👀🏃🏻♂️🐆😲Unos simples lentes de contacto casi lo expulsan de los Juegos Olímpicos. En 1996, durante una rueda de prensa previa a los Juegos de Atlanta, el velocista británico Linford Christie apareció con unas inusuales lentillas con el logo de Puma… ¡impreso en sus pupilas! El detalle, que parecía una curiosidad excéntrica, fue en realidad un acto de desafío frontal: Reebok había pagado 40 millones de dólares para ser el patrocinador exclusivo del evento, y cualquier publicidad de otras marcas estaba estrictamente prohibida. Christie, embajador de Puma, ya había sido obligado a cubrirse un tatuaje de la marca, pero decidió llevar la lealtad al límite con esta arriesgada estrategia visual. La jugada causó revuelo internacional y obligó al comité olímpico a prohibirle el uso de las lentes durante las competencias. Aunque no llegó a correr con ellas, el gesto se convirtió en una de las maniobras de marketing más atrevidas (y polémicas) en la historia del atletismo.
Créditos Conocimientum


No hay comentarios:
Publicar un comentario