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Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en el blog EMS Solutions International está editada y elaborada por profesionales de la salud. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario. by Dr. Ramon REYES, MD

Dr. Ramon A. Reyes, MD

Dr. Ramon A. Reyes, MD
Responsable del Blog

lunes, 21 de marzo de 2016

CDC Guideline for Prescribing Opioids for Chronic Pain — United States, 2016

CDC Guideline for Prescribing Opioids for Chronic Pain — United States, 2016


"Prescription opioids sales in the United States have increased by 300% since 1999, but has not been an overall change in the amount of pain Americans report" According to the U.S. Centers for Disease Control and Prevention (CDC)

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domingo, 13 de marzo de 2016

4 señales de un ataque al corazón inminente

4 señales de un ataque al corazón inminente

Las 4 señales que te avisan de que estás a punto de sufrir un ataque al corazón

12/03/2014 (06:00)
Las enfermedades cardiovasculares causan el 31,2% de las muertes en España, y entre estas, la mitad son provocadas por el infarto de miocardio: la principal causa de muertes entre hombres y mujeres en todo el mundo, según la Fundación Española del Corazón.
Los ataques del corazón se producen cuando se obstruyen las arterias coronarias, lo que provoca un riego sanguíneo insuficiente y, en pocos minutos, puede causar una muerte súbita cardiaca. No obstante los paros cardiacos pueden revertirse, sobre todo si logramos verlos venir.Aproximadamente la mitad de los pacientes con infarto presentan síntomas de advertencia antes del incidente. Estos síntomas se suceden de manera gradual, en el transcurso de varios minutos, y detectar cualquier de ellos a tiempo es esencial para evitar que el infarto provoque un daño irreparable.
Los primeros minutos a partir del momento en que se suceden los síntomas son vitales: el 75% de las muertes se producen en la primera hora desde el instante en que nos damos cuenta de que algo no marcha bien. La buena noticia es que, si actuamos rápido y llegamos al hospital a tiempo, la probabilidad de sobrevivir es del 95%.
Estas son las principales señales que pueden indicar la presencia de un ataque al corazón:
1. Fatiga y dificultades respiratorias
La disnea, o dificultad para respirar, aparece antes de numerosos infartos, particularmente entre las mujeres, y puede comenzar meses antes de que suframos un ataque al corazón. Normalmente está acompañada de una gran fatiga. Se trata de unos síntomas difíciles de asociar a un paro cardiaco, pero si nos encontramos exhaustos sin una causa aparente lo más inteligente es que acudamos prestos al servicio de urgencias.
2. Sudoración excesiva
Sudar más de lo habitual, aunque no estemos haciendo ejercicio, puede ser una señal de que nuestro corazón tiene un problema. El bombeo de sangre a través de arterias obstruidas requiere que nuestro corazón haga un esfuerzo mayor al habitual, la temperatura corporal aumenta debido a este esfuerzo y nuestro cuerpo suda para tratar de mantenerla a raya. Estos síntomas pueden aparecer días antes de un infarto: si notamos sudores fríos que no tienen una causa aparente, y la piel fría y húmeda, debemos ir al médico sin prensárnoslo dos veces.
3. Indigestión, nauseas y vómitos
En ocasiones los paros cardiacos vienen precedidos por problemas digestivos, que incluyen nauseas y vómitos. Estos son los síntomas más difíciles de asociar con un paro cardiaco, y lo más habitual es que no tengan nada que ver con éste, pero si tenemos un estómago de hierro y no hemos comido nada fuera de lo habitual, una indigestión repentina puede indicar que algo no va bien en nuestro corazón, y haríamos bien en acudir al médico.
4. Dolor en el pecho
Aunque no todos los infartos están precedidos de dolor en el pecho, este es el síntoma más frecuente y más fácilmente reconocible. El dolor torácico es, por lo general, prolongado –dura en torno a 15 minutos– y se percibe como una presión intensa en el pecho, que puede extenderse hasta la espalda, los brazos y los hombros, sobre todo en el lado izquierdo (zonas que pueden llegar a dolernos más que el propio pecho). El dolor puede no ser continuado: en numerosas ocasiones viene y va, pero el infarto llegará tarde o temprano. Tampoco todos los infartos están precedidos por un dolor de pecho de igual intensidad: puede dolernos poco y que, aún así, el paro cardiaco sea inminente. Ante este síntoma debemos avisar inmediatamente al servicio de urgencias.
No debemos preocuparnos ante una falsa alarma
Si notamos alguno de estos síntomas lo más inteligente es acudir de inmediato al servicio de urgencias y, en el caso del dolor en el pecho, llamar enseguida al 112. No siempre estos síntomas indican que vayamos a sufrir un ataque al corazón, pero es mejor prevenir que curar. Muchas personas no actúan con suficiente rapidez, porque el dolor no es demasiado intenso o porque no reconocen los síntomas, y sólo se dan cuenta de que algo grave ha ocurrido cuando están tendidos en el suelo.
Como reconoció nuestro más prestigioso cardiólogo, el doctor Valentí Fuster, en una de sus conferencias, “lo que de verdad resulta frustrante no es la gente que acude a Urgencias y no tiene un infarto, sino la gente que tiene el infarto y no viene, sabiendo que el 95% de las personas que mueren así las hubiéramos podido salvar. Y es algo que pasa cada día”.
Por desgracia, en torno a un cuarto de los infartos son silentes: aparecen sin dolor de pecho y ningún otro síntoma. Pero el resto, pueden evitarse si estamos atentos y aconsejamos como es debido a nuestros allegados.

viernes, 11 de marzo de 2016

Síndrome de la cola de caballo o cauda equina

Síndrome de la cola de caballo o cauda equina

Síndrome de la cola de caballo o cauda equina

El dolor de espalda es una queja común, pero cuando ocurre de repente y también incluye entumecimiento repentino en el área genital, dificultad para orinar, y debilidad en las piernas – se trata de una emergencia médica. El síndrome de la cola de caballo o cauda equina es causado a menudo por una gran hernia discal en la región lumbar, que comprime las raíces nerviosas en el extremo de la médula espinal. Estos nervios envían mensajes desde y hacia la vejiga, los intestinos y las piernas. Si ellos siguen exprimidos por mucho tiempo, se puede producir un daño irreversible. La cirugía inmediata para aliviar la presión puede prevenir un daño permanente y restaurar la vejiga y la función intestinal.



¿Qué es el síndrome de la cola de caballo o cauda equina?

El síndrome de cauda equina es una enfermedad poco frecuente, pero tiene consecuencias graves si no se trata rápidamente. Con mayor frecuencia se debe a una gran hernia discal en la región lumbar, que comprime las raíces nerviosas en el extremo de la médula espinal (figura 1). Estas raíces nerviosas se agrupan y se asemejan a la cola de un caballo. Esta es la forma en que recibe su nombre. Cauda equina significa “cola de caballo” en latín.

A diferencia de la mayoría de los problemas de espalda que son de larga data o crónica, la cola de caballo es un evento agudo, como un derrame cerebral o un ataque al corazón. Con mayor frecuencia se desarrolla rápidamente, dentro de tan sólo 6 a 10 horas. Los síntomas clásicos son dolor de espalda, junto con la aparición repentina de entumecimiento en el área genital y retención urinaria repentina, son signos de una emergencia médica. Aliviar la compresión de manera rápida puede determinar si el paciente reanuda una vida normal o vive con la incontinencia y parálisis de las piernas.

Con menos frecuencia, en personas con problemas de espalda recurrentes, la cola de caballo puede aparecer de manera gradual, con una progresión lenta de los síntomas urinarios. Debido a que el síndrome de la cola de caballo es un trastorno de los nervios que controlan la vejiga, los síntomas pueden ser similares a los causados por problemas de la vejiga o de la próstata.

Síndrome de la cola de caballo síntomas

Los síntomas de la compresión de la cola de caballo incluyen problemas con la vejiga, el intestino o la función sexual, dificultad para orinar (retención) o problemas para contenerlos (incontinencia). La mayoría de las personas tienen dolor agudo en la espalda baja y los glúteos, así como entumecimiento y hormigueo en la “zona de la silla de montar” (las zonas rectal y genital y los muslos internos). El dolor puede viajar en la parte posterior del muslo, más allá de la rodilla, la pantorrilla y el pie (ciática). Un individuo puede experimentar debilidad o parálisis en la pierna o el pie, especialmente al levantarse de una silla. Debilidad en las piernas y pérdida extrema de la vejiga o la función intestinal son signos de una emergencia; si esto ha ocurrido, busca ayuda médica de inmediato.


Síndrome de la cola de caballo o cauda equina
Síndrome de la cola de caballo o cauda equina


¿Cuáles son las causas?

Una hernia de disco puede causar el síndrome de cauda equina. Durante una hernia, el centro gelatinoso de un disco espinal puede sobresalir o romperse a través de un área débil en la pared del disco y comprimir los nervios. En la mayoría de los casos, la hernia de disco se produce en los discos L4-5 o L5-S1 en la columna lumbar. Una lesión deportiva, una caída o un accidente de coche pueden fracturar la columna vertebral o desgarrar un músculo y dañar los nervios. Otras causas incluyen el estrechamiento del canal espinal (estenosis), un tumor, una infección o una hemorragia.

¿Cómo se hace el diagnóstico?

Un examen médico cuidadoso puede confirmar o descartar un diagnóstico de sospecha de la cola de caballo. La evaluación incluye una historia clínica y examen físico. Una pérdida de la sensibilidad en la zona anal es una conclusión clara. Un paciente que se queja de debilidad severa en las piernas, entumecimiento en el área genital, o pérdida de la función de la vejiga o el intestino se someterá a una resonancia magnética para revelar el grado en que la hernia está comprimiendo los nervios espinales. El médico también puede ordenar una tomografía computarizada o una mielografía.



Tratamiento quirurgico sindrome de la cola de caballo

Para un paciente con síndrome de cauda equina aguda, la cirugía con probabilidad una necesidad urgente. El objetivo es aliviar la presión sobre los nervios espinales para restablecer la función muscular y la sensación de la vejiga, los intestinos y las piernas. Dependiendo de la causa, una de las siguientes cirugías se puede realizar:

Discectomía: para una hernia de disco elimina la porción del disco que está comprimiendo los nervios. El cirujano hace una pequeña incisión en el centro de la espalda. Los músculos de la columna vertebral se mueven a un lado para dejar al descubierto la vértebra ósea. Una ventana del hueso se retira para exponer la raíz del nervio y el disco. La porción del disco roto que comprime los nervios espinales se retira cuidadosamente.
Descompresión espinal para la estenosis: elimina los espolones óseos y ligamentos que comprimen los nervios. Una pequeña incisión en la parte posterior. El cirujano extirpa el hueso que forma el techo del canal espinal. A continuación, se extraen tejidos suaves y hueso para crear más espacio para los nervios. Los tumores y otras lesiones también pueden ser quitados.
Los ensayos clínicos

Los ensayos clínicos son estudios de investigación en el que los nuevos tratamientos – drogas, diagnósticos, procedimientos y otras terapias se ponen a prueba en las personas para ver si son seguros y efectivos. La investigación siempre se lleva a cabo para mejorar el estándar de atención médica. La información sobre ensayos clínicos actuales, incluyendo la elegibilidad, protocolo y lugares, se encuentran en la web. Los estudios pueden ser patrocinados por los Institutos Nacionales de Salud, así como la industria privada y las compañías farmacéuticas.

Sindrome de cola de caballo secuelas y postoperatorio

Algunas funciones de la vejiga y el intestino son automáticos, pero aquellos bajo control voluntario se pueden perder si tienes el síndrome de cauda equina. Esto significa que puedes no saber cuando tienes necesidad de orinar o defecar, o es posible que tengas dificultades para hacerlo.

La recuperación del síndrome de la cola de caballo depende de la gravedad de los síntomas y la duración de los nervios comprimidos antes de que la cirugía se realizara. La posibilidad de recuperación completa para aquellos que tienen retención urinaria es menor [1,2]:

De los que han experimentado entumecimiento y hormigueo en la zona genital (CES incompleta), el 90% recuperó la vejiga normal, el intestino y la función sexual.

De las personas que sufren de retención de la vejiga (CES completa), el 20% puede tener incontinencia permanente y pérdida de la sensibilidad en el área pélvica.

Los problemas residuales después de la cirugía puede tomar algunos meses para resolverse. Pueden ser necesarios métodos de rehabilitación, como el re-entrenamiento de la vejiga.

Las personas que sufren lesiones permanentes se enfrentarán a retos en sus vidas diarias. Los fisioterapeutas pueden ayudar a aprender importantes habilidades de cuidado personal, incluyendo la auto-cateterización, manejo del estrés y técnicas de relajación. La asistencia adicional puede ser proporcionada por un trabajador social, un grupo de apoyo, un terapeuta sexual o un psiquiatra (para la depresión).

En raras ocasiones, se puede producir la parálisis de las piernas.


Fuente: Columnavertebral.net