Ornitorrinco |
7. Ornitorrinco: Inyecta el veneno a través de un espolón que posee en una de sus patas traseras. La picadura causa un intenso dolor.
Aunque tanto los machos como las hembras nacen con espolones en el tobillo, sólo los del macho liberan veneno, compuesto principalmente por proteínas similares a defensinas (DLP), tres de las cuales son únicas en el ornitorrinco. Las defensinas son producidas por su sistema inmunitario. A pesar que el veneno es lo suficientemente potente como para matar animales pequeños, o incluso perros, no es letal para los humanos, aunque tras una picadura pronto aparece un edema
alrededor de la herida que se extiende gradualmente por el miembro
afectado y causa un dolor tan intenso que ni siquiera puede ser calmado
con morfina. La información obtenida de los estudios de caso y pruebas anecdóticas indica que el dolor se transforma en una hiperalgesia de larga duración que persiste durante días o incluso meses. El veneno se produce en las glándulas crurales del macho, unas glándulas alveolares en forma de riñón
conectadas al espolón calcáneo de ambas patas posteriores a través de
un conducto con paredes delgadas. Las hembras, al igual que en los equidnas,
nacen con púas rudimentarias que no se desarrollan y caen antes de que
lleguen a alcanzar un año de edad y carecen de glándulas crurales
funcionales.
El veneno parece tener una función diferente a la del producido por
especies no mamíferas; sus efectos no suelen ser letales, pero son lo
bastante potentes como para debilitar seriamente a la víctima. Puesto
que sólo los machos producen veneno y la producción aumenta durante la
época de apareamiento, se teoriza que es utilizado como arma ofensiva
para hacer valer su dominio durante este período.