaui Brahim Ghali.
- Objetivo de Marruecos: presionar a España usando a los migrantes como herramienta de negociación.
Fuente doctrinal: Kelly Greenhill, Weapons of Mass Migration (MIT Press).
🎯 Qué busca Marruecos con esta herramienta
- Reconocimiento internacional del Sáhara Occidental como territorio marroquí.
- Más financiación y beneficios económicos de la UE.
- Presión diplomática sobre España usando la frontera como palanca.
- Mostrar control: “Cuando quiero, cierro. Cuando quiero, abro.”
🧠 En resumen (frase para artículo o presentación):
“Marruecos emplea una estrategia de coerción demográfica fronteriza, utilizando la migración como arma dentro de una guerra híbrida para obtener concesiones políticas de España.”
🛡️ Por qué es extremadamente eficaz
- España no puede responder militarmente a una avalancha de menores.
- Medios y ONGs cargan la responsabilidad sobre el país receptor.
- Marruecos controla el interruptor: hoy lo abre, mañana lo cierra.
Es guerra sin guerra.

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