- Ácidos: Los ácidos (como el ácido sulfúrico o clorhídrico) provocan desnaturalización de proteínas, lo que genera la formación de una escara que actúa como barrera y limita la penetración del agente hacia tejidos más profundos. Sin embargo, el daño inicial puede ser severo en la córnea, causando opacidad y precipitación de proteínas en las capas superficiales. Ejemplo: una quemadura por ácido de batería (ácido sulfúrico) puede generar una opacidad corneal inmediata, pero su progresión suele ser menos invasiva que la de los álcalis.
- Álcalis: Los álcalis (como la lejía, el hidróxido de sodio o el amoníaco) son mucho más destructivos debido a su capacidad de saponificar los lípidos de las membranas celulares y penetrar rápidamente a través de la córnea hacia la cámara anterior. Este proceso, conocido como necrosis liquefactiva, disuelve los tejidos y permite que el agente químico alcance estructuras más profundas, como el iris, el cristalino y el trabeculado, aumentando el riesgo de hipertensión ocular, glaucoma secundario y pérdida estructural del globo ocular. Ejemplo: una exposición a hidróxido de sodio (presente en productos de limpieza industrial) puede causar opacificación corneal total y necrosis del segmento anterior en cuestión de minutos.
- Neovascularización corneal: Invasión de vasos sanguíneos hacia la córnea, que normalmente es avascular.
- Pannus fibrovascular: Formación de tejido cicatricial sobre la córnea.
- Simbléfaron: Adhesión patológica entre la conjuntiva bulbar y tarsal.
- Opacidad corneal irreversible: Pérdida de transparencia que afecta la visión.
- Ceguera funcional: Resultado final de un daño extenso no tratado.
Grado | Lesión Córneal y Conjuntival | Isquemia Limbar | Pronóstico |
|---|---|---|---|
Grado I | Lesión corneal superficial, sin opacidad | Sin isquemia limbar | Bueno |
Grado II | Opacificación con iris visible | Isquemia limbar < 1/3 | Bueno |
Grado III | Pérdida total del epitelio, opacificación con iris borroso | Isquemia limbar ≤ 1/2 | Reservado |
Grado IV | Opacificación total, iris y pupila no visibles | Isquemia limbar > 1/2 | Malo |
- Grado I: Lesiones leves que afectan solo el epitelio corneal superficial. No hay compromiso del limbo ni opacidad significativa. La recuperación suele ser completa con tratamiento adecuado.
- Grado II: Lesiones moderadas con opacificación corneal parcial, pero el iris sigue siendo visible. La isquemia limbar es limitada, lo que permite una regeneración epitelial parcial.
- Grado III: Lesiones severas con pérdida total del epitelio y opacificación que dificulta la visualización del iris. La isquemia limbar compromete hasta la mitad del limbo, aumentando el riesgo de complicaciones.
- Grado IV: Lesiones catastróficas con opacificación total, pérdida de visibilidad del iris y pupila, e isquemia limbar extensa. El pronóstico es pobre, con alta probabilidad de ceguera o necesidad de cirugía reconstructiva.
- Dolor ocular agudo: Puede ser incapacitante, especialmente en quemaduras químicas.
- Lagrimeo profuso (epífora): Respuesta refleja a la irritación.
- Fotofobia: Sensibilidad extrema a la luz.
- Visión borrosa: Debido a edema corneal o pérdida de transparencia.
- Enrojecimiento ocular (hiperemia conjuntival): Inflamación difusa.
- Blefaroespasmo: Cierre involuntario de los párpados por dolor.
- Sensación de cuerpo extraño: Especialmente en lesiones con partículas sólidas.
- Edema corneal: Hinchazón que afecta la transparencia.
- Hipoestesia corneal: Pérdida de sensibilidad por daño nervioso.
- Opacificación progresiva: Pérdida de brillo corneal.
- Sinequias anteriores: Adhesiones entre el iris y la córnea.
- Hipertensión ocular: Por obstrucción del trabeculado.
- Midriasis paralítica: Disfunción pupilar por daño al iris.
- Inspección visual: Observar el grado de enrojecimiento, edema palpebral y presencia de partículas extrañas.
- Lámpara de hendidura: Evaluar el epitelio corneal, la cámara anterior (células y flare), y el grado de opacificación.
- Tinción con fluoresceína: Identificar defectos epiteliales (áreas de captación de fluoresceína indican pérdida de epitelio).
- Medición del pH conjuntival: Usar papel indicador para determinar la acidez o alcalinidad (normal: 6.5-7.5).
- Evaluación de la presión intraocular: Para descartar hipertensión ocular aguda.
- Técnica: Irrigar con solución salina estéril (0.9%) o solución de Ringer lactato durante 30 a 60 minutos. Si no hay acceso a soluciones estériles, usar agua corriente (evitar agua destilada, ya que es hipotónica y puede empeorar el edema corneal).
- Objetivo: Neutralizar el pH ocular a un rango de 6.5-7.5. Medir el pH cada 5-10 minutos durante la irrigación.
- Consideraciones especiales:
- Evertir los párpados superior e inferior para eliminar residuos químicos retenidos.
- En casos de cal viva (óxido de calcio), retirar primero las partículas sólidas con pinzas o hisopos, ya que el contacto con agua genera una reacción exotérmica.
- Usar lentes de irrigación tipo Morgan para facilitar una irrigación continua y manos libres.
- Antibióticos tópicos:
- Moxifloxacino o fluoroquinolonas (gotas cada 4-6 horas) para prevenir infecciones secundarias.
- Eritromicina o tetraciclina en ungüento para lesiones con riesgo de abrasión.
- Corticoides tópicos:
- Prednisolona 1% (gotas cada 2-4 horas) para reducir la inflamación y prevenir neovascularización.
- Precaución: Suspender si hay sospecha de úlcera corneal o infección, ya que los corticoides pueden retrasar la cicatrización.
- Lágrimas artificiales:
- Sin conservantes, aplicar cada 1-2 horas para mantener la superficie ocular húmeda y facilitar la regeneración epitelial.
- Analgesia:
- Ciclopléjicos (atropina o ciclopentolato) para aliviar el dolor por espasmo ciliar.
- Analgésicos sistémicos (paracetamol, ibuprofeno) o, en casos severos, opioides intravenosos.
- En pacientes pediátricos o no colaboradores, considerar sedación ligera.
- Casos específicos:
- Ácido fluorhídrico: Irrigar con gluconato de calcio al 1% para quelar el ion fluoruro. Monitorear calcio sérico por riesgo de hipocalcemia sistémica.
- Quemaduras alcalinas severas: Considerar el uso de ascorbato tópico (vitamina C) para reducir el estrés oxidativo y promover la síntesis de colágeno.
- Debridación: Retirar tejido necrótico para prevenir infecciones.
- Trasplante de membrana amniótica: Para promover la reepitelización y reducir la inflamación.
- Tenonplastia: Reconstrucción del soporte vascular del limbo en casos de isquemia severa.
- Evaluación con biomicroscopía para detectar complicaciones (células en cámara anterior, sinequias, hipertensión ocular).
- Monitoreo de la reepitelización corneal mediante tinción con fluoresceína.
- Ajuste de la terapia antiinflamatoria y antibiótica según evolución.
- Grado I y II: Buen pronóstico con tratamiento adecuado dentro de la primera hora. La visión suele recuperarse completamente.
- Grado III: Pronóstico reservado. Puede haber visión borrosa persistente o necesidad de cirugía reconstructiva.
- Grado IV: Pronóstico pobre. Alta probabilidad de ceguera, requerimiento de queratoplastia (trasplante de córnea) o, en casos extremos, evisceración ocular.
- Glaucoma secundario: Por obstrucción del trabeculado o sinequias.
- Opacidad corneal persistente: Pérdida permanente de transparencia.
- Simbléfaron y cicatrización conjuntival: Adhesiones que limitan el movimiento ocular.
- Cataratas: Por daño al cristalino en quemaduras profundas.
- Alteraciones pupilares: Midriasis o sinequias posteriores.
- Pérdida visual permanente: Especialmente en lesiones grado IV.
- Oftalmólogos especializados en superficie ocular.
- Cirujanos reconstructivos para manejo de simbléfaron o trasplante de limbo.
- Especialistas en glaucoma si hay hipertensión ocular persistente.
- Uso de equipos de protección:
- Gafas de seguridad certificadas en entornos industriales, químicos, de construcción o laboratorios.
- Protección UV en actividades al aire libre (soldadura, exposición solar prolongada).
- Almacenamiento seguro de sustancias químicas:
- Etiquetado claro de productos cáusticos (ácidos, álcalis, detergentes industriales).
- Almacenamiento fuera del alcance de niños.
- Educación y capacitación:
- Programas de primeros auxilios oculares para trabajadores y primeros respondedores.
- Conciencia pública sobre los riesgos de productos domésticos (lejía, amoníaco, limpiadores de hornos).
- Protocolos de seguridad ocupacional:
- Duchas de emergencia y estaciones de lavado ocular en lugares de trabajo de alto riesgo.
- Inspecciones regulares para garantizar el cumplimiento de normativas de seguridad.
- Dua HS, King AJ, Joseph A. A new classification of ocular surface burns. Br J Ophthalmol. 2001;85(11):1379-1383.
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- American Academy of Ophthalmology. Basic and Clinical Science Course: Cornea and External Disease. 2023.





