Este es el caso de una mujer de 30 años cuyo implante mamario de silicona desvió una bala y le
salvó la vida.
La paciente refirió sentir calor y dolor en el lado izquierdo del tórax y al mirar hacia abajo vio que estaba sangrando. Esto la llevó al departamento de emergencias donde se descubrió que había sufrido una herida de bala, costillas rotas, pero por lo demás ilesa. (La paciente no dio más detalles sobre cómo le habían disparado)
Había una herida de entrada de bala en el lado izquierdo de su pecho, pero la fractura de costilla se vio en el lado derecho. La evidencia señaló que después de entrar por el lado izquierdo, la bala rebotó en el esternón y en el seno derecho, fracturándose la costilla derecha.
Si la bala hubiera penetrado por el lado izquierdo del tórax, le habría causado lesiones en el corazón y el pulmón izquierdo, lo que le habría costado la vida.
Usando una tomografía computarizada de alta resolución, los médicos pudieron analizar la trayectoria de la bala en el paciente. El cambio en la trayectoria de la bala solo pudo haber ocurrido debido al implante, ya que no había evidencia de lesión ósea en el lado izquierdo.
Se extrajeron los implantes del paciente y, después de un largo ciclo de antibióticos, se le dio de alta.
(La segunda foto muestra la vista intraoperatoria del implante mamario izquierdo que muestra la trayectoria de la bala a través del implante).
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