Onna-bugeisha eran mujeres pertenecientes a la nobleza militar que, o bien se encargaban de la defensa de sus castillos mientras sus maridos estaban en campaña, o a veces participaban ellas mismas en las batallas en campo abierto.
El periodo Sengoku (1467-1568) fue la era en la que las onna-bugeisha alcanzaron mayor relevancia.
Durante más de un siglo, los señores feudales libraron guerras constantes, lo que obligaba a las mujeres del clan a estar preparadas para defender sus castillos. Por ello, recibían entrenamiento en artes marciales y en el manejo de diversas armas.
Hacia el final de este periodo, los portugueses introdujeron en Japón armas de fuego modernas, lo que supuso un cambio significativo en las tácticas defensivas.
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