La imagen muestra una tabla comparativa titulada “Tasa de alcoholemia de bebidas más habituales”, con formato educativo y colores tipo semáforo (verde, amarillo y rojo) que indican el nivel estimado de alcoholemia alcanzado tras consumir distintas bebidas.
La tabla está organizada en seis filas principales correspondientes a tipos de bebida comunes: cerveza, vino/cava, vermut, licor, brandy y combinado.
Cada fila especifica:
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La cantidad ingerida (1, 2 o 3 vasos/tercios).
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El grado alcohólico (por ejemplo, cerveza 5°, vino 12°, vermut 17°, licor 23°, brandy 38°, combinado 38°).
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Los rangos de alcoholemia en gramos por litro (g/L) en hombres (70–90 kg) y mujeres (50–70 kg).
Distribución cromática:
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Verde: valores por debajo del límite legal de 0,5 g/L (actual 2025 → se planea reducir a 0,2 g/L).
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Amarillo: zona de advertencia, próxima o ligeramente superior a los límites permitidos.
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Rojo: supera claramente la tasa legal de alcoholemia.
Ejemplos destacados:
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Cerveza (330 ml, 5°):
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1 tercio → hombre 0,21–0,28 g/L (verde); mujer 0,34–0,48 g/L (verde/amarillo).
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2 tercios → hombre 0,43–0,55 g/L (amarillo); mujer 0,68–0,95 g/L (rojo).
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3 tercios → hombre 0,64–0,83 g/L (rojo); mujer 1,02–1,43 g/L (rojo).
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Vino o cava (100 ml, 12°):
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1 vaso → hombre 0,16–0,20 g/L (verde); mujer 0,25–0,35 g/L (verde).
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2 vasos → hombre 0,31–0,40 g/L (amarillo); mujer 0,50–0,69 g/L (rojo).
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Vermut (70 ml, 17°): 1 vaso produce 0,15–0,20 g/L en hombres y 0,25–0,34 g/L en mujeres (verde), lo que coincide con la hipótesis mediática de “una copa de vermut posible con el nuevo límite”.
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Licor (45 ml, 23°) y brandy/combinado (38°) superan fácilmente los 0,4–0,5 g/L tras dos vasos, situándose en zona roja.
Interpretación general:
La tabla pretende mostrar de forma orientativa cómo, incluso con una sola unidad de bebida, la tasa puede acercarse al límite legal. También deja claro que el metabolismo femenino genera niveles de alcoholemia más altos con igual consumo.
Sin embargo, esta tabla no aparece en documentos oficiales de la DGT, sino que ha sido elaborada por medios periodísticos con base en estimaciones teóricas.
En conclusión, visualmente la infografía busca advertir sobre el riesgo de conducir tras consumir incluso una cantidad pequeña de alcohol, apoyando la campaña “la única tasa segura es 0,0 g/L”.
🍷 «Una cañita no, pero un vino o un vermut sí» — Análisis técnico, médico y legal sobre la nueva tasa de alcoholemia de la DGT (2025)
Autor: DrRamonReyesMD
Introducción
El consumo de alcohol y la conducción han sido desde siempre una combinación de alto riesgo. Más allá del riesgo comportamental —disminución de reflejos, error de juicio, falsas sensaciones de control— existe un componente fisiopatológico crítico: el alcohol interfiere con los mecanismos de coagulación, dificultando la hemostasia y complicando la evolución de hemorragias en pacientes traumatizados.
En 2025, la Dirección General de Tráfico (DGT) está planteando reducir los límites legales de alcoholemia en España de 0,5 g/L en sangre (0,25 mg/L en aire espirado) a 0,2 g/L (0,10 mg/L en aire espirado). Esta medida, aún pendiente de reforma jurídica, ha despertado debate: ¿qué bebidas serían compatibles con el nuevo límite? ¿Qué efectos reales tiene el alcohol sobre la coagulación en el contexto del trauma? En este artículo profundizo con máxima precisión técnica y respaldo científico.
Normativa y estado del cambio (2025)
Propuesta legal española
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En abril de 2025, la DGT presentó una propuesta para rebajar la tasa permitida a 0,2 g/L de alcohol en sangre (0,10 mg/L en aire espirado), alineándose con recomendaciones del European Transport Safety Council (ETSC). (dgt.es)
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Según la nota oficial: “la tasa de alcoholemia 0,2 g/L – 0,10 mg/L que se propone para implantar en España” será parte del nuevo Reglamento General de Circulación. (dgt.es)
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Aunque se debate también la tasa 0,0, la DGT y expertos han señalado que un límite absoluto podría provocar falsos positivos por trazas involuntarias (por ejemplo, enjuagues bucales, procesos digestivos), lo que dificultaría su aplicación práctica. (dgt.es)
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Hasta que la reforma sea aprobada, sigue vigente el límite actual de 0,5 g/L (0,25 mg/L en aire) para conductores generales. (elDiario.es)
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En España, las campañas oficiales de la DGT ya subrayan que la “única tasa realmente segura es 0,0 g/L” como objetivo preventivo, aunque legalmente no esté vigente aún. (dgt.es)
Comparativa internacional y bases de la propuesta
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Países como Suecia y Noruega ya aplican tasas de 0,2 g/L, con reducción documentada de siniestros. La DGT cita dichas experiencias como antecedente. (dgt.es)
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En la propuesta del informe de la DGT, se señala que la reducción acompañada de medidas de control fortalecería la estrategia de seguridad vial. (dgt.es)
Efectos del alcohol sobre la coagulación: rigor científico
Para sostener la afirmación de que “bebes, te desangras más rápido”, debemos revisar la literatura.
Evidencia experimental y clínica
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Un estudio del J Trauma Acute Care Surg en 2014 analizó 415 pacientes traumatizados y halló que el alcohol puede reducir la fuerza del coágulo e inhibir la fibrinólisis, según parámetros de tromboelastografía (TEG). (PubMed)
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Otra revisión, The effects of alcohol on coagulation and fibrinolytic factors (Dimmitt, 1998) sugiere que dosis elevadas de etanol afectan factores de coagulación y agregación plaquetaria. (PubMed)
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El artículo Influence of alcohol consumption on blood coagulation (H. Eismann et al., 2020) señala que muchos pacientes traumatizados llegan bajo influencia alcohólica, lo que complica el equilibrio hemostático y su interpretación en laboratorios. (PMC)
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El artículo Effects of alcohol on hemostasis (Salem et al., 2005) resume mecanismos como disminución de agregación plaquetaria, alteración del factor von Willebrand y efectos sobre la fibrinólisis. (PubMed)
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También, el artículo Effect of alcoholism on hemostasis (Cowan, 1980) describe que el alcohol crónico puede inducir trombocitopenia y deterioro en la función plaquetaria. (PubMed)
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En general, se acepta que el alcohol tiene efectos bidireccionales: en dosis moderadas puede tener efectos antiagregantes leves; en dosis altas, deteriora la coagulación y favorece el sangrado. (PMC)
Conclusión técnica: el alcohol, en cuantía suficiente, compromete la eficacia de la coagulación, y cuando hay lesión vascular, los pacientes en fase alcohólica tienden a tener más riesgo de sangrado persistente y peor control hemostático.
“¿Una cañita no, pero un vino sí?” — Tablas de equivalencias y críticas
La prensa y algunos medios han difundido “tablas DGT” que estiman equivalencias de bebidas (cerveza, vino, vermut, licor) con tasas de alcoholemia para distintos pesos. Pero dichas tablas no provienen de documentos oficiales publicados por la DGT, sino que serían aproximaciones mediáticas basadas en modelos y supuestos.
Por ejemplo:
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Algunas versiones indican que para hombres de 70-90 kg, un vaso de vermut generaría ~0,15 g/L; para mujeres de 50-70 kg, cualquier bebida podría superar el límite.
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Otras apuntan que un tercio de cerveza equivaldría a ~0,21 g/L y ya superaría la tasa propuesta de 0,2.
Estas estimaciones tienen limitaciones graves: no consideran metabolismo individual, tiempo transcurrido, ingesta gástrica, vaciamiento, tasa de eliminación, sexo, composición corporal ni variabilidad genética de ADH/ALDH.
Por lo tanto, es peligroso asumir que “vino sí, pero cerveza no” con certeza clínica o legal. Lo más prudente para un conductor que será sometido a control es no consumir alcohólicos.
Implicaciones médicas y legales
Médico-traumáticas
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Un paciente traumatizado bajo efecto alcohólico puede presentar coagulación deficiente, lo que incrementa la mortalidad por hemorragia y la dificultad del manejo hemostático.
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En atención prehospitalaria o en urgencias, la presencia de alcohol puede sesgar la interpretación de pruebas de coagulación (TP, TTPa, fibrinógeno, TEG) y retrasar decisiones quirúrgicas.
Médico-legal y normativa
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Una tasa baja implica que un conductor puede dar positivo con cantidades mínimas, lo que plantea debates sobre falsos positivos y seguridad jurídica.
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En España, al aprobarse la reforma del Reglamento, las sanciones se ajustarían: multas, pérdida de puntos y penalidad judicial en casos extremos, adaptándose a la nueva tasa.
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Los organismos jurídicos deberán definir tolerancias técnicas mínimas en los etilómetros para evitar incriminar conductores que no consumieron alcohol.
Conclusión
El nuevo límite propuesto por la DGT de 0,2 g/L (0,10 mg/L en aire espirado) representa un endurecimiento significativo frente al límite actual de 0,5 g/L. Aunque algunos medios digan “una cañita no, pero un vino sí”, esas tablas carecen de base normativa y tienen márgenes de error clínico considerables.
Desde el punto de vista médico, el alcohol compromete la coagulación y puede agravar hemorragias en pacientes traumatizados. Legalmente, la adopción de dicha normativa exigirá criterios claros, tolerancias técnicas y adaptación de sanciones justas.
Dicho en términos simples: si vas a conducir, lo racional y seguro es abstenerse por completo de alcohol. No confiar en “tablas de una copa segura”.
Firma: DrRamonReyesMD



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