Andropausia y síndrome de deficiencia de testosterona en el varón: definición, debate terminológico y estado del arte 2025
DrRamonReyesMD
Introducción y debate terminológico
El vocablo andropausia procede de la unión de “andro” (ἀνήρ, ἀνδρός: hombre en griego) y “pausis” (παῦσις: cesación). Su uso comenzó en la literatura médica de mediados del siglo XX para describir síntomas asociados al envejecimiento masculino y descenso de testosterona. Sin embargo, a diferencia de la menopausia femenina —evento abrupto y universal que marca el fin de la función ovárica—, en el varón el declive androgénico es progresivo, heterogéneo y no siempre clínicamente relevante.
Por ello, sociedades científicas como la Endocrine Society y la American Urological Association (AUA) recomiendan sustituir andropausia por términos más precisos: hipogonadismo de inicio tardío (late-onset hypogonadism, LOH) o síndrome de deficiencia de testosterona (testosterone deficiency syndrome, TDS). Esta precisión evita sobrediagnosticar un proceso fisiológico de envejecimiento y responde a la preocupación de “medicalizar” la edad. Sin embargo, en divulgación popular el término “andropausia” continúa extendido; comprender sus límites conceptuales es clave para evitar tanto banalización como sobretratamiento.
Epidemiología y prevalencia
Estudios basados en criterios estrictos estiman que entre un 5 % y 20 % de los varones mayores de 50 años presentan niveles de testosterona total <300 ng/dL (≈10,4 nmol/L) asociados a síntomas clínicos. Análisis recientes resaltan la heterogeneidad de prevalencias debido a distintos umbrales hormonales y a la inclusión de síntomas inespecíficos (fatiga, alteraciones del ánimo).
En 2025, revisiones críticas de expertos (Universidad de Montreal) advierten contra el cribado universal:
https://nouvelles.umontreal.ca/en/article/2025/05/18/andropause-rising-interest-in-falling-testosterone
Datos presentados en SCS–AUA 2025 sugieren que niveles muy bajos podrían influir en la evolución de cáncer de próstata bajo vigilancia activa, evidenciando complejidad biológica y la necesidad de estudios prospectivos robustos:
https://www.urotoday.com/conference-highlights/scs-aua-2025/scs-aua-2025-prostate-cancer/163100-scs-aua-2025-low-serum-testosterone-level-and-biopsy-grade-group-progression-among-men-with-prostate-cancer-on-active-surveillance.html
Fisiopatología
La testosterona se sintetiza en células de Leydig bajo control del eje hipotálamo–hipófisis–gonadal. El envejecimiento provoca:
- Menor sensibilidad testicular a LH y reducción del número/función de células de Leydig.
- Aumento de SHBG, disminuyendo testosterona libre biodisponible.
- Cambios en aromatasa y balance estradiol/andrógenos.
- Influencia de comorbilidades (diabetes, obesidad, inflamación crónica, apnea del sueño) que deprimen GnRH y LH.
Consecuencias: sarcopenia, adiposidad visceral, pérdida de densidad ósea, disfunción eréctil y alteraciones del ánimo y cognición. Estos síntomas no son específicos y exigen diagnóstico diferencial exhaustivo.
Diagnóstico y guías vigentes
American Urological Association (AUA): testosterona total <300 ng/dL en dos muestras matutinas, sumado a síntomas cardinales (disminución de libido, función sexual, vitalidad, masa muscular).
https://www.auanet.org/guidelines-and-quality/guidelines/testosterone-deficiency-guideline
Endocrine Society: criterios semejantes, recomendando confirmar niveles y correlacionar clínicamente antes de indicar terapia.
https://www.endocrine.org/clinical-practice-guidelines/testosterone-therapy
International Society for the Study of the Aging Male (ISSAM): enfatiza incluir testosterona libre cuando la total es limítrofe y evaluar comorbilidades antes de iniciar reemplazo.
https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13685538.2021.1962840
Puntos clave de laboratorio:
- Extracción entre 7–10 h.
- Repetir al menos dos determinaciones.
- Evitar medición durante enfermedad aguda.
- Considerar LC-MS/MS para mayor precisión.
Manejo terapéutico
Enfoque inicial
Optimizar estilo de vida: ejercicio de resistencia, pérdida de peso, corrección de déficit de sueño, control de síndrome metabólico. Muchos pacientes mejoran sin necesidad de terapia hormonal.
Terapia de reemplazo con testosterona (TRT)
Modalidades:
- Inyectables (enantato, cipionato, undecanoato).
- Transdérmicos (gel, parches).
- Implantes subcutáneos/pellets.
Objetivo: mantener niveles en rango medio fisiológico (450–600 ng/dL) con seguimiento clínico y bioquímico.
Precauciones:
- Contraindicada si se busca fertilidad.
- Monitorizar hemoglobina/hematocrito por policitemia.
- Vigilancia prostática (PSA, tacto rectal).
- Evaluar riesgo cardiovascular individual.
Guía AUA y Endocrine Society insisten en consentimiento informado y reevaluación a 3–6 meses:
https://www.auanet.org/guidelines-and-quality/guidelines/testosterone-deficiency-guideline
Revisión 2025 sobre seguridad cardiovascular y redefinición de umbrales:
https://globalrph.com/2025/08/testosterone-replacement-therapy-new-guidelines-challenge-old-beliefs
Controversias y marco ético
La medicalización indiscriminada del envejecimiento masculino con el rótulo de “andropausia” carece de soporte unánime. No todo descenso de testosterona requiere intervención farmacológica. Sin embargo, ignorar deficiencias sintomáticas comprobadas priva a pacientes de mejoras sustanciales en calidad de vida, salud ósea, composición corporal y función sexual.
El término “andropausia” persiste en medios divulgativos e infografías como la imagen adjunta, pero debe manejarse con cautela en el ámbito científico: su uso es aceptable si se explica que se refiere al hipogonadismo de inicio tardío y se acompaña de criterios diagnósticos claros.
Proyección y líneas futuras
- Desarrollo de biomarcadores moleculares de disfunción androgénica.
- Terapias combinadas para estimular producción endógena sin suprimir fertilidad.
- Ensayos a largo plazo sobre seguridad cardiovascular y oncológica.
- Estrategias de medicina personalizada basadas en genómica y perfil metabólico.
Conclusión
El debate sobre andropausia refleja la tensión entre precisión científica y comunicación con la población general. A nivel médico estricto, la denominación correcta es síndrome de deficiencia de testosterona o hipogonadismo tardío, reservando TRT a varones con síntomas y niveles hormonales confirmadamente bajos. En 2025, el desafío es balancear seguridad, beneficio clínico y evitar la sobremedicalización.
DrRamonReyesMD
Fuentes científicas clave (URL copiables)
- https://nouvelles.umontreal.ca/en/article/2025/05/18/andropause-rising-interest-in-falling-testosterone
- https://www.urotoday.com/conference-highlights/scs-aua-2025/scs-aua-2025-prostate-cancer/163100-scs-aua-2025-low-serum-testosterone-level-and-biopsy-grade-group-progression-among-men-with-prostate-cancer-on-active-surveillance.html
- https://www.auanet.org/guidelines-and-quality/guidelines/testosterone-deficiency-guideline
- https://www.endocrine.org/clinical-practice-guidelines/testosterone-therapy
- https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/13685538.2021.1962840
- https://globalrph.com/2025/08/testosterone-replacement-therapy-new-guidelines-challenge-old-beliefs
Andropausia: lo que todo hombre debe saber en 2025
(versión para público general)
La llamada andropausia describe los cambios que ocurren cuando la testosterona —la principal hormona masculina— empieza a bajar de forma significativa a partir de los 40–50 años. A diferencia de la menopausia femenina, este proceso es lento y variable: no todos los hombres lo experimentan igual ni al mismo tiempo.
Señales y síntomas posibles
- Menor deseo sexual y dificultades de erección.
- Cansancio persistente y pérdida de energía.
- Cambios en el ánimo (irritabilidad, tristeza, menor motivación).
- Alteraciones del sueño y sudores nocturnos.
- Pérdida de masa muscular y aumento de grasa abdominal.
- Sequedad de la piel, bochornos, picazón o sensación de calor.
- Dolor articular y óseo, menor fuerza física.
- Caída de cabello y cambios en la memoria o concentración.
Es importante saber que estos síntomas no siempre significan andropausia. Muchas otras condiciones —estrés, obesidad, diabetes, apnea del sueño, depresión— pueden producir síntomas parecidos.
¿Cuándo consultar?
Si notas varios de estos cambios y afectan tu vida diaria, acude a un médico especialista en endocrinología o urología. El diagnóstico se hace con análisis de sangre (testosterona total y libre) tomados por la mañana y repetidos para confirmar el resultado. Solo cuando hay niveles realmente bajos y síntomas claros se habla de deficiencia de testosterona y se considera tratamiento.
Tratamiento y seguridad
- En muchos casos, mejorar hábitos (ejercicio, bajar de peso, buen sueño, controlar diabetes y colesterol) puede subir de forma natural la testosterona y aliviar síntomas.
- Cuando el déficit está confirmado y afecta la salud, existe la terapia de reemplazo con testosterona (inyectable, gel, parches). Debe ser prescrita y controlada por médicos para vigilar posibles efectos secundarios como aumento del hematocrito o cambios en la próstata.
- No uses suplementos o hormonas sin supervisión; pueden ser ineficaces o peligrosos.
Mensaje clave
La andropausia no es un destino inevitable ni una enfermedad para todos, pero ignorar los síntomas puede disminuir calidad de vida. Hablar con un especialista es la vía segura para saber si existe un verdadero déficit hormonal y cómo tratarlo.


No hay comentarios:
Publicar un comentario