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Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en el blog EMS Solutions International está editada y elaborada por profesionales de la salud. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario. by Dr. Ramon REYES, MD

Niveles de Alerta Antiterrorista en España. Nivel Actual 4 de 5.

Niveles de Alerta Antiterrorista en España. Nivel Actual 4 de 5.
Fuente Ministerio de Interior de España

domingo, 6 de abril de 2025

ATENCIÓN: CUIDADO CON EL ABUSO DEL "OMEPRAZOL"

ATENCIÓN: CUIDADO CON EL ABUSO DEL "OMEPRAZOL"

El omeprazol es el fármaco genérico más prescrito en España, con más de 54 millones de envases vendidos en 2013 según datos del propio Ministerio de Sanidad. Sin embargo, hace algún tiempo que los médicos vienen alertando delalegre consumo que se hace de este medicamento que no está exento de riesgos. La última de estas advertencias procede de un trabajo estadounidense que relaciona su consumo a largo plazo con problemas serios de riñón.
Este medicamento de la familia de los llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP) funciona reduciendo la cantidad de ácidos gástricos que produce el estómago. Este blockbuster se emplea para aliviar síntomas como la acidez o elreflujo gastroesofágico, la hernia de hiato y también para prevenir las hemorragias gastrointestinales que pueden causar algunos antiinflamatorios.
Un estudio que acaba de publicar la revista Journal of the American Society of Nephrology advierte de que este compuesto, sobre todo cuando se toma prolongado en el tiempo, puede ocasionar una reducción en la función renal, enfermedad renal crónica y fallo renal grave.

Para extraer estas conclusiones, con importantes consecuencias de salud pública, como ellos mismos alertan, los investigadores analizaron los datos de casi 200.000 pacientes de la base de datos de veteranos del ejército de EEUU (Vterenas Affairs). De ellos, 173.000 eran consumidores de omeprazol u otros IBP y los 20.000 restantes se medicacaban con otro tipo de antiácidos, los bloqueadores H2 del receptor de la histamina (como ranitidina o nizatidina).
Tras cinco años de seguimiento, los investigadores dirigidos por Yan Xie -de la Universidad de Washington (EEUU)- observaron que los pacientes que consumían omeprazol tenían hasta un 96% más de riesgo de desarrollar fallo renal que los usuarios de los otros antiácidos, y un 28% más de posibilidades de sufrir enfermedad renal crónica.
Además, los autores observaron una clara relación entre la duración del tratamiento y la aparición de problemas en el riñón, de manera que los pacientes que consumían omeprazol más tiempo eran los más propensos a desarrollar fallo renal.
No es la primera vez que un estudio alerta de esta relación, como subrayan los propios investigadores. El pasado mes de marzo, ya un trabajo publicado en la revista Journal of the American Medical Association realizado en la Universidad Johns Hopkins (EEUU) observó un 50% más de problemas renales entre los consumidores de estos medicamentos. En total, se analizaron 10.500 historias clínicas a lo largo de un periodo de 13 años y otros 248.000 pacientes que participaban en otra investigación.
Uno de los firmantes, el doctor Benjamin Lazarus, llegó a afirmar al presentar sus resultados que el 70% de las prescripciones de los inhibidores de la bomba de protones no están justificadas".
Como explica a EL MUNDO el doctor Francisco Atienza, coordinador del grupo de trabajo de Calidad y Seguridad del Paciente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), el problema es que "se ha banalizado" el uso de este medicamento que se toma demasiadas veces inadecuadamente.
A su juicio, como el omeprazol se prescribe para prevenir las hemorragias asociadas a ciertos corticoides y antiinflamatorios, "esta indicación ha dado lugar a la creencia errónea de que es un protector gástrico y se toma con cualquier pastilla". De hecho, explica, no todos los pacientes que toman un antiinflamatorio necesitan tomar omeprazol para proteger su estómago, puesto que el riesgo de hemorragias depende del perfil del paciente ("en gente joven, por ejemplo, no tiene sentido").
Una idea en la que coinciden los firmantes del trabajo que ahora se publica, y que apuestan por prescribir estos medicamentos "únicamente cuando sea necesario y limitar la duración del tratamiento al periodo más corto posible". Porque como señala el doctor Al-Aly, "muchos pacientes comienzan el tratamiento con omeprazol por algún problema médico y luego continúan tomándolos más tiempo del necesario".
Como explica el especialista de Semergen, los tres riesgos más conocidos del omeprazol son el déficit de absorción de la vitamina B12 (que puede ocasionar anemia), de calcio (lo que podría vincular su uso a mayor riesgo de osteoporosis y fracturas) y también, desde 2013, los problemas renales que ahora corrobora este estudio. "A pesar de eso, es evidente que el mensaje no ha calado y se sigue usando excesivamente omeprazol de manera inapropiada, fuera de las indicaciones para las que sí es útil".
Como denuncian los investigadores, la vigilancia de los fármacos una vez que están en el mercado se basa en los datos que aportan los propios laboratorios farmacéuticos o en sistemas voluntarios de reporte de efectos adversos por parte de los profesionales. Estos sistemas "pasivos", advierten, pueden "no estar captando adecuadamente las secuelas a largo plazo [de los medicamentos]" o pueden ser incapaces de detectar "efectos adversos latentes" quizás poco frecuentes y que no se hayan detectado en los ensayos clínicos previos (que siempre se realizan en condiciones ideales, y con grupos de pacientes muy seleccionados y controlados).
"El omeprazol es un fármaco magnífico si se usa en las indicaciones para las que está aprobado", resume el doctor Atienza. Gracias a su uso, por ejemplo, se han reducido drásticamente las hemorragias gástricas. Sin embargo, subraya para terminar, "como todos los fármacos, tiene sus beneficios y sus riesgos y un uso inadecuado siempre es inseguro".
Efectos por uso prolongado


El peligro de abusar del omeprazol

Tomar diariamente y durante dos o más años antiácidos se vincula con un déficit vitamínic

Si no se tratan los niveles bajos de esta vitamina, puede generar daño neurológico

Los síntomas iniciales de este problema son vagos como la debilidad o el cansancio

A veces cuando hablamos de vitaminas, tenemos en mente que es necesario tomar frutas y verduras para tener unos niveles aceptables y que quizás algunas personas abusen de los suplementos que, en la mayoría de los casos, son más contraproducentes que beneficiosos. Sin embargo, uno no imagina que un déficit de una vitamina, como la B12, pueda conducir a problemas como la demencia, un daño neurológico, anemia y otras complicaciones. Tampoco es fácil relacionar que estos problemas puedan tener su origen en fármacos tan conocidos como el omeprazol, muy utilizados para evitar múltiples problemas, sobre todo la irritación por reflujo gástrico o para la protección gástrica frente a medicamentos agresivos. Sin embargo, un estudio acaba de vincular la ingesta prolongada de este y otros medicamentos similares con una carencia de esa vitamina.
Si usted es de los que cumplen con las recomendaciones médicas, no debería asustarse. Porque los médicos suelen controlar este tipo de efectos al no prolongar excesivamente los tratamientos con inhibidores de la bomba de protones, que es el nombre técnico del omeprazol y otros protectores gástricos o antiulcerosos. Pero si es de aquellas personas que suelen pasar poco por la consulta médica y acuden con mucha más frecuencia a la farmacia para automedicarse, quizás debería prestar atención a este artículo.
Se estima que entre el 10 y el 15% de los adultos mayores de 60 años tienen deficiencia de vitamina B12. Para su absorción desde la dieta (está presente sobre todo en productos de origen animal, como la carne), requiere del funcionamiento normal del estómago, páncreas e intestino delgado. El ácido gástrico es clave, pues libera esta vitamina de los alimentos, permitiendo que se una a ciertas proteínas. Si el ácido del estómago se reduce, como ocurre cuando se toman estos fármacos, esa unión no se produce ni tampoco la absorción completa de la vitamina. Ese déficit prolongado, de no tratarse, derivará en múltiples problemas, como los mencionados.
Aunque investigaciones previas habían mostrado una relación entre la ingesta prolongada de estos fármacos y la deficiencia de vitamina B12, esos estudios eran pequeños y no se basaban en un análisis poblacional. Por este motivo, investigadores de la organización Kaiser Permanente, proveedora de servicios de salud en Estados Unidos, evaluaron esta relación en un gran grupo de población: 25.956 pacientes con un diagnóstico de déficit de esta vitamina fueron comparados con 184.1999 personas sin este trastorno entre 1997 y 2011. También se controló su exposición a fármacos antiulcerosos: inhibidores de la bomba de protones y antagonistas de los receptores H2 de la histamina, más conocidos por sus nombres comerciales y que engloban, en el primer caso, medicamentos como el omeprazol o el exomeprazol y, en el segundo, la ranitidina o la famotidina.

Tiempo y dosis

El análisis, publicado en la revista Journal of the American Medical Association, constata que las personas que tomaron diariamente un medicamento del grupo de omeprazol durante dos o más años teníanun 65% más de probabilidades de tener niveles bajos de vitamina B12 que quienes no habían ingerido estos fármacos durante un periodo tan prolongado. También aquellos que se medicaron con productos del segundo grupo presentaban un riesgo un 25% mayor de este déficit vitamínico. En cuanto a las dosis más peligrosas, se comprobó que tomar diariamente 1,5 comprimidos se asoció con un riesgo un 95% superior a esta deficiencia en comparación cuando la ingesta diaria era inferior a 0,7 píldoras.
Como explica José Luis Llisterri, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen), "este vínculo es algo conocido por los médicos. El problema en España es la excesivaomepralización que hay. El omeprazol es el segundo principio activo más prescrito en nuestro país después del paracetamol y por encima del ibuprofeno. Se ha recetado como si fuera sal de frutas. Y no es un problema sólo del médico, como es de venta libre, se ha autoprescrito de una manera excesiva".
La clave de este problema está seguramente en el éxito de este fármaco. Su acción inhibe el contenido ácido del estómago que es el que genera las molestias en personas con hernia de hiato. "Los pacientes con esofagitis por reflujo gastroesofágico y los de esófago de Barrett requieren una inhibición crónica de la secreción ácida. Pero el mensaje que se traduce de este estudio es que si se prescribe una dosis alta de esta medicación porque hay mucho ardor, se debería bajar tan pronto como se pueda (por ejemplo de 40 miligramos a 20)y parar el tratamiento al cabo de un tiempo, por lo menos hacer descansos, ya que con esto se recupera la absorción de la vitamina B12", apunta Llisterri.

Uso para protección gástrica

Por su parte, el presidente electo de la Sociedad Española de Patología Digestiva, Fernando Carballo, señala que la conclusión del estudio "es un hallazgo epidemiológico interesante, pero la consecuencia no es tanto que no se puedan usar estos fármacos, porque son extremadamente seguros, sino que hay que utilizarlos bien, es decir, cuando estén indicados. El problema es el sobreuso en pacientes polimedicalizados para la protección gástrica. Muchas veces no son necesarios. Sin embargo, es un tipo de fármacos muy recetado. La estimación es que alrededor del 10% de la población toma estos medicamentos diariamente y probablemente están mal indicados en un tercio de los casos".
Por otro lado, el presidente de Semergen también recomienda hacermediciones periódicas de la vitamina B12 en aquellas personas que estén en tratamiento crónico con estos medicamentos. "Un análisis de sangre permite determinar los niveles. Y, si hay déficit, se puede administrar esta vitamina una vez al mes por vía intramuscular".
Carballo insiste en que "el mensaje no es que sea un fármaco peligroso, ya sabíamos que puede interferir en la absorción de diversas sustancias. Este artículo plantea una evidencia epidemiológica con mínima importancia clínica hasta el momento".
Por último, los expertos insisten en que no hay que confundir este tipo de fármacos con otros denominados genéricamente antiácidos, y que sirven para eliminar puntualmente la acidez tras una ingesta copiosa. "El más popular de estos es el bicarbonato sódico que por suerte se dejó de utilizar, ya que es un producto que neutraliza la secreción ácida pero cuando pasa su efecto se produce un efecto rebote, es decir, se genera más secreción ácida", concluye Llisterri.

Otros factores que influyen en la vitamina B12

Los antiulcerosos no son los únicos factores que interfieren en la absorción de la vitamina B12. La metformina (un antidiabético oral), las hormonas tiroideas o algunos antihipertensivos también se vinculan con una mayor dificultad en la absorción de esta sustancia. Por otro lado, existen patologías que al afectar a la producción de ácido gástrico también inhiben la absorción vitamínica, entre otras se encuentran la gastritis crónica o la aclorhidria o hipoclorhidria -un estado en el que la producción de ácido gástrico es baja o inexistente-. También tratamientos quirúrgicos como la gastrectomía (eliminación quirúrgica y parcial del estómago) o el abuso de alcohol perjudican la absorción de esta vitamina.

vitamina B-12 (cobalamina)

 


La vitamina B-12 (cobalamina) tiene un papel esencial en la formación glóbulos rojos, el metabolismo celular, la función nerviosa y la producción de ADN (las moléculas dentro de las células que llevan información genética).


Las fuentes alimentarias de vitamina B-12 incluyen la carne de aves, de vaca y de pescado, y los lácteos. La vitamina B-12 también se agrega a determinados alimentos, como los cereales fortificados para el desayuno, y está disponible como suplemento oral. Pueden recetarse inyecciones o un atomizador nasal de vitamina B-12 para tratar la deficiencia de esta vitamina.

La deficiencia de vitamina B-12 no es común en los Estados Unidos. Sin embargo, las personas que siguen una dieta vegetariana o vegana podrían ser propensas a la deficiencia, ya que las verduras no contienen vitamina B-12. Los adultos mayores y las personas con afecciones del tracto digestivo que afectan la absorción de nutrientes también son susceptibles a la deficiencia de la vitamina B-12.

Si no se trata, la deficiencia de vitamina B-12 puede causar anemia, fatiga, debilidad muscular, problemas intestinales, daño en los nervios y trastornos del estado de ánimo.

La cantidad diaria recomendada de vitamina B-12 para adultos es 2,4 microgramos.

Lo que demuestran las investigaciones
Las investigaciones sobre el uso de vitamina B-12 para actividades y afecciones específicas han demostrado lo siguiente:

Enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos. Los investigadores anteriormente creían que la vitamina B-12 en combinación con ácido fólico (vitamina B9) y vitamina B-6 podría prevenir enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos al reducir los niveles de un aminoácido en la sangre (homocisteína). Sin embargo, los estudios demuestran que la combinación de estas vitaminas no parece reducir el riesgo ni la gravedad de la enfermedad cardiovascular y el accidente cerebrovascular.
Demencia. La deficiencia de vitamina B-12 está asociada con demencia y baja función cognitiva, pero no queda claro si los suplementos de vitamina B-12 pueden ayudar a prevenir o tratar la demencia.
Rendimiento atlético. Salvo que tengas una deficiencia de vitamina B-12, no hay evidencia que indique que los suplementos de vitamina B-12 te mejoren la energía o te hagan un mejor atleta.
Nuestra recomendación
Luz verde: Generalmente seguro
En general es seguro
La mayoría de las personas obtienen suficiente vitamina B-12 con una alimentación equilibrada. Sin embargo, los adultos mayores, los vegetarianos, los veganos y las personas con afecciones que alteran su capacidad de absorción de la vitamina B-12 de los alimentos podrían beneficiarse con el uso de suplementos orales.

Los suplementos de vitamina B-12 también se recomiendan para mujeres que están embarazadas o en período de lactancia exclusiva y tienen dietas vegetarianas o veganas.

Seguridad y efectos secundarios
Si se toman en dosis adecuadas, los suplementos de vitamina B-12 generalmente se consideran seguros. Aunque la cantidad diaria recomendada de vitamina B-12 para adultos es 2,4 microgramos, se ha descubierto que dosis más altas también son seguras. El cuerpo absorbe solo la cantidad necesaria y despide cualquier exceso a través de la orina.

Dosis altas de vitamina B-12, como las usadas para tratar una deficiencia, pueden causar lo siguiente:

Dolor de cabeza
Náuseas y vómitos
Diarrea
Fatiga o debilidad
Sensación de hormigueo en manos y pies
Interacciones
Entre las posibles interacciones, se incluyen las siguientes:

Ácido aminosalicílico (Paser). Tomar este medicamento que se usa para tratar problemas digestivos puede reducir la capacidad del cuerpo de absorber la vitamina B-12.
Colquicina (Colcrys, Mitigare, Gloperba). Tomar este medicamento antiinflamatorio que se usa para evitar y prevenir los ataques de gota puede reducir la capacidad del cuerpo de absorber la vitamina B-12.
Metformina (Glumetza, Fortamet, otros). Tomar este medicamento para la diabetes puede reducir la capacidad del cuerpo de absorber la vitamina B-12.
Inhibidores de la bomba de protones. Tomar omeprazol (Prilosec), lanzoprazol (Prevacid) u otros medicamentos para reducir el ácido estomacal puede disminuir la capacidad del cuerpo de absorber la vitamina B-12.
Suplementos de vitamina C (ácido ascórbico). Tomar vitamina B-12 junto con vitamina C puede reducir la cantidad disponible de vitamina B-12 en el cuerpo. Para evitar esta interacción, toma la vitamina C dos o más horas después de tomar el suplemento de vitamina B-12.

Lengua Fisurada o Agrietada por deficiencia de vitamina B12

Deficiencia de vitamina b12 lengua
Sin esta superficie áspera, la lengua puede estar dolorida y sensible a las comidas picantes. Este problema puede ocurrir debido a una falta de ácido fólico, hierro, riboflavina o vitamina B12 en la alimentación por un tiempo prolongado. Con una buena alimentación, los síntomas suelen mejorar al cabo de 2 a 4 semanas.




hemorragia de tubo digestivo bajo🩸

 


Causas de hemorragia de tubo digestivo bajo🩸

Hemorragia del Tubo Digestivo Bajo: Etiología, Diagnóstico y Manejo Clínico


Introducción

La hemorragia del tubo digestivo bajo (HTDB) es un problema clínico frecuente que puede representar un desafío diagnóstico y terapéutico. Se define como el sangrado de origen distal al ligamento de Treitz, es decir, que ocurre en el intestino delgado distal, colon o recto. Puede presentarse de manera aguda o crónica, y sus manifestaciones clínicas incluyen hematoquecia (sangrado rojo brillante en las heces) o melena en casos de tránsito lento.

La etiología de la HTDB varía según la edad del paciente y la presencia de comorbilidades. En este artículo, se explorarán las causas principales, el abordaje diagnóstico y el tratamiento basado en la evidencia actual.


Etiología de la Hemorragia del Tubo Digestivo Bajo

Existen múltiples causas de HTDB, las cuales pueden agruparse en patología vascular, inflamatoria, neoplásica e infecciosa. A continuación, se describen las principales etiologías:


1. Angiodisplasia (A)

La angiodisplasia es una anomalía vascular caracterizada por la dilatación de vasos sanguíneos en la mucosa intestinal, especialmente en el colon derecho. Se asocia con el envejecimiento y condiciones como insuficiencia renal crónica y estenosis aórtica (síndrome de Heyde).

Clínica: Sangrado intermitente y oculto, pudiendo causar anemia ferropénica crónica.

Diagnóstico: Colonoscopía con visualización de lesiones vasculares telangiectásicas; en casos difíciles, angiografía o cápsula endoscópica.

Tratamiento: Terapia endoscópica con coagulación por plasma de argón o láser; en casos refractarios, embolización o resección quirúrgica.


2. Cáncer Intestinal o Bowel Cancer (B)

El cáncer colorrectal es una de las principales causas de sangrado en adultos mayores y una de las neoplasias más frecuentes a nivel mundial. El sangrado suele ser crónico y microscópico, pero en algunos casos puede manifestarse como hematoquecia o rectorragia.

Clínica: Cambio en el hábito intestinal, pérdida de peso, anemia ferropénica y dolor abdominal.

Diagnóstico: Colonoscopía con biopsia; estudios de imagen como tomografía con contraste o resonancia magnética para estadificación.

Tratamiento: Cirugía, quimioterapia y/o radioterapia según el estadio.


3. Enfermedades Inflamatorias Intestinales: CUCI y Enfermedad de Crohn (C)

La colitis ulcerosa crónica idiopática (CUCI) y la enfermedad de Crohn son patologías inflamatorias crónicas que afectan el tracto digestivo.


CUCI: Se limita al colon y recto, caracterizándose por ulceraciones continuas en la mucosa.

Enfermedad de Crohn: Puede afectar cualquier segmento del tubo digestivo, con inflamación transmural y patrón de lesiones segmentarias.

Clínica: Diarrea sanguinolenta crónica, dolor abdominal, fiebre y pérdida de peso.

Diagnóstico: Colonoscopía con biopsia, estudios serológicos (pANCA, ASCA) y pruebas de imagen (enterografía por TC o RM).


Tratamiento: Corticoides, inmunomoduladores, biológicos (anti-TNF), cirugía en casos severos.


4. Diverticulosis (D)

La diverticulosis es la causa más común de HTDB en adultos mayores. Ocurre cuando los divertículos colónicos (pequeñas evaginaciones de la mucosa y submucosa) desarrollan hemorragia por ruptura de vasos subyacentes.

Clínica: Sangrado indoloro y súbito, generalmente autolimitado.

Diagnóstico: Colonoscopía, angiografía si el sangrado es activo, gamagrafía con eritrocitos marcados.

Tratamiento: Observación en casos leves; en sangrado persistente, embolización arterial o resección segmentaria del colon.


5. Hemorroides (E)

Las hemorroides son dilataciones venosas en el plexo hemorroidal anal, pudiendo ser internas (dentro del canal anal) o externas (por fuera del esfínter anal).

Clínica: Rectorragia con sangre roja brillante en el papel higiénico o en la superficie de las heces, prurito y dolor (si hay trombosis).

Diagnóstico: Inspección y anoscopía; en casos atípicos, colonoscopía para descartar otras causas.

Tratamiento: Modificación dietética, ligadura con bandas elásticas, escleroterapia, cirugía en casos avanzados.


6. Fístula Anal (F)

Una fístula anal es una conexión anormal entre el canal anal y la piel perianal, frecuentemente secundaria a abscesos o enfermedad de Crohn.

Clínica: Sangrado leve, dolor perianal, secreción purulenta, prurito.

Diagnóstico: Exploración física, anoscopía, resonancia magnética pélvica en casos complejos.

Tratamiento: Drenaje quirúrgico, fistulotomía o colgajos de avance en casos severos.


Abordaje Diagnóstico

El diagnóstico de la HTDB depende de la estabilidad hemodinámica y la presentación clínica:

1. Historia clínica y exploración física: Identificación de factores de riesgo (edad, comorbilidades, uso de AINEs o anticoagulantes).


2. Evaluación inicial:

Hemodinamia: Clasificación del sangrado (leve, moderado o severo).

Laboratorios: Hemoglobina, hematocrito, coagulación, pruebas de función hepática.


3. Métodos diagnósticos:

Colonoscopía: Primera línea en pacientes estables.

Angiografía: Útil en sangrados activos.

Cápsula endoscópica: Para evaluar el intestino delgado si la colonoscopía es negativa.

Tomografía computarizada: Para identificar diverticulitis, neoplasias o fístulas.


Manejo y Tratamiento

El tratamiento depende de la causa y la severidad del sangrado:

1. Medidas generales:

Estabilización hemodinámica con líquidos intravenosos y transfusión si es necesario.

Suspensión de anticoagulantes y ajuste de terapia si el paciente los usa.


2. Intervención endoscópica:

Electrocoagulación, esclerosis o clips endoscópicos para angiodisplasia.

Ligadura de hemorroides y polipectomía para pólipos hemorrágicos.


3. Intervención radiológica:

Embolización arterial en hemorragias activas refractarias a endoscopía.


4. Tratamiento quirúrgico:

Resección colónica en casos de neoplasia o diverticulosis hemorrágica persistente.


Conclusión

La hemorragia digestiva baja es un cuadro clínico heterogéneo con múltiples etiologías. Un abordaje sistemático basado en la estabilidad del paciente, la identificación del sitio del sangrado y el uso de herramientas diagnósticas adecuadas permite una intervención eficaz y reduce la mortalidad. La combinación de técnicas endoscópicas, radiológicas y quirúrgicas ha mejorado significativamente el pronóstico de estos pacientes.

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Epaminización (Fenitoinización) en el Manejo de Convulsiones y Estatus Epiléptico: Un Enfoque Farmacológico y Clínico Rigurosamente Técnico

 


Epaminización (Fenitoinización) en el Manejo de Convulsiones y Estatus Epiléptico: Un Enfoque Farmacológico y Clínico Rigurosamente Técnico


Introducción

La epaminización, también conocida como fenitoinización, es un proceso farmacológico utilizado en el tratamiento de convulsiones recurrentes, estatus epiléptico y prevención en trauma craneoencefálico grave. Su objetivo es alcanzar niveles plasmáticos terapéuticos de fenitoína, un anticonvulsivante de primera línea en el manejo de crisis epilépticas y en la prevención de nuevas convulsiones en pacientes en riesgo.


Este artículo abordará de manera extensa y con rigor científico los aspectos fundamentales de la fenitoína, incluyendo su farmacocinética, farmacodinamia, indicaciones, dosificación, ajuste terapéutico, efectos adversos y monitorización clínica.



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Farmacología de la Fenitoína


1. Farmacodinamia


La fenitoína es un anticonvulsivante con mecanismo de acción basado en la modulación de los canales de sodio dependientes de voltaje en las neuronas. Su acción principal es:


Bloqueo de los canales de sodio en estado inactivo, lo que estabiliza la membrana neuronal y previene descargas repetitivas sostenidas.


Reducción de la propagación de la crisis epiléptica al limitar la actividad eléctrica anómala en el SNC.


Efecto inhibitorio sobre la excitabilidad neuronal sin depresión significativa del sistema nervioso central.



2. Farmacocinética


La fenitoína posee una farmacocinética no lineal debido a su metabolismo saturable a nivel hepático por el sistema CYP2C9 y CYP2C19, lo que implica:


Absorción: Buena absorción oral, pero con variabilidad interindividual.


Distribución: Alta unión a proteínas plasmáticas (90-95%), lo que implica ajustes en pacientes con hipoalbuminemia o insuficiencia hepática.


Metabolismo: Hepático, con metabolismo saturable a dosis terapéuticas, lo que provoca un aumento desproporcionado en los niveles plasmáticos ante incrementos pequeños en la dosis.


Eliminación: Excreción renal como metabolitos inactivos. Su semivida varía ampliamente, pero en promedio es de 7-42 horas, dependiendo de la dosis y la saturación enzimática.




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Indicaciones Clínicas


La fenitoína es utilizada en diversas condiciones neurológicas, principalmente:


1. Crisis epilépticas tónico-clónicas generalizadas y focales.



2. Estatus epiléptico (fase de mantenimiento tras benzodiacepinas).



3. Prevención de convulsiones en pacientes con trauma craneoencefálico grave.



4. Convulsiones en el postoperatorio de neurocirugía.



5. Neuralgia del trigémino refractaria (uso no convencional).





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Esquema de Dosificación


1. Dosis de Carga


Dosis: 15-20 mg/kg de fenitoína intravenosa (IV).


Velocidad de infusión: ≤50 mg/min (para evitar toxicidad cardiovascular).


Monitoreo: ECG y presión arterial (riesgo de arritmias e hipotensión).


Equivalencia: En un adulto de 70 kg, esto equivale aproximadamente a 1050-1400 mg, lo que representa 4-5 ampollas de 250 mg.



2. Dosis de Mantenimiento


Dosis: 5-7 mg/kg/día, dividida en 2-3 dosis (cada 8-12 horas).


Ajuste terapéutico: Según niveles plasmáticos.


Meta terapéutica: 10-20 mcg/mL en plasma.


Vía de administración: IV o VO.



3. Ajustes en Casos Especiales


Hipoalbuminemia: Corrección de niveles plasmáticos debido a menor unión proteica.


Insuficiencia hepática: Reducir dosis por metabolismo hepático disminuido.


Interacciones farmacológicas: Inductores enzimáticos como rifampicina reducen sus niveles, mientras que inhibidores como el omeprazol los aumentan.




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Efectos Adversos y Toxicidad


1. Efectos Secundarios Comunes


Neurológicos: Nistagmo, ataxia, disartria, vértigo.


Gastrointestinales: Náuseas, vómitos.


Hematológicos: Anemia megaloblástica (por interferencia con el metabolismo del folato).


Dermatológicos: Hiperplasia gingival, hirsutismo.



2. Toxicidad Aguda


Fenitoína plasmática 20-30 mcg/mL: Ataxia, nistagmo, disartria.


Fenitoína >30 mcg/mL: Confusión, letargo, somnolencia.


Fenitoína >50 mcg/mL: Depresión del SNC, coma, arritmias.



3. Síndrome de Hipersensibilidad a la Fenitoína (DRESS)


Rash cutáneo, fiebre, eosinofilia y disfunción multiorgánica.


Requiere suspensión inmediata y tratamiento con corticoides.




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Monitorización y Consideraciones Clínicas


1. Monitorización Plasmática


Es fundamental realizar medición de niveles de fenitoína en:


Pacientes en dosis de mantenimiento prolongadas.


Pacientes con insuficiencia hepática o hipoalbuminemia.


Pacientes con síntomas de toxicidad neurológica.


Interacciones farmacológicas sospechadas.



2. Vía de Administración y Precauciones


IV rápida: Riesgo de síndrome de infusión rápida (hipotensión, arritmias).


IM: No recomendada por absorción errática.


Oral: Mejor opción para mantenimiento, pero con absorción variable.




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Fenitoína vs. Otros Anticonvulsivantes


La fenitoína ha sido reemplazada en algunas indicaciones por nuevos anticonvulsivantes con mejor perfil de seguridad, como:


Levetiracetam: Uso creciente en estatus epiléptico por menor toxicidad.


Ácido valproico: Alternativa en crisis focales y generalizadas.


Lacosamida: Eficaz en crisis focales sin interacciones enzimáticas significativas.




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Conclusión

La fenitoinización es un procedimiento crucial en el manejo de convulsiones y estatus epiléptico, pero requiere un ajuste preciso debido a su farmacocinética no lineal y riesgo de toxicidad. Su uso sigue vigente en ciertas indicaciones, aunque alternativas más seguras como levetiracetam o ácido valproico están ganando preferencia. Un monitoreo a

decuado de niveles plasmáticos, ajustes según la función hepática y renal, y vigilancia de efectos adversos son fundamentales para garantizar un tratamiento eficaz y seguro.


Fasciola (F. gigantica, F. hepatica). Fascioliasis

 


La fascioliasis es una enfermedad parasitaria animal (principalmente de rumiantes, pero también de cerdos, burros, llamas y alpacas) que puede ser transmitida a los seres humanos. Es una trematodiasis de transmisión alimentaria causadas por gusanos trematodos (también conocidos como "duelas"). La infección se adquiere cuando se ingieren, cruda o mal cocidas, plantas acuáticas o semi-acuáticas (particularmente berros, alfalfa, lechuga, y espinaca) que tienen adheridas las larvas del parásito apegados al tallo o a las hojas. Una vez en el cuerpo humano, el gusano se alberga en los principales conductos biliares y es responsable de la morbilidad severa. Las áreas endémicas se distribuyen en todo el mundo, pero algunas de las comunidades más afectadas se encuentran en la zona andina de América del Sur. Esta parasitosis causa enfermedades hepáticas y pulmonares graves. El triclabendazol es el único medicamento recomendado para su prevención y tratamiento, los países endémicos tienen la posibilidad de adquirirlo por donación, a través de la OMS.


Datos clave
En el continente americano, la única especie transmitida es F. hepática. Sin embargo, es escasa la información sobre la carga de fascioliasis en seres humanos y su distribución geográfica.
el 50% de los 2,39 millones de personas infectadas a escala mundial viven en Bolivia, Ecuador y Perú.Los altiplanos andinos representan las principales zonas endémicas del mundo, con altos niveles de prevalencia de la infección entre las comunidades autóctonas.
El triclabendazol es la única medicina recomendada por la OMS para el tratamiento de la fascioliasis humana.
Bolivia cuenta con el programa más grande del mundo de distribución del antiparasitario triclabendazol y está marcando las pautas para que otras zonas afectadas pongan en práctica las lecciones aprendidas de su experiencia en los últimos años.
Además, la fascioliasis tiene un importante impacto económico, que está vinculado a las pérdidas en las industrias ganaderas, debido a la disminución de la productividad de los animales, así como a las restricciones a las exportaciones y la reducción de la demanda del consumidor.
Cada año se pierden en el mundo 2 millones de años de vida ajustados en función de la discapacidad (AVAD) debido a las trematodiasis de transmisión alimentaria.


Fasciola
La duela del hígado (Fasciola hepatica) es una especie de platelminto trematodo (duela) de la subclase Digenea, caracterizado por su forma lanceolada, con dos ventosas, una bucal y otra ventral, y un ciclo biológico con dos generaciones (digeneo) en dos hospedadores, un molusco gasterópodo anfibio y un mamífero. Es parásito de los canales biliares y la vesícula biliar de herbívoros y omnívoros, incluido el ser humano; es el agente causal de una de las parasitosis más difundidas del ganado, la fascioliasis (o fasciolosis), que es considerada como una de las enfermedades parasitarias más importantes del mundo de los rumiantes domésticos.

La presencia de esta enfermedad varía notablemente según las regiones geográficas, dependiendo de factores como el desarrollo agrícola, carencias nutricionales, micro y macro clima del medio, volumen y altura de los pastos, estado inmunitario y nutritivo del huésped definitivo e intermediario, número de huevos y larvas infestantes en el ambiente, etc.

ENFERMEDADES

¿QUIERES SABER CÓMO ES?

Helminto. Género: Fasciola (F. gigantica, F. hepatica)


Características
Trematodo.


Distribución
F. gigantica: regiones tropicales. F. hepatica: cosmopolita.

Reservorio. Herbívoros.

Mecanismo de transmisión: Ingesta de vegetales (berros, lechuga, menta, alfalfa y perejil) o agua contaminados. No se transmite de persona a persona.

Período de incubación: F. hepatica: 2-3 meses (los síntomas pueden tardar varios meses más en aparecer).

Infección
Fase aguda: fiebre, dolor en hipocondrio derecho y hepatomegalia con eosinofilia.

Fase crónica: obstrucción biliar, colangitis esclerosante, cirrosis biliar, pancreatitis aguda. Migración ectópica ocasional a tejido celular subcutáneo abdominal (más frecuente), pulmones, corazón, SNC, músculo, tracto genitourinario y piel. Faringitis edematosa (Halzoun) en algunas áreas como Oriente medio (infrecuente).

Diagnóstico
Examen de heces concentradas o de bilis obtenida por aspirado duodenal (huevos no embrionados). Detección de Ag en heces. Serología.

Tratamiento
Triclabendazol 10 mg/kg, 1-2 día oral.

Alternativas. Bithionol 30-50 mg/kg oral a días alternos, 10-15 dosis, nitazoxanida 500 mg/12 h oral (niños 4-11 años, 200 mg/12; 1-3 años, 100 mg/12 h), 7 días. Si la infección es grave deben administrarse corticoides (durante la fase aguda). CPRE y extracción de los parásitos en caso de obstrucción biliar.
https://fundacionio.com/salud-io/enfermedades/parasitos/fasciola/

Fasciola spp. es un gusano plano, perteneciente al filo de los helmintos subfilo de los platelmintos. Los gusanos adultos son hermafroditas, tienen el cuerpo aplanado con forma de hoja y con ventosas orales y ventrales que actúan como órganos de fijación. Su tamaño oscila entre 20-30 milímetros (mm) de largo por 13 mm de ancho.

Los huevos son elipsoides, operculados, de color pardo amarillento y con un tamaño de 130 μm-150 μm de largo por 60 μm-90 μm de ancho.

La forma larvaria infectante o metacercaria mide alrededor de 0,2 mm de diámetro y tienen una cubierta dura.

Su ciclo de vida es indirecto en él participan dos hospedadores. El ciclo comienza cuando el hospedador animal o humano ingiere las metacercarias adheridas a la vegetación acuática; una vez ingeridas, migran a través de la pared intestinal, la cavidad abdominal y el tejido hepático hacia los conductos biliares, donde, al cabo de 2 o 3 meses, se desarrollan como gusanos adultos maduros que producen huevos. Los huevos sin embrionar son transportados por la bilis y expulsados al exterior en las heces del hospedador. En el exterior y cuando las condiciones son favorables, los huevos se desarrollan y eclosionan liberando el embrión ciliado o miracidio. El miracidio nada unas horas para penetrar en el siguiente hospedador, que es un caracol. En el interior del caracol el miracidio sigue desarrollándose, madura y se reproduce asexualmente dando lugar a las nuevas larvas o cercarias (un solo miracidio puede producir unas 320 cercarias) que salen al medio exterior acuático, normalmente a finales del verano, donde continúan su desarrollo, se adhieren a la vegetación y se transforman en metarcercarias, que enquistadas en la vegetación permanecen infectivas varios meses).

Viabilidad, propagación y transmisión
Reservorio
Agua dulce, vegetación acuática, animales herbívoros y caracoles anfibios.

Hospedadores
Humanos como hospedadores accidentales; animales, principalmente herbívoros, como ovinos, caprinos y bovinos, pero también equinos, porcinos, aves (patos), roedores, liebres, conejos como hospedadores definitivos; y los caracoles de la familia Lymnaeidae como hospedadores intermediarios.

Dosis Infectiva Mínima (DIM)
Se desconoce en la actualidad.

Supervivencia ambiental
Las metacercarias se encuentran adheridas a las plantas acuáticas o flotando en el agua, normalmente en aguas poco profundas, zonas pantanosas o pastos inundados, en las que pueden llegar a sobrevivir hasta un año a temperaturas de 12-14 ºC; sin embargo, pocas sobreviven a temperaturas bajo cero en invierno o a veranos calurosos y secos.

Los huevos resisten temperaturas de 0-37 °C, pero solo se desarrollan en ambientes acuáticos entre los 10-30 °C.

El miracidio necesita invadir un caracol en menos de 8 horas para poder sobrevivir.

Formas de resistencia
Las metacercarias tienen una cubierta dura, resistente a condiciones ambientales adversas como la desecación (sobreviven en heno recolectado de prados infectados).

Mecanismo de propagación y transmisión
La transmisión se produce principalmente por la ingesta accidental de las metacercarias presentes en el agua o la vegetación acuática, sobre todo al comer vegetales acuáticos o contaminados como berros, lechuga, achicoria, diente de león, alfalfa, etc.

También, aunque en raras ocasiones, se han producido infecciones en humanos por comer hígado de oveja o cabra crudo o mal cocido que contenía el estado inmaduro del parásito (4).

La transmisión es frecuente en zonas ganaderas con un clima moderado y lluvias intensas, debido a que el ganado herbívoro infectado, principalmente las ovejas, contaminan con sus heces el agua y las plantas acuáticas (zoonosis). Los huevos excretados por humanos raramente conducen a la producción de un miracidio.

No se transmite directamente de animal a persona o de persona a persona, porque los huevos presentes en las heces frescas de los hospedadores no son infecciosos.

Vías de entrada
Digestiva.

Distribución geográfica
Mundial, excepto en la Antártida. Principalmente en América del Sur (la mayoría de los casos se producen en las tierras altas andinas de Bolivia y Perú), África, Oriente Medio, Europa y la región del Pacífico.

Actividades laborales con riesgo
Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE)
Tabla de actividades según la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE)
CNAE 2009 Descripción
A0111 Cultivo de cereales (excepto arroz), leguminosas y semillas oleaginosas
A0112 Cultivo de arroz
A0113 Cultivo de hortalizas, raíces y tubérculos
A0114 Cultivo de caña de azúcar
A0115 Cultivo de tabaco
A0116 Cultivo de plantas para fibras textiles
A0119 Otros cultivos no perennes
A0141 Explotación de ganado bovino para la producción de leche
A0142 Explotación de otro ganado bovino y búfalos
A0143 Explotación de caballos y otros equinos
A0145 Explotación de ganado ovino y caprino
A0146 Explotación de ganado porcino
A0147 Avicultura
A0149 Otras explotaciones de ganado
A0150 Producción agrícola combinada con la producción ganadera
A0162 Actividades de apoyo a la ganadería
C1031 Procesado y conservación de patatas
C1032 Elaboración de zumos de frutas y hortalizas
C1039 Otro procesado y conservación de frutas y hortalizas
G4631 Comercio al por mayor de frutas y hortalizas
G4721 Comercio al por menor de frutas y hortalizas en establecimientos especializados
H4941 Transporte de mercancías por carretera
I5610 Restaurantes y puestos de comidas
M7211 Investigación y desarrollo experimental en biotecnología
M7219 Otra investigación y desarrollo experimental en ciencias naturales y técnicas
M7500 Actividades veterinarias
Q8690 Otras actividades sanitarias
Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO)
Tabla de ocupaciones según la Clasificación Nacional de Ocupaciones (CNO)
CNO 2011 Descripción
2130 Veterinarios
2421 Biólogos, botánicos, zoólogos y afines
3141 Técnicos en ciencias biológicas (excepto en áreas sanitarias)
3142 Técnicos agropecuarios
3313 Técnicos en anatomía patológica y citología
3314 Técnicos en laboratorio de diagnóstico clínico
3327 Ayudantes de veterinaria
5000 Camareros y cocineros propietarios
5110 Cocineros asalariados
5120 Camareros asalariados
6110 Trabajadores cualificados en actividades agrícolas (excepto en huertas, invernaderos, viveros y jardines)
6120 Trabajadores cualificados en huertas, invernaderos, viveros y jardines
6201 Trabajadores cualificados en actividades ganaderas de vacuno
6202 Trabajadores cualificados en actividades ganaderas de ovino y caprino
6203 Trabajadores cualificados en actividades ganaderas de porcino
6204 Trabajadores cualificados en apicultura y sericicultura
6205 Trabajadores cualificados en la avicultura y la cunicultura
6209 Trabajadores cualificados en actividades ganaderas no clasificados bajo otros epígrafes
6300 Trabajadores cualificados en actividades agropecuarias mixtas
9511 Peones agrícolas (excepto en huertas, invernaderos, viveros y jardines)
9512 Peones agrícolas en huertas, invernaderos, viveros y jardines
9520 Peones ganaderos
9530 Peones agropecuarios
Efectos sobre la salud
Grupo de riesgo
2 (Ver Anexo II RD 664/1997 )
Infección
Fasciolosis o fasciolasis o fascioliasis o distomatosis hepatobiliar: raramente afecta a humanos, la mayoría de los casos se deben a F. hepatica. El periodo de incubación es de 15 días a un mes. En un primer momento, como consecuencia de la migración y maduración de las larvas, se producen unos síntomas inespecíficos conocidos como "toxina infecciosa", se corresponde con la fase agua de la enfermedad, pueden durar meses e incluyen fiebre, fatiga cada vez más intensa, dolor abdominal, deterioro del estado general, náuseas, vómitos, diarrea, hepatomegalia, dolor hepático (a veces ictericia), prurito, urticaria, eosinofilia y algo de anemia. Después, al cabo de 3 a 5 meses de la infección, como consecuencia de la presencia del gusano adulto en los conductos biliares, se produce la fase crónica con manifestaciones como: obstrucción e inflamación biliar, colangitis, colicistitis, ictericia, cólico hepático, cirrosis y fibrosis del hígado.

Ocasionalmente pueden darse localizaciones ectópicas de la infección (fasciolosis ectópica), por ejemplo en la pared intestinal, en los pulmones, en el tracto genitourinario, en el cerebro, en el tejido subcutáneo o en la mucosa faríngea.

La gravedad de la enfermedad depende de la cantidad de metacercarias ingeridas, que en humanos suele ser baja y, por tanto, la enfermedad es leve.

Efectos alérgicos (Ver Anexo II RD 664/1997 ) / (Ver Allergen )
No se han descrito

Efectos tóxicos (Ver Anexo II RD 664/1997 )
No se han descrito

Efectos cancerígenos (Ver International Agency for Research On Cancer - IARC )
No se han descrito

Efectos en la maternidad
No se han descrito

Enfermedad
Tabla de enfermedades según la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE)
CIE-10 Nombre Enfermedad de Declaración Obligatoria
B66.3 Fascioliasis No
Prevención y control
Desinfectantes
El gusano es sensible a hipoclorito sódico de 1.000-5.000 partes por millón (ppm) y a glutaraldehído al 2 %.

Inactivación física
Inactivación con calor (autoclave), las metacercarias mueren a temperaturas superiores a 60 ºC durante algunos minutos y a inferiores a -18 ºC.

Antimicrobianos
Triclabendazol, bitionol, dehidroemetina, praziquantel.

Vacunación
No disponible

Medidas preventivas generales
Control higiénico-sanitario del agua y de los alimentos, principalmente de vegetales frescos (berros).

Evitar comer vegetales, carne o vísceras crudas y beber agua sin tratar, especialmente en zonas endémicas.

Evitar o controlar la presencia de caracoles en las zonas de pastoreo y de cultivo mediante distintos métodos, como por ejemplo mediante: el drenaje del terreno, la eliminación de la vegetación marginal para evitar los remansos de agua donde viven los caracoles y la aplicación de molusquicidas.

Control sanitario de los animales, principalmente ovinos, caprinos y bovinos.

Diseño adecuado de los locales de trabajo, con superficies impermeables, lisas y fáciles de limpiar. Limpieza y desinfección periódica de los lugares de trabajo, instalaciones y equipos.

Manipulación y eliminación adecuada de residuos (heces, cadáveres, vísceras o despojos de los animales) y control de las aguas de riego, según las legislaciones específicas.

Adecuadas medidas de higiene: lavado de manos con agua y jabón al finalizar la jornada laboral, después de quitarse los guantes y tras el contacto con elementos contaminados. Limpieza y desinfección de cortes, arañazos o heridas en la piel, evitar el contacto de las mismas con elementos contaminados. Cubrir las heridas con apósitos estériles e impermeables. Utilizar ropa de trabajo y equipos de protección individual.

Precauciones en centros sanitarios
En hospitales, centros sanitarios y veterinarios, adoptar las Precauciones Estándar (10).

EPI
Protección de las manos: guantes de protección frente a microorganismos para manipular especímenes o materiales que pueden estar contaminados.

Pantalla de protección facial (símbolo de marcado en montura: 3) en caso de riesgo de exposición a salpicaduras.

Seguridad en laboratorio
Nivel de contención: 2

El principal riesgo es la ingesta, la inoculación accidental y las salpicaduras a las mucosas.

Las muestras o especímenes más peligrosos son: muestras ambientales de agua, suelo o vegetales contaminados y muestras de heces, tejido hepático y conductos biliares, que pueden contener duelas y huevos maduros.

Se requieren las prácticas y la contención de un nivel 2 de bioseguridad. Utilizar cabina de seguridad biológica, cuando se puedan producir bioaerosoles, salpicaduras o se trabaje con grandes cantidades. Se debe evitar o reducir el uso de material cortante o punzante. Además, se deben seguir unas correctas prácticas de higiene, lavado de manos, uso de guantes y ropa de trabajo; así como una eliminación adecuada de residuos.

Bibliografía
A. Cosme, E. Ojeda, G. Cilla, J. Torrado, L. Alzate, X. Beristain, V. Orive, JI. Arenas. Fasciolasis hepatobiliar. Estudio de una serie de 37 pacientes. Gastroenterología y Hepatología. 2001; 24: 375-380.
Agence nationale de sécurite sanitaire de l’alimentation de environnement et du travail (anses). Fiche de descriptition de danger biologique transmissible par les aliments. Fasciola hepatica. 2016.
Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Biosafety in Microbiological and Biomedical Laboratories. 6th edition. 2020.
Centers for Disease Control and Prevention (CDC). Parasites. Parasites. Fasciola. 2020.
Institut national de recherche et de sécurité (INRS). BAse d'OBservation des Agents Biologiques. Fasciola hepatica. 2022.
Ministerio de Sanidad y Consumo. Guía de enfermedades infecciosas importadas. 2008.
Organización Mundial de la Salud (OMS). Fascioliasis.
Organización Panamericana de la Salud (OPS). ZOONOSIS Y ENFERMEDADES TRANSMISIBLES COMUNES AL HOMBRE Y A LOS ANIMALES. Volumen III. Parasitosis. 3ª edición. 2003.
Public Health Agency of Canada. Pathogen Safety Data Sheets: Infectous Susbstances – Fasciola hepatica, Fasciola gigantica. 2011.
Servicio Riojano de Salud. Precauciones de aislamiento en centros sanitarios. 2008.
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). FASCIOLOSIS o FASCIOLASIS o FASCIOLIASIS. 2016.

Romiplostim como Contramedida Médica ante Exposición a Radiación: Aplicaciones en el Ámbito Militar y Médico

 

Romiplostim como Contramedida Médica ante Exposición a Radiación: Aplicaciones en el Ámbito Militar y Médico


Resumen


La exposición a radiación ionizante puede provocar el síndrome agudo por radiación (ARS, Acute Radiation Syndrome), una condición grave caracterizada por daño hematopoyético, gastrointestinal y neurológico. En particular, la afectación de la médula ósea conlleva a trombocitopenia severa, aumentando el riesgo de hemorragias y disminuyendo la supervivencia en escenarios de contaminación radiactiva o explosiones nucleares. Romiplostim, un análogo de la trombopoyetina (TPO), ha sido recientemente aprobado e incorporado al Stock Nacional de Contramedidas Médicas de EE. UU. para el tratamiento de la trombocitopenia inducida por radiación. Este artículo revisa su mecanismo de acción, aplicaciones clínicas, uso en escenarios CBRN (Químico, Biológico, Radiológico y Nuclear), y su integración en protocolos de respuesta médica táctica.


1. Introducción

Los eventos de exposición a radiación, ya sean por accidentes nucleares (Chernóbil, Fukushima), terrorismo radiológico o conflictos bélicos, representan una amenaza para la salud pública y la seguridad nacional. La mortalidad por ARS se debe principalmente a la destrucción de las células madre hematopoyéticas en la médula ósea, lo que resulta en pancitopenia severa con alto riesgo de hemorragia e infección.

Las estrategias actuales de tratamiento incluyen:

1. Factores estimulantes de colonias (G-CSF, GM-CSF) para la recuperación de neutrófilos.


2. Terapia de soporte con transfusiones de plaquetas y antibióticos.


3. Agentes trombopoyéticos como romiplostim para restaurar la producción de plaquetas.

El uso de romiplostim representa un avance significativo en la mitigación del daño hematopoyético por radiación y ofrece una alternativa terapéutica en entornos militares y civiles expuestos a radiación.


2. Fisiopatología del Síndrome Agudo por Radiación

El ARS se presenta cuando un individuo recibe una dosis significativa de radiación ionizante en un corto período de tiempo. Sus manifestaciones clínicas varían según la dosis absorbida:

Dosis de Radiación y sus Efectos Clínicos

1 a 2 Gy: Linfopenia leve, fatiga, náuseas.

2 a 6 Gy: Pancitopenia, hemorragias, infecciones.

6 a 10 Gy: Insuficiencia de médula ósea, daño intestinal severo.

>10 Gy: Compromiso neurológico, alta mortalidad en 48h.

A dosis >2 Gy, la médula ósea deja de producir plaquetas, aumentando el riesgo de hemorragias incontrolables. Aquí es donde interviene romiplostim, un agonista del receptor de la trombopoyetina.


3. Romiplostim: Mecanismo de Acción y Farmacocinética

Romiplostim es un péptido de fusión recombinante que actúa como agonista del receptor de trombopoyetina (TPO-R) en la médula ósea, promoviendo la diferenciación y proliferación de megacariocitos para aumentar la producción de plaquetas.

Farmacocinética de Romiplostim

Administración: Subcutánea.

Tiempo de vida media: 3-4 días.

Efecto máximo: Incremento de plaquetas en 5-14 días.

Metabolismo: Degradación proteolítica sin metabolización hepática significativa.


4. Uso de Romiplostim en el Tratamiento del ARS


4.1. Comparación con Otros Tratamientos

G-CSF / GM-CSF: Estimula la producción de neutrófilos, utilizado en neutropenia inducida por radiación.

Eritropoyetina: Aumenta la producción de eritrocitos, indicado en anemia severa.

Romiplostim: Acelera la producción de plaquetas, indicado en trombocitopenia inducida por radiación.

Romiplostim no reemplaza a los factores estimulantes de colonias (G-CSF), sino que complementa el tratamiento, reduciendo la necesidad de transfusiones de plaquetas y disminuyendo la mortalidad por hemorragia.


4.2. Dosificación en ARS

Los estudios en modelos animales han evaluado diferentes esquemas de administración:


1. Dosis única de 10 μg/kg SC.


2. Tres dosis consecutivas en días alternos.


3. Esquema extendido con inyecciones semanales durante 4 semanas.

Los resultados indican que el régimen óptimo depende de la severidad de la exposición y la disponibilidad de recursos.



5. Aplicaciones en Escenarios CBRN

La integración de romiplostim en protocolos de respuesta a amenazas radiológicas y nucleares ofrece ventajas significativas en:

Atención de víctimas de explosiones nucleares.

Manejo de contaminación radiológica (suciedad nuclear).

Mitigación de los efectos de la radioterapia en emergencias.


5.1. Uso en Operaciones Militares y de Seguridad Nacional

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. ha incorporado romiplostim en su Stock Nacional de Contramedidas Médicas, junto con filgrastim (G-CSF) y agentes quelantes como el DTPA (ácido dietilentriaminopentaacético) para descontaminación de radionucleidos.

Los protocolos de tratamiento en escenarios militares incluyen:

Administración inmediata de factores estimulantes de colonias.

Romiplostim para manejo de trombocitopenia post-radiación.

Monitoreo de biomarcadores hematológicos (recuento plaquetario, neutropenia).

Soporte transfusional en casos graves.


6. Desafíos y Limitaciones

A pesar de su promesa como agente terapéutico en radiación, romiplostim enfrenta varios desafíos:

Falta de estudios clínicos en humanos expuestos a radiación. La mayoría de los datos provienen de modelos animales y simulaciones.

Costo y disponibilidad. Su producción es costosa y su acceso limitado en regiones sin preparación para eventos radiológicos.

Posibles efectos adversos. Puede inducir trombocitosis en dosis inadecuadas, aumentando el riesgo de eventos trombóticos.



7. Conclusión

Romiplostim representa un avance significativo en la mitigación del daño hematopoyético inducido por radiación. Su inclusión en el Stock Nacional de Contramedidas Médicas refuerza su potencial para mejorar la supervivencia en escenarios de emergencia radiológica y nuclear. Aunque su uso en CBRN aún está en fase de evaluación, su combinación con factores estimulantes de colonias y terapias de soporte ofrece un enfoque integral para el tratamiento del síndrome agudo por radiación.

El futuro de la medicina radiológica dependerá del desarrollo de estrategias terapéuticas combinadas y de una mejor preparación ante eventos de exposición masiva.


8. Referencias

1. Dainiak, N. et al. “Medical Management of Acute Radiation Syndrome and Associated Hematopoietic Injury.” Hematology/Oncology Clinics of North America, 2021.

2. Singh, V.K. et al. “Use of Thrombopoietic Agents in Radiation Exposure: Romiplostim and its Role.” International Journal of Radiation Biology, 2022.

3. U.S. Department of Health & Human Services. “Radiation Countermeasures in the National Stockpile.” 2023.

4. Amgen Inc. "Nplate (Romiplostim): Mechanism of Action and Indications." Drug Safety Report, 2023.


☢️ "La medicina radiológica no es solo una cuestión de tratamiento, sino de preparación estratégica ante amenazas futuras."


Neurobiología de la Adicción Alimentaria: Mecanismos Neuroendocrinos y Circuitos Cerebrales Implicados



Neurobiología de la Adicción Alimentaria: Mecanismos Neuroendocrinos y Circuitos Cerebrales Implicados

Autor: Dr. Ramón Reyes, MD


Resumen Ejecutivo

La adicción alimentaria emerge como una entidad nosológica que trasciende los límites de la conducta alimentaria normal, compartiendo sustratos neurobiológicos con la dependencia a sustancias psicoactivas. Este fenómeno se caracteriza por una disfunción en el eje hipotálamo-corteza prefrontal-sistema mesolímbico, donde el refuerzo positivo mediado por dopamina y la tolerancia inducida por alimentos hiperpalatables desempeñan un papel central. Esta revisión examina en detalle los circuitos neurales implicados, los sistemas de señalización neuroendocrina periférica y central, los factores predisponentes genéticos y epigenéticos, y las estrategias terapéuticas emergentes, que abarcan desde intervenciones farmacológicas y psicológicas hasta enfoques neuroquirúrgicos y de modificación del microbioma.

Introducción

El comportamiento alimentario humano está gobernado por una interacción dinámica entre señales homeostáticas periféricas —que reflejan necesidades energéticas— y circuitos cerebrales hedonistas que procesan el placer y la recompensa asociados a la ingesta. En condiciones fisiológicas, este sistema asegura un equilibrio adaptativo. Sin embargo, en individuos susceptibles, los alimentos ultraprocesados, ricos en sacarosa, grasas saturadas, sal y aditivos como el glutamato monosódico, pueden desencadenar respuestas neurobiológicas de tipo adictivo que anulan los mecanismos regulatorios del apetito. Esta desregulación se manifiesta como hiperfagia no homeostática, compulsividad y pérdida de control, características que subyacen al binge eating disorder (BED) y al food addiction syndrome. Este artículo explora los fundamentos neurobiológicos de la adicción alimentaria, sus paralelismos con las toxicomanías clásicas y las implicaciones para su manejo clínico.

Neuroanatomía Funcional Implicada

La adicción alimentaria involucra una red interconectada de estructuras cerebrales que regulan el apetito, la recompensa y el control ejecutivo. A continuación, se describen las principales regiones implicadas:

Hipotálamo

Centro neuroendocrino clave, integra señales periféricas de hambre y saciedad. El núcleo arcuato alberga poblaciones neuronales antagónicas: las neuronas NPY/AgRP (orexigénicas) estimulan el apetito, mientras que las neuronas POMC/CART (anorexigénicas) lo inhiben. Estas poblaciones están moduladas por hormonas como la leptina, la insulina y la grelina, cuya desregulación altera el equilibrio homeostático.

Área Tegmental Ventral (ATV) y Núcleo Accumbens (NAc)

Componentes esenciales del sistema mesolímbico dopaminérgico, procesan la recompensa, el refuerzo y la motivación. La liberación dopaminérgica en el NAc tras la ingesta de alimentos hiperpalatables es comparable a la inducida por psicoestimulantes como la anfetamina o la cocaína, promoviendo un ciclo de búsqueda compulsiva.

Corteza Prefrontal (Dorsolateral y Ventromedial)

Regiones críticas para el control inhibitorio, la toma de decisiones y la valoración anticipatoria de las consecuencias. La hipofunción prefrontal, evidenciada en estudios de neuroimagen, facilita la impulsividad y la perseverancia de conductas alimentarias disfuncionales.

Hipocampo

Participa en la consolidación de memorias hedónicas relacionadas con experiencias alimentarias gratificantes. Su interacción con señales de saciedad (colecistoquinina, GLP-1) se ve alterada por la exposición crónica a estímulos hiperpalatables, reforzando asociaciones patológicas.

Tálamo y Corteza Insular

El tálamo actúa como relevo sensorial, mientras que la corteza insular integra información gustativa, olfativa y visceral, amplificando respuestas anticipatorias al alimento. Su hiperactivación contribuye al craving en presencia de señales ambientales.

Amígdala (nueva adición)

Modula las respuestas emocionales al alimento, especialmente en contextos de estrés o ansiedad, factores desencadenantes comunes de atracones.

Neuroquímica del Refuerzo Alimentario

La exposición repetida a alimentos hiperpalatables induce adaptaciones neuroquímicas que subyacen a la adicción:

Dopamina: La liberación masiva en el núcleo accumbens genera sensibilización incentiva (aumento del "wanting" o deseo) sin un incremento proporcional del "liking" (placer). Con el tiempo, se desarrolla tolerancia, reduciendo la respuesta dopaminérgica y promoviendo una ingesta compensatoria. Este patrón refleja una disrupción de la homeostasis dopaminérgica basal, similar a la observada en la adicción a opioides.

Endorfinas Endógenas: Potencian la euforia postprandial, reforzando el comportamiento alimentario mediante la activación de receptores opioides en el sistema límbico.

GABA y Glutamato: Regulan el balance entre inhibición y excitación en los circuitos de recompensa. Una hiperactividad glutamatérgica en el NAc puede exacerbar el craving, mientras que una inhibición GABAérgica insuficiente dificulta el control de impulsos.

Serotonina (5-HT): Influye en la saciedad y el estado de ánimo. Su déficit, común en trastornos alimentarios, se asocia con hiperfagia impulsiva.

Orexinas (nueva adición): Secretadas por el hipotálamo lateral, estas neuropéptidas vinculan el apetito con la recompensa, amplificando la motivación por alimentos hedónicos en respuesta a estímulos contextuales.

Eje Neuroendocrino Periférico

Las señales hormonales periféricas interactúan con los circuitos centrales para regular la ingesta, pero en la adicción alimentaria, esta comunicación se ve desbordada:

Grelina: Hormona orexigénica producida por el estómago, cruza la barrera hematoencefálica y estimula las neuronas NPY/AgRP. Sus niveles elevados durante el ayuno o el estrés intensifican el craving.

Leptina: Secretada por el tejido adiposo, inhibe el apetito al actuar sobre las neuronas POMC. La resistencia a la leptina, frecuente en obesidad, reduce esta inhibición, perpetuando la hiperfagia.

Insulina: Similar a la leptina, suprime las neuronas orexigénicas, pero su acción se ve limitada por inflamación crónica o resistencia periférica.

Péptido YY (PYY) y GLP-1: Secretados por el intestino tras la ingesta, promueven saciedad. Su efecto se atenúa en la adicción alimentaria debido a la predominancia del refuerzo dopaminérgico.

Cortisol (nueva adición): Liberado en respuesta al estrés vía el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HPA), aumenta la apetencia por alimentos hipercalóricos y exacerba los atracones.

Esta disrupción en la retroalimentación negativa favorece una ingesta impulsiva sostenida, incluso en ausencia de déficit energético.

Factores Predisponentes (nueva sección)

La susceptibilidad a la adicción alimentaria no es uniforme y depende de factores genéticos, epigenéticos y ambientales:

Genéticos: Polimorfismos en el gen del receptor D2 de dopamina (DRD2, alelo TaqIA A1) se asocian con una menor densidad de receptores dopaminérgicos, predisponiendo a comportamientos compulsivos.

Epigenéticos: La exposición prenatal a dietas altas en grasas o estrés materno puede modificar la expresión génica en circuitos de recompensa, aumentando la vulnerabilidad.

Ambientales: La disponibilidad de alimentos ultraprocesados, el marketing agresivo y el estrés crónico potencian el riesgo.

Fisiopatología del Atracón

El atracón (binge) es el evento clínico central de la adicción alimentaria, caracterizado por una hiperfagia impulsiva desencadenada por factores emocionales (estrés, ansiedad), ambientales (señales visuales/olfativas) o neuroquímicos (abstinencia dopaminérgica). Su ciclo incluye:

Anticipación (Craving): Activación de la amígdala y el NAc ante estímulos condicionados.

Consumo (Refuerzo): Pérdida transitoria del control prefrontal y liberación dopaminérgica masiva.

Abstinencia (Disforia): Caída dopaminérgica post-ingesta, acompañada de culpa o malestar físico.

Recaída: Búsqueda renovada del alimento para aliviar la disforia.

Este patrón replica el ciclo de las adicciones clásicas, evidenciando una base neurobiológica compartida.

Estrategias Terapéuticas

El manejo de la adicción alimentaria requiere un enfoque integrador:

Intervención Psicofarmacológica  

Inhibidores de Recaptación de Dopamina/Noradrenalina: Lisdexanfetamina (aprobada para BED) reduce el craving y la impulsividad.  

Antagonistas Opioides: Naltrexona disminuye el placer hedónico.  

Agonistas GLP-1: Liraglutida y semaglutida modulan la saciedad y la motivación alimentaria.  

ISRS: Fluoxetina mejora el control emocional y reduce atracones.  

Moduladores de Orexina (nueva adición): Antagonistas como suvorexant, en estudio, podrían reducir la apetencia hedónica.

Terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

Reestructura patrones disfuncionales, identifica desencadenantes y entrena habilidades de autorregulación. La TCC basada en mindfulness mejora la conciencia interoceptiva.

Intervención Neuroquirúrgica Experimental

La estimulación cerebral profunda (DBS) en el núcleo accumbens o el hipotálamo lateral muestra resultados preliminares prometedores en casos refractarios, al regular la actividad dopaminérgica.

Modificación del Microbioma (nueva adición)

La microbiota intestinal influye en la señalización neuroendocrina (ej., GLP-1, serotonina). Probióticos y dietas ricas en fibra podrían restablecer el eje intestino-cerebro.

Enfoques Nutricionales

Dietas bajas en ultraprocesados, combinadas con reeducación alimentaria, buscan reducir la sensibilización dopaminérgica y restaurar la homeostasis.

Discusión

La adicción alimentaria desafía las nociones tradicionales de voluntad, emergiendo como un trastorno neurobiológico con profundas implicaciones clínicas y sociales. Su similitud con las adicciones químicas permite adaptar estrategias terapéuticas establecidas, pero plantea retos únicos: la imposibilidad de abstinencia total y la omnipresencia de alimentos hiperpalatables en el entorno moderno. Los avances en neuroimagen (fMRI, PET) y biomarcadores genéticos (ej., DRD2) abren la puerta a tratamientos personalizados. Además, la interacción bidireccional entre el estrés, el microbioma y los circuitos de recompensa sugiere nuevas vías de investigación y manejo.

Conclusión

La adicción alimentaria es una disfunción neuroendocrina y conductual que trasciende la falta de autocontrol, con raíces en la plasticidad cerebral, la desregulación hormonal y la influencia ambiental. Reconocerla como una entidad clínica legítima desestigmatiza a los pacientes y fomenta intervenciones integradas que combinen farmacoterapia, psicoterapia, nutrición y, potencialmente, neuromodulación. A medida que la neurociencia avanza, las terapias basadas en biomarcadores y neuroimagen prometen transformar el abordaje de este trastorno emergente.

Referencias Científicas

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Gearhardt AN, Corbin WR, Brownell KD. Food addiction: an examination of the diagnostic criteria for dependence. J Addict Med. 2009;3(1):1-7.  

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Avena NM, Rada P, Hoebel BG. Evidence for sugar addiction: behavioral and neurochemical effects of intermittent, excessive sugar intake. Neurosci Biobehav Rev. 2008;32(1):20-39.  

Fetissov SO, Meguid MM. Gut-brain axis in regulation of appetite and metabolism. Curr Opin Clin Nutr Metab Care. 2019;22(5):351-356.

Firmado:

Dr. Ramón Reyes, MD

Fecha: 6 de abril de 2025


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