HIDRÓGENO GEOLÓGICO: LA PROMESA ENERGÉTICA OCULTA BAJO NUESTROS PIES
Por Dr. Ramón Reyes, MD | Actualizado: mayo 2025
I. INTRODUCCIÓN: EL DESCUBRIMIENTO QUE CAMBIARÁ EL JUEGO
Un estudio revolucionario publicado en Science Advances por el geólogo Geoffrey Ellis (USGS) ha desvelado un tesoro energético oculto: la Tierra alberga aproximadamente 6,2 billones de toneladas de hidrógeno natural atrapadas en su subsuelo. Este hidrógeno geológico, también conocido como hidrógeno blanco, se genera de forma natural mediante procesos geoquímicos, sin intervención humana.
Aprovechar tan solo el 2 % de estas reservas podría satisfacer la demanda energética global durante 200 años, según estimaciones conservadoras. En un escenario optimista, este recurso podría sostener al planeta por más de 1.000 años, redefiniendo las políticas energéticas y acelerando la transición hacia un futuro más limpio.
II. ¿QUÉ ES EL HIDRÓGENO GEOLÓGICO?
A. Formación natural
El hidrógeno geológico se produce en el manto y la corteza terrestre a través de procesos como:
Serpentinización: reacción de minerales ultramáficos (olivino, piroxeno) con agua, liberando H₂.
Radiolisis: descomposición de agua por radiación natural de uranio, torio o potasio en rocas.
Oxidación y desgasificación: procesos que liberan hidrógeno desde sulfuros o el manto profundo.
A diferencia del hidrógeno gris (derivado de combustibles fósiles) o verde (producido por electrólisis), el hidrógeno geológico es potencialmente renovable a escala geológica, lo que lo convierte en una fuente energética única.
B. Ventajas clave
Bajas emisiones: no genera CO₂ durante su extracción.
Abundancia: supera las reservas globales de gas natural.
Costo competitivo: más económico que el hidrógeno verde a largo plazo.
III. YACIMIENTOS: ¿DÓNDE ESTÁ EL TESORO?
A. Estimaciones globales
Volumen estimado: 6,2 billones de toneladas métricas.
Capacidad energética: suficiente para cubrir la demanda actual de hidrógeno por más de 1.000 años.
Comparativa: excede la energía almacenada en todos los yacimientos probados de gas natural.
B. Lugares prometedores
Malí: explotación activa en Bourakébougou, un caso pionero.
Albania: surgencias naturales de hidrógeno en formaciones kársticas.
Australia, Rusia, EE. UU., Brasil y el Sahara: anomalías geológicas bajo investigación.
Estos sitios sugieren que los depósitos están distribuidos globalmente, con un potencial aún por descubrir en regiones poco exploradas.
IV. DESAFÍOS PARA SU EXPLOTACIÓN
A. Acceso a gran profundidad
Muchos yacimientos se encuentran a 3.000–4.000 metros bajo tierra, lo que exige tecnologías de perforación avanzadas, similares a las usadas en la industria petrolera offshore.
B. Infraestructura limitada
Falta de tuberías, compresores y sistemas de almacenamiento masivo para H₂.
Costos iniciales elevados, aunque más bajos que los de la electrólisis a largo plazo.
C. Purificación
El hidrógeno puede estar mezclado con gases como nitrógeno o metano, requiriendo métodos de separación eficientes y económicos.
V. IMPACTO GEOPOLÍTICO Y ECONÓMICO
A. Un nuevo mapa energético
Países sin recursos fósiles tradicionales, como los del África subsahariana, podrían convertirse en potencias exportadoras de hidrógeno, transformando el equilibrio energético global:
Reducción de la dependencia de los productores de petróleo.
Nuevas alianzas centradas en el hidrógeno natural.
Marcos legales para una explotación responsable.
B. Transición energética viable
El hidrógeno geológico ofrece una alternativa más limpia y barata que el hidrógeno verde, integrándose fácilmente en infraestructuras industriales existentes.
C. Interés corporativo
Gigantes energéticos como TotalEnergies, Shell y ExxonMobil están invirtiendo en mapeo de yacimientos y adaptación de plataformas para su extracción, señalando un cambio en la industria.
VI. SOSTENIBILIDAD: UN ALIADO DEL MEDIO AMBIENTE
El hidrógeno geológico es una de las fuentes de energía más limpias:
Cero emisiones de CO₂ en la extracción.
Sin consumo masivo de agua, a diferencia de la electrólisis.
Compatibilidad con CCS (captura y almacenamiento de carbono) para maximizar su sostenibilidad.
VII. CONCLUSIÓN: ¿EL FUTURO ENERGÉTICO YA ESTÁ AQUÍ?
El hidrógeno geológico podría liderar una revolución energética silenciosa, complementando la solar, eólica y nuclear en el camino hacia un mundo descarbonizado. Sin embargo, su éxito dependerá de avances tecnológicos, voluntad política y colaboración global. Estamos ante una oportunidad única para transformar el subsuelo terrestre en la clave de un futuro energético sostenible.
Dr. Ramón Reyes, MD
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