Cada día mueren 100 personas a
causa de una sobredosis en Estados Unidos y la mayoría de estas
sobredosis ocurren con medicamentos que requieren una receta médica.
Parte del
problema es el gran número de recetas que se expiden.
Estas sustancias recetadas están causando más
muertes que la heroína y cocaína combinadas.
Es un problema que ya alcanzó
niveles epidémicos, según un informe de los Centros para el Control y
Prevención de Enfermedades (CDC) de ese país.
Y los fármacos que están causando el mayor daño
son los analgésicos que se recetan para el dolor, principalmente
aquellos que contienen opioides como la codeína y morfina, señala el
organismo.
Hay "un extenso abuso y mal uso" de medicamentos
que requieren prescripción, dice el estudio.
Una de cada 20 personas de 12 años o más en ese
país -unos 12 millones- utilizó estos fármacos de forma no médica, es
decir, sin una receta o sólo por el efecto de "estar colocado" que
causan.
Y cada año mueren 15.000 personas a causa de una
sobredosis con ellos, dice el estudio.
Por sobredosis de heroína y cocaína mueren 4.000
personas anualmente en Estados Unidos.
Tal como señalan los CDC, es "una epidemia de
salud pública".
Los analgésicos opioides funcionan en receptores
del cerebro para reducir la percepción de dolor y al mismo tiempo crean
una sensación de euforia. Pero también pueden tener un efecto sedante.
Las sustancias pueden producir dependencia y su
abuso conduce a dosis cada vez más grandes para lograr el efecto de
euforia y reducir el síndrome de abstinencia.
Estas dosis cada vez más grandes pueden causar
disminución de la respiración, pérdida de conocimiento y muerte por
sobredosis.
Abuso y mal uso
"Tenemos un grave problema en Estados Unidos a
causa de los analgésicos opioides que son recetados para algún individuo
pero son utilizados de forma indebida", explica a la BBC Tom Skinner,
portavoz de los CDC.
"Encontramos
que una proporción pequeña de médicos en Estados Unidos son
responsables de gran parte del problema"
"Estamos hablando de fármacos que se recetan
para aliviar el dolor pero que son usados de forma inapropiada por la
persona a quien se le recetan o por un individuo que consume el
medicamento que se le recetó a otra persona".
Tal como explica el portavoz de los CDC, aunque
hay ciertos grupos de población que muestran mayor probabilidad de
abusar o tener una sobredosis de analgésicos, en realidad el problema
está ocurriendo en un amplio espectro de la sociedad.
"Afecta tanto a individuos blancos de clase
media y alta como a individuos que viven debajo de la línea de pobreza".
Por ejemplo, muchos más hombres que mujeres
mueren por una sobredosis de analgésicos y la más alta proporción de
casos está entre los adultos de mediana edad.
Asimismo, las sobredosis ocurren con más
frecuencia -dos veces más- en los condados rurales que en las grandes
ciudades.
Y los blancos e indígenas estadounidenses tienen
más probabilidad de sufrir una sobredosis con estos fármacos que los
negros o hispanos.
"Pero una de las estadísticas más excepcionales
de este informe es la cantidad de dinero que está costando este problema
al servicio de salud de Estados Unidos" afirma Tom Skinner.
"Se calcula que el abuso de analgésicos opioides
cuesta a las aseguradoras unos US$72.500 millones anualmente en costos
directos de salud", agrega.
Demasiadas recetas
Los
analgésicos opioides producen una sensación de euforia que puede causar
dependencia.
Cifras oficiales indican que la venta de estos
medicamentos a farmacias y clínicas de salud se han incrementado más de
300% desde 1999.
Esto refleja que las prescripciones de ese tipo
de medicamentos también han aumentado de forma drástica.
Según los CDC la cantidad de medicinas que se
recetaron el año pasado fue suficiente para mantener a cada ciudadano
estadounidense medicado durante un mes.
Tal como señala el funcionario de los CDC, si se
establecen nuevas políticas de salud podrían revertirse estas
tendencias.
"Tenemos un problema con la forma como se
recetan estos fármacos, que es inapropiada y que está permitiendo el
acceso a estas sustancias" dice Tom Skinner.
"Encontramos que una proporción pequeña de
médicos en Estados Unidos son responsables de gran parte del problema".
"Así que podríamos establecer sistemas de
monitoreo para identificar y tomar medidas contra la expedición
inapropiada de recetas".
"También podríamos buscar formas de prohibir que
un individuo acuda a múltiples farmacias para recibir los fármacos que
se le recetan".
"Sin duda hay muchas cosas que podemos hacer
para combatir este problema" señala el portavoz de los CDC.
Fuente BBC Mundo.com