La Comunidad Ultraortodoxa (Jaredí) en Israel: Tradición, Torá y Vida en el Siglo XXI
Por DrRamonReyesMD – Actualizado 2025
En el corazón de Israel, la comunidad judía jaredí (ultraortodoxa) mantiene un modo de vida profundamente enraizado en la Torá (la Ley Escrita) y en la Halajá (la Ley Oral y sus interpretaciones rabínicas), preservando costumbres centenarias frente a la modernidad. Su objetivo es vivir conforme a la voluntad divina revelada en el Monte Sinaí, transmitida de generación en generación a través de un estudio riguroso y continuo de la Torá, el Talmud y las obras rabínicas posteriores.
1. Fundamentos espirituales y normativos
La vida jaredí se fundamenta en el principio de Avodat Hashem (servicio a Dios) y en la estricta observancia de los 613 preceptos (mitzvot) que se derivan de la Torá, además de las normas establecidas por los sabios (poskim). La centralidad del estudio de la Torá no es solo un acto intelectual, sino la máxima expresión de devoción espiritual. El estudio se realiza principalmente en yeshivot (instituciones rabínicas para varones) y batei midrash (casas de estudio).
2. Tecnología y comunicación: los “teléfonos kosher”
La comunidad considera que la tecnología moderna, especialmente internet y redes sociales, puede ser una vía de exposición a contenidos contrarios a los valores judíos. Por ello:
- Muchos utilizan “teléfonos kosher” (kosher phones), aprobados por rabinos, sin acceso a internet ni cámaras, y con funciones limitadas a llamadas y mensajes esenciales.
- En sectores más estrictos, incluso se evita el uso de móviles, manteniendo únicamente líneas fijas para comunicación.
Esta medida se enmarca en el principio de shmirat einayim (cuidado de la vista y el alma), para prevenir influencias que se perciben como espiritualmente nocivas.
3. Vestimenta: una mitzvá de modestia (tzniut)
El atuendo jaredí no es meramente cultural:
- Varones: traje negro, camisa blanca, sombrero negro (Borsalino, Shtreimel en festivos), y en muchos casos barba y peot (patillas largas), siguiendo la tradición bíblica de no rasurar los bordes de la barba (Vayikrá/Levítico 19:27).
- Mujeres: ropa modesta que cubre codos y rodillas, con falda larga y blusas de cuello alto. Tras el matrimonio, cubren su cabello con peluca (sheitel), pañuelo (tichel) o sombrero.
4. Separación de géneros (mejitzá)
La separación física entre hombres y mujeres en sinagogas, eventos comunitarios e incluso en algunos transportes públicos sigue la norma halájica para evitar distracciones durante la oración y promover la modestia.
5. Educación: enfoque religioso sobre el secular
- Varones: el currículo se centra casi exclusivamente en estudios de Torá, Talmud y Halajá. Las materias seculares (matemáticas, ciencias, inglés) son mínimas o inexistentes en algunos sectores.
- Mujeres: reciben educación religiosa y, en muchos casos, formación en áreas seculares para poder trabajar y sostener económicamente al hogar mientras los maridos estudian en la yeshivá.
6. Familia y natalidad
La natalidad es elevada (promedios de 6 a 8 hijos por familia) en cumplimiento del mandato bíblico de "pru urvú" (creced y multiplicaos, Bereshit/Génesis 1:28). La familia es el núcleo de transmisión de la fe y las costumbres.
7. Relación con el Estado y la sociedad
Aunque participan en la vida política a través de partidos propios (como Shas o Judaísmo Unido de la Torá), una parte de la comunidad mantiene posturas críticas hacia el sionismo secular, defendiendo que la verdadera redención vendrá solo con la llegada del Mashíaj (Mesías).
8. Desafíos en 2025
En la actualidad, la comunidad enfrenta retos como:
- Tensiones entre preservación de tradiciones y necesidades de integración económica.
- Debates internos sobre el uso controlado de tecnologías para fines laborales o educativos.
- Crecimiento poblacional que plantea desafíos de vivienda, empleo y sostenibilidad social.
9. Perspectiva espiritual
Para los jaredíes, vivir apartados de ciertas facetas de la modernidad no es un acto de aislamiento social, sino un compromiso activo de santificación de la vida diaria (kedushat ha’chaim). Su estilo de vida se concibe como un muro protector que salvaguarda el legado de Abraham, Isaac y Jacob frente a las corrientes de asimilación.
📜 Conclusión
La comunidad ultraortodoxa en Israel mantiene un delicado equilibrio entre la tradición milenaria y las exigencias de un mundo en constante cambio. Su fuerza radica en la cohesión interna, el compromiso religioso y la fidelidad inquebrantable a la Torá. En un siglo XXI hiperconectado, ellos eligen una conexión diferente: la que une al hombre con el Creador. ✡️


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