Silla de lectura británica 1750 ,
(Museo Metropolitano)
Silla de lectura británica, ca. 1750
Colección del Museo Metropolitano de Arte (The Metropolitan Museum of Art, Nueva York)
Autor: DrRamonReyesMD
Descripción de la imagen
La fotografía muestra una silla de lectura británica datada alrededor de 1750, construida en madera y tapizada en cuero oscuro, con refuerzos metálicos en tachuelas que delimitan el contorno de su estructura. El diseño incorpora un asiento acolchado, un respaldo relativamente bajo y, como característica distintiva, un atril reclinable fijado al respaldo de la silla, destinado a sostener libros de gran formato, como biblias, volúmenes enciclopédicos o tratados científicos de la época.
A cada lado se observan portavelas metálicos integrados en brazos extensibles, permitiendo al lector mantener la iluminación directa sobre el texto en tiempos en que la luz artificial aún dependía de la combustión de cera o aceite. Las patas delanteras presentan torneado y acabado curvo de estilo cabriole, característico del mobiliario británico georgiano de mediados del siglo XVIII, mientras que las patas traseras, más rectas y robustas, fueron diseñadas para soportar el peso inclinado hacia adelante que adoptaba el lector al consultar el atril.
En conjunto, la pieza combina ergonomía, funcionalidad y estética artesanal en un mueble pensado para la lectura prolongada y la reflexión intelectual.
Contexto histórico y científico
La segunda mitad del siglo XVIII en Gran Bretaña coincidió con el auge de la Ilustración, un período en el que el conocimiento, la lectura y el pensamiento crítico se convirtieron en valores centrales de la sociedad culta. Este tipo de mobiliario especializado refleja la importancia que adquirió la lectura privada y el estudio doméstico entre la burguesía emergente y la aristocracia instruida.
Los grandes volúmenes de la época, como las enciclopedias, atlas y biblias comentadas, solían tener un tamaño y peso considerable. Por ello, se desarrollaron muebles híbridos que integraban asiento, atril y fuentes de luz, optimizando la postura del lector y reduciendo el esfuerzo físico al sostener los libros.
Desde una perspectiva ergonómica y médica, esta silla constituye uno de los primeros intentos de adaptar el mobiliario a la fisiología humana. Su diseño buscaba aliviar la fatiga cervical y dorsal del lector, facilitando la alineación visual con el texto y evitando posturas forzadas. Aunque rudimentario comparado con estándares modernos de ergonomía, anticipaba ya la relación entre postura, iluminación y salud ocular en el estudio.
Relevancia museológica
El ejemplar pertenece a la colección del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (The Met), institución que conserva piezas únicas de mobiliario británico y europeo, valoradas tanto por su calidad artesanal como por su significado cultural. Esta silla de lectura, además de su rareza, es testimonio material de la transición entre un mobiliario decorativo y uno funcional, adaptado a la actividad intelectual.
Conclusión
La silla de lectura británica de 1750 es un objeto que combina arte, ciencia y vida cotidiana en la era de la Ilustración. Su diseño revela un esfuerzo por armonizar el confort del lector con la necesidad de iluminación y soporte técnico para textos de gran formato. Representa no solo un mueble utilitario, sino también un símbolo de la democratización del saber en el siglo XVIII, cuando la lectura dejó de ser privilegio exclusivo del clero para convertirse en práctica común entre las élites ilustradas.
Firmado: DrRamonReyesMD




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