En Granada existe una Plaza de las Pasiegas, frente a la catedral, y no tiene que ver ni con las quesadas ni con los sobaos. El origen del nombre hay que buscarlo en las nodrizas, las 'amas de cría' que alimentaban con su leche a los hijos de la nobleza y alta burguesía a cambio de dinero, sentadas en aquella plaza.
El flujo de jóvenes pasiegas que partían en carretas desde su Cantabria natal hasta Granada, acompañadas por un perrito al que daban de mamar para que no se les cortara la leche, duró hasta bien entrado el siglo XX. Basilia Carral, de 97 años de edad, fue una de las últimas.
El origen hay que buscarlo en el siglo XVI, cuando las nodrizas eran ya comunes entre la realeza. Pero no solo para amamantar recién nacidos. Así, por ejemplo, El Gran Duque de Alba (1531-1582) terminó sus días siendo amamantado cuando no era capaz de alimentarse de otra manera.
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