LA SEÑAL DE TRÁFICO CON BORDE VERDE EN ESPAÑA: ANÁLISIS COMPLETO TÉCNICO, CIENTÍFICO Y VIAL
Autor: DrRamonReyesMD
I. INTRODUCCIÓN
En el marco de la seguridad vial moderna, la señalización juega un papel fundamental en la reducción de siniestralidad, la gestión del tráfico y la concienciación ciudadana. En España, la reciente introducción de señales circulares con borde verde y número central ha generado debate entre conductores, expertos en movilidad y autoridades. Este artículo analiza con rigor técnico, científico, jurídico y político el origen, finalidad y consecuencias del uso de estas señales no contempladas en el Reglamento General de Circulación (RGC) de la Dirección General de Tráfico (DGT).
II. DESCRIPCIÓN TÉCNICA DE LA SEÑAL
Las señales de borde verde son discos circulares con fondo blanco y números negros en el centro (por ejemplo, "30" o "70") bordeados por un anillo verde. A diferencia de las señales reglamentarias de limitación de velocidad (borde rojo), estas no figuran en el Catálogo Oficial de Señales de Circulación (Orden Ministerial ICT/155/2020), por lo que no son legalmente vinculantes. No constituyen una obligación sancionable, sino una recomendación de velocidad, lo que técnicamente se denomina "velocidad aconsejada" o “recomendada”, pero no impuesta por ley.
III. ANÁLISIS LEGAL Y POLÍTICO
Las señales con borde verde no están recogidas en el Reglamento General de Circulación ni en la normativa de señalización vertical, lo cual plantea una laguna jurídica importante. Son instaladas frecuentemente por ayuntamientos o entidades locales, en ocasiones en colaboración con iniciativas ciudadanas, asociaciones vecinales o campañas de seguridad promovidas por políticas locales.
Desde el punto de vista legal:
- No son sancionables si se sobrepasan.
- Carecen de valor jurídico frente a un recurso de multa.
- No sustituyen a las señales oficiales.
Esto ha sido criticado por expertos en derecho vial, ya que genera confusión entre conductores, que podrían interpretarlas erróneamente como obligatorias.
Desde una óptica política, estas señales han sido promovidas en el marco de políticas de movilidad sostenible y calmado del tráfico, buscando proteger a peatones, ciclistas y reducir la contaminación acústica y atmosférica.
IV. FINALIDAD Y APLICACIÓN PRÁCTICA
Objetivo principal: promover velocidades más seguras y sostenibles en entornos urbanos o periurbanos donde existe convivencia entre coches, bicicletas y peatones, especialmente:
- Zonas escolares.
- Áreas residenciales.
- Tramos con alta siniestralidad.
- Vías secundarias de doble sentido.
Este tipo de señal busca reducir:
- Probabilidad de atropello mortal: a 30 km/h la probabilidad de muerte por atropello es <10 %, frente a >80 % a 50 km/h.
- Contaminación: velocidades más bajas reducen emisiones de NOx y partículas.
- Ruido urbano: cada 10 km/h de reducción supone entre 2-3 dB menos.
V. CRÍTICAS Y RIESGOS ASOCIADOS
1. Confusión normativa
El uso de simbología no oficial puede inducir a error, especialmente en conductores no habituales o extranjeros, acostumbrados a señales codificadas conforme al Convenio de Viena sobre Señalización Vial (1968).
2. Problemas de uniformidad
La señalización vial debe seguir criterios homogéneos y universales, para garantizar previsibilidad. Iniciativas locales fragmentan la coherencia del sistema vial español.
3. Ausencia de respaldo sancionador
Carecer de obligatoriedad legal hace que algunos conductores las ignoren, reduciendo su efectividad real.
VI. IMPLICACIONES EN SEGURIDAD VIAL
Desde una perspectiva científica y epidemiológica, la disminución efectiva de la velocidad promedio está correlacionada directamente con la reducción de siniestros graves y muertes en vías urbanas. Diversos estudios de la OMS, la DGT y la European Transport Safety Council (ETSC) respaldan que:
- El paso de 50 a 30 km/h en entornos urbanos puede reducir hasta un 40 % los accidentes con víctimas.
- Mejora la capacidad de reacción del conductor.
- Aumenta la posibilidad de frenar completamente ante un obstáculo.
VII. PROPUESTA DE NORMALIZACIÓN
Para mejorar la eficacia y legitimidad de estas señales, se recomienda:
- Inclusión oficial en el Catálogo de Señales de Tráfico como señal recomendada (no obligatoria), con definición clara.
- Campañas de educación vial explicando su significado.
- Evaluación técnica previa a la instalación, con estudios de tráfico y siniestralidad.
- Uniformidad en el diseño gráfico, evitando variaciones entre municipios.
VIII. CONCLUSIÓN
Las señales de borde verde, aunque bien intencionadas, requieren regulación, estandarización y respaldo normativo para cumplir su función sin generar confusión. En un contexto donde las políticas de seguridad vial deben apoyarse en datos, ciencia y normativa clara, esta señal representa un buen ejemplo de cómo la tecnocracia vial y la política pública deben trabajar juntas para garantizar una movilidad más segura, ecológica y ordenada.
Crédito de las imágenes:
- Señales con borde verde de velocidad recomendada en entornos urbanos y rurales.
- Fuente de referencia: 20minutos.es
Autor:
DrRamonReyesMD
Especialista en medicina de emergencias, movilidad segura y análisis de políticas públicas de seguridad vial.



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