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Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en el blog EMS Solutions International está editada y elaborada por profesionales de la salud. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario. by Dr. Ramon REYES, MD

Niveles de Alerta Antiterrorista en España. Nivel Actual 4 de 5.

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Fuente Ministerio de Interior de España

sábado, 15 de marzo de 2025

Técnicas fraudulentas utilizadas para vender pescado en mal estado como si fuera fresco by DrRamonReyesMD

 

infografía detallada sobre las diversas técnicas fraudulentas utilizadas para vender pescado en mal estado. La imagen incluye representaciones de manipulaciones como ojos de plástico, teñido de agallas, hielo químico, inyecciones en la carne, uso de preservantes, pegado de trozos de pescado, entre otras prácticas engañosas. 

Técnicas fraudulentas utilizadas para vender pescado en mal estado: Análisis científico y médico

El comercio de productos perecederos como el pescado está regulado por normativas sanitarias estrictas para garantizar la salud pública. Sin embargo, algunos comerciantes inescrupulosos recurren a tácticas fraudulentas para vender pescado viejo o en mal estado, poniendo en riesgo la salud de los consumidores. En este artículo detallaremos los métodos más utilizados para engañar a los compradores y cómo identificarlos.


1. Métodos de fraude más comunes en la venta de pescado en mal estado

A) Colocación de ojos de plástico o gelatina artificial

Descripción del engaño: Algunos vendedores retiran los ojos deteriorados del pescado y los sustituyen por ojos falsos de plástico o por una mezcla de gelatina y pigmentos artificiales para dar la apariencia de frescura.

Cómo detectarlo:

Los ojos reales tienen un leve movimiento si se presiona la cabeza del pescado, mientras que los artificiales permanecen rígidos.

Los ojos frescos tienen una superficie húmeda y reflectante; los falsos suelen tener un brillo exagerado o textura plástica.

Si el ojo se desprende con facilidad o parece pegado, es una señal de fraude.


B) Retoque de las agallas con sangre animal o colorantes

Descripción del engaño: Para ocultar la decoloración de las agallas en pescados viejos, algunos comerciantes las tiñen con sangre animal o colorantes sintéticos.

Cómo detectarlo:

Las agallas naturales tienen un rojo uniforme y aspecto húmedo, mientras que las teñidas pueden presentar un color excesivamente intenso o artificial.

Frotar las agallas con un pañuelo o papel absorbente puede revelar la presencia de colorantes.

En pescados frescos, las agallas deben estar húmedas y sin desprender residuos anormales.


C) Uso de hielo contaminado con químicos para disimular olores

Descripción del engaño: Se emplea hielo mezclado con productos químicos como formalina (formaldehído diluido) o peróxido de hidrógeno para retardar la descomposición y neutralizar olores desagradables.

Cómo detectarlo:

Un olor químico fuerte o inusual (similar a hospital o desinfectante) es un signo de contaminación.

Si el pescado no presenta el típico olor marino, sino un aroma demasiado neutro o químico, es sospechoso.

La carne de pescado tratada con formalina puede ser más firme de lo normal y tener una apariencia poco natural.


D) Aplicación de aceites o ceras para simular brillo en la piel

Descripción del engaño: Se cubre el pescado con aceites minerales o ceras para darle un aspecto brillante y húmedo, similar al de un pescado fresco.

Cómo detectarlo:

Si la piel parece demasiado resbaladiza o aceitosa sin una razón aparente, es sospechoso.

Frotar la piel con un papel absorbente puede revelar una sustancia oleosa artificial.

La piel de pescado fresco es húmeda pero no pegajosa ni grasosa.


E) Manipulación de la carne con químicos para darle firmeza

Descripción del engaño: Se inyectan sustancias como fosfatos o formalina para mantener la textura firme de la carne, retardando los signos de descomposición.

Cómo detectarlo:

Un pescado tratado con estos compuestos suele retener más agua de lo normal y puede liberar un líquido espumoso al ser cocinado.

La carne puede parecer anormalmente firme, incluso después de varios días de almacenamiento.

Si al presionar la carne con un dedo, esta no recupera su forma natural, es un signo de descomposición.


F) Uso de amoníaco para reducir el olor a descomposición

Descripción del engaño: Algunos vendedores lavan el pescado en una solución diluida de amoníaco para neutralizar el olor desagradable de la putrefacción.

Cómo detectarlo:

Un olor químico fuerte o un aroma a limpiadores industriales son señales de contaminación.

Si el pescado carece de su característico olor marino y huele extrañamente neutro o a productos de limpieza, puede haber sido tratado con amoníaco.


G) Reenvasado de pescado viejo con etiquetas falsas de frescura

Descripción del engaño: Se cambian las etiquetas con fechas de caducidad recientes para vender pescado que ya ha superado su tiempo óptimo de consumo.

Cómo detectarlo:

Revisar la integridad del empaque: si hay signos de manipulación en la etiqueta o inconsistencias en la impresión, es sospechoso.

Comparar la fecha de envasado con el estado físico del pescado (ojos, agallas, carne, olor).

Si el empaque contiene exceso de líquido, puede ser señal de descomposición.


H) Congelación y descongelación repetida para simular frescura

Descripción del engaño: Algunos comerciantes congelan pescado viejo y lo descongelan antes de venderlo como "fresco", repitiendo el proceso varias veces.

Cómo detectarlo:

La carne de un pescado que ha sido congelado y descongelado varias veces tiene una textura quebradiza y seca.

Puede presentar cristales de hielo en su interior o una apariencia acuosa.

Si la piel se siente inusualmente blanda o se desprende con facilidad, es probable que haya pasado por ciclos de congelación y descongelación.


2. Riesgos para la salud del consumo de pescado alterado


El consumo de pescado manipulado o en mal estado puede provocar intoxicaciones y enfermedades graves, entre ellas:

1. Intoxicación por formalina: Irritación gástrica, vómitos, diarrea, daño hepático y renal.


2. Toxicidad por amoníaco: Náuseas, dolor abdominal y problemas respiratorios.


3. Contaminación bacteriana (Salmonella, Vibrio spp.): Causa diarrea severa, fiebre y deshidratación.


4. Intoxicación por histamina: Provoca reacciones alérgicas graves, enrojecimiento, taquicardia y dificultad para respirar.


3. Cómo protegerse de estos fraudes

Para evitar ser víctima de estas prácticas fraudulentas, se recomienda:

Comprar en lugares de confianza, con certificaciones sanitarias verificadas.

Revisar las características del pescado (ojos, agallas, escamas, olor, textura).

Evitar productos con olores químicos o texturas inusuales.

Preferir pescados enteros en lugar de filetes, ya que los filetes permiten más manipulaciones fraudulentas.

Verificar la fecha de envasado y la integridad del empaque si se compra pescado envasado.

No comprar pescado expuesto a temperatura ambiente o en condiciones de refrigeración dudosas.


Conclusión

El fraude en la venta de pescado es una práctica peligrosa que puede comprometer la salud pública. Desde la colocación de ojos falsos hasta el uso de químicos nocivos, los comerciantes inescrupulosos emplean múltiples métodos para disfrazar la descomposición del pescado. Identificar estas manipulaciones es clave para evitar intoxicaciones alimentarias y garantizar el consumo de un producto seguro.

La educación del consumidor y la regulación estricta en los puntos de venta son esenciales para combatir estos fraudes y proteger la salud de la población.









Venecia es una ciudad hermosa y uno de los destinos turísticos más famosos del mundo, pero también es increíble por toda la ciencia que hay detrás de su construcción. ¡está flotando sobre un bosque sumergido!


La ciudad se sostiene sobre una compleja red de millones de pilares de madera que han resistido el paso del tiempo durante siglos. Los venecianos clavaron troncos de alerce y roble en el suelo fangoso de la laguna, creando una base firme para los edificios. Estos troncos  (sin contacto con el oxígeno) no se pudren, sino que se petrifican con el tiempo debido a la acumulación de minerales. Encima de esta base de madera se colocaron plataformas de piedra y ladrillo, sobre las cuales se construyeron los palacios e iglesias que hoy conforman la ciudad.


Por ejemplo, solo El Campanile de San Marcos se encuentra sobre 100.000 pilas, mientras que la majestuosa Basílica della Salute requirió más de un millón de troncos. Los antiguos constructores golpearon estos árboles en el fondo marino, creando un verdadero bosque sumergido.


¡Sin duda una maravilla arquitectónica y estructural!


📷: Créditos a su autor ©️

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