Visión general de la imagen
La ilustración muestra el aparato urinario humano completo: dos riñones, los uréteres que transportan la orina y la vejiga urinaria.
- Riñón derecho: anatómicamente normal, contorno liso y parénquima íntegro.
- Riñón izquierdo: severamente dañado por obstrucción crónica por cálculos a lo largo del uréter. Presenta hidronefrosis avanzada: dilatación masiva de la pelvis y cálices, adelgazamiento cortical extremo y destrucción casi completa del tejido renal funcional.
- Uréter izquierdo: notablemente dilatado y tortuoso (megauréter obstructivo), con varios litos impactados que actúan como tapones sucesivos.
- Uréter derecho y vejiga: aspecto normal, sin obstrucción ni litiasis evidentes.
Fisiopatología — cómo se forma y lesiona un cálculo
- Sobresaturación urinaria: la orina se vuelve demasiado concentrada cuando falta agua o existe exceso de sales y proteínas. Se favorece la cristalización de oxalato cálcico, ácido úrico, fosfato cálcico, estruvita o cistina.
- Nucleación y crecimiento: los cristales microscópicos se agrupan y forman cálculos macroscópicos.
- Migración y obstrucción: si el cálculo desciende y se impacta en el uréter, bloquea el flujo de orina.
La orina atrapada eleva la presión intrarrenal (hidronefrosis), compromete la perfusión sanguínea, causa atrofia tubular y pérdida irreversible de nefronas. Con el tiempo, el riñón puede quedar no funcional.
Manifestaciones clínicas
- Silencio inicial: un cálculo estacionario puede no dar síntomas durante meses o años.
- Cólico nefrítico: dolor súbito e intenso en flanco o región lumbar que irradia a abdomen inferior e ingle; uno de los dolores más incapacitantes descritos en medicina.
- Hematuria: sangre en la orina por irritación o daño epitelial.
- Infección urinaria obstructiva: fiebre, dolor intenso y riesgo de sepsis (pionefrosis).
- Insuficiencia renal unilateral: si la obstrucción es prolongada, como en la imagen.
Factores de riesgo (2025)
- Hidratación insuficiente: orina concentrada favorece cristalización.
- Exceso de sodio y proteínas animales: aumenta calcio y ácido úrico en orina.
- Bebidas azucaradas y energéticas: alteran el pH y la composición urinaria.
- Trastornos metabólicos: hiperparatiroidismo, gota, síndrome metabólico.
- Infecciones urinarias recurrentes: predisponen a cálculos de estruvita.
- Antecedentes familiares y predisposición genética.
Consecuencias si no se tratan
- Pérdida funcional irreversible del riñón afectado.
- Infecciones severas con riesgo de septicemia.
- Insuficiencia renal crónica si hay afectación bilateral o riñón único.
- Dolor recurrente e incapacidad física significativa.
Prevención y control
- Hidratación abundante: orina clara casi todo el día.
- Dieta equilibrada: moderar sal, proteínas animales y azúcares.
- Chequeos médicos periódicos: ecografía, análisis de orina y sangre si hay antecedentes.
- Tratamiento precoz de infecciones urinarias.
- Estudio metabólico individualizado: para pacientes con recurrencias o factores de alto riesgo.
Mensaje clave:
Los cálculos renales pueden evolucionar silenciosamente hasta destruir un riñón. Detectarlos y tratarlos de forma temprana previene daño irreversible y complicaciones graves.
Aviso: Este contenido es informativo y académico; no sustituye la valoración clínica directa ni constituye una guía de autodiagnóstico. Ante dolor lumbar súbito, hematuria o fiebre con dolor renal, busca atención médica urgente.


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