Ataques contra la atención sanitaria en Ucrania: un crimen continuado contra la humanidad (2022-2025)
Autor: DrRamonReyesMD
Introducción
Desde el inicio de la invasión rusa a gran escala en Ucrania, en febrero de 2022, la infraestructura sanitaria del país se ha convertido en uno de los objetivos recurrentes de la violencia armada. Lo que debería ser un espacio protegido por el derecho internacional humanitario —hospitales, clínicas, ambulancias, trabajadores de la salud— ha sido sistemáticamente atacado, dejando un rastro de devastación que la comunidad internacional ha calificado como violación grave de los Convenios de Ginebra y posible crimen de guerra.
Al cumplirse tres años de conflicto, los datos documentados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), Human Rights Watch (HRW), Physicians for Human Rights (PHR) y organizaciones locales ucranianas reflejan una realidad aterradora: más de 2.500 ataques confirmados contra la atención sanitaria, con cientos de profesionales y pacientes muertos o heridos.
Magnitud del impacto (2022-2025)
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Cifras oficiales de la OMS
- Desde febrero de 2022 hasta principios de 2025, la OMS ha registrado 2.254 ataques contra instalaciones y personal sanitario.
- Estos ataques han provocado la muerte de 215 personas y han dejado al menos 810 heridos, entre ellos médicos, enfermeras, paramédicos y pacientes vulnerables.
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Datos complementarios de organizaciones independientes
- Physicians for Human Rights estima que a mediados de 2025 los ataques ascienden a más de 2.000 incidentes, con 285 sanitarios muertos, 245 heridos y más de 1.000 hospitales dañados o destruidos.
- Human Rights Watch documenta que entre 2022 y 2024 se produjeron 2.195 ataques que dejaron al menos 900 víctimas directas entre trabajadores y pacientes.
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Tipos de ataques documentados
- Bombardeos aéreos y de artillería contra hospitales, clínicas de maternidad y centros de rehabilitación.
- Ataques con drones sobre ambulancias y puestos médicos avanzados.
- “Double-tap strikes” (golpes dobles): primero un ataque inicial y, minutos después, otro contra los equipos de rescate.
- Asaltos armados a convoyes médicos y centros de evacuación de civiles.
Consecuencias humanitarias y sanitarias
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Colapso de la infraestructura
- Cientos de hospitales en zonas de combate han quedado fuera de servicio.
- El acceso a cirugía de urgencia, cuidados intensivos, oncología y salud materno-infantil se ha visto gravemente comprometido.
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Efectos sobre el personal de salud
- El agotamiento psicológico y el estrés postraumático son prevalentes.
- Miles de médicos y enfermeras han huido del país, generando un éxodo sanitario que debilita aún más la capacidad de respuesta.
- Aquellos que permanecen trabajan bajo alarmas antiaéreas constantes, operando incluso en sótanos improvisados.
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Impacto en la población civil
- Pacientes crónicos (diabéticos, hipertensos, oncológicos) sufren desabastecimiento de medicamentos.
- La mortalidad evitable por enfermedades infecciosas y no transmisibles ha aumentado significativamente.
- Los niños, mujeres embarazadas y ancianos son las principales víctimas del colapso sanitario.
Dimensión jurídica y ética
Los ataques contra hospitales y personal médico violan el Artículo 18 de los Convenios de Ginebra (1949) y el Protocolo Adicional I (1977), que estipulan protección absoluta a las instalaciones médicas y a quienes ejercen labores sanitarias en conflicto.
El Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (CPI) tipifica como crimen de guerra los ataques deliberados contra hospitales y personal médico que no participen en hostilidades.
A pesar de ello, las investigaciones internacionales avanzan lentamente, y hasta la fecha no se han establecido responsabilidades judiciales firmes a gran escala, lo que aumenta la sensación de impunidad bélica.
Testimonios desde el frente
Un cirujano ucraniano en Dnipró declaraba recientemente a The Guardian:
“Cuando suenan las sirenas, si estamos en medio de una cirugía no paramos. Operamos bajo bombardeo porque si dejamos al paciente en la mesa, muere seguro.”
En Jersón, paramédicos describen cómo los drones rusos atacan ambulancias en lo que se ha denominado “safaris humanos”, persiguiendo a sanitarios que intentan evacuar heridos.
Perspectivas para 2025
La OMS y el Ministerio de Salud de Ucrania proyectan que en 2025:
- Se necesitarán más de 10.000 cirugías reconstructivas adicionales para víctimas de trauma.
- La demanda de rehabilitación y prótesis crecerá un 30 % anual.
- Los trastornos de salud mental se consolidarán como una crisis paralela a la bélica, con millones de personas requiriendo apoyo psicológico.
Conclusión
La guerra en Ucrania ha transformado hospitales en campos de batalla y a médicos en objetivos. No se trata de daños colaterales: se trata de una estrategia bélica de intimidación y debilitamiento de la resiliencia civil.
La atención sanitaria no debe ser nunca un objetivo militar. Es un derecho humano universal y su violación sistemática constituye un crimen de guerra que exige justicia, memoria y reparación.
Mientras el conflicto persista, la comunidad internacional enfrenta el reto histórico de demostrar que el derecho humanitario no es solo papel, sino un compromiso real con la humanidad.
#ActForHumanity #WHD2025
Attacks on Health Care in Ukraine: A Continuing Crime Against Humanity (2022-2025)
Author: DrRamonReyesMD
Introduction
Since the launch of Russia’s full-scale invasion in February 2022, Ukraine’s health care system has been subjected to relentless and systematic assaults. Facilities, ambulances, and medical personnel—protected under international humanitarian law—have repeatedly been targeted, leaving a devastating trail that the international community has denounced as grave breaches of the Geneva Conventions and potential war crimes.
Scope of the Impact (2022-2025)
- WHO figures: over 2,254 documented attacks, with 215 deaths and 810 injuries among health workers and patients.
- Independent sources (PHR, HRW): more than 2,000 attacks, including 285 health workers killed, 245 injured, and over 1,000 hospitals damaged.
- Methods: aerial and artillery strikes, drone attacks on ambulances, “double-tap” strikes against rescuers, and armed assaults on evacuation convoys.
Humanitarian and Health Consequences
- Infrastructure collapse: hospitals destroyed, maternity and pediatric care severely restricted.
- Health workforce crisis: exodus of professionals, widespread trauma and PTSD among those who remain.
- Civilian impact: patients with chronic diseases left untreated, preventable deaths rising, and vulnerable groups—children, pregnant women, the elderly—bearing the brunt.
Legal and Ethical Dimension
Under the 1949 Geneva Conventions and the 1977 Additional Protocol I, medical facilities and personnel are afforded absolute protection.
The Rome Statute of the International Criminal Court qualifies deliberate attacks on health care as war crimes.
Yet accountability remains elusive, perpetuating a climate of impunity.
Voices from the Frontline
A Ukrainian surgeon in Dnipro told The Guardian:
“When the sirens sound, if we are in the middle of an operation, we do not stop. We finish because if we leave the patient on the table, they will certainly die.”
In Kherson, paramedics describe drones targeting ambulances in so-called “human safaris”, deliberately hunting civilians and rescuers.
Outlook for 2025
- 10,000+ reconstructive surgeries required for trauma victims.
- Rehabilitation and prosthetic demand expected to grow by 30% annually.
- Mental health disorders projected to become a parallel crisis, affecting millions.
Conclusion
The deliberate targeting of health care in Ukraine is not an accident—it is part of a strategy of terror. Each hospital destroyed, each ambulance hit, and each doctor killed is not only a tragedy but also a violation of the very foundation of humanitarian law.
Health care is not a target. Health care is a right.
#ActForHumanity #WHD2025
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