Salvar vidas
"No es necesario ser médico para salvar una vida.
Gracias a una tecnología fácil de usar"
"¿Sabía que personas como usted pueden salvar
vidas simplemente con conocimientos básicos de RCP (resucitación
cardiopulmonar) y con la posibilidad de acceso a un desfibrilador
externo automático (DEA)? " 1
Es verdad. Es posible salvar a una víctima de paro cardíaco repentino
con un DEA que aplica una descarga eléctrica al músculo cardíaco
permitiendo restablecer el ritmo y el pulso.
"En la actualidad, solo 1 de cada 20 personas que sufre un paro cardíaco repentino sobrevive fuera del hospital" 2
¿Por qué? Una de las razones principales es que no se realiza una
desfibrilación cardíaca a tiempo. A menos que se restablezca el ritmo
cardíaco con rapidez, las probabilidades de supervivencia se ven
reducidas significativamente. 3
Por cada 60 segundos que se retrase la desfibrilación de una víctima, la probabilidad de supervivencia se reduce en un 7% - 10%.
Desfibrilación
El único tratamiento definitivo contra
el paro cardíaco repentino 1
Cuando se produce un fallo eléctrico en el corazón, éste tiembla de
forma incontrolada (fibrilación ventricular), resultando en un paro
cardíaco repentino, durante el cual, se interrumpe el bombeo de sangre
al cerebro y al resto del organismo. Se debe actuar con rapidez para
evitar la muerte.
La desfibrilación implica la aplicación de una descarga eléctrica al corazón con el objetivo de restablecer su ‘ritmo normal’.
¿Qué es un desfibrilador?
Un desfibrilador es un dispositivo que administra una descarga
eléctrica al músculo cardíaco para revertir el efecto de la fibrilación
ventricular. De manera específica, un desfibrilador externo automático
(DEA) es el tipo de desfibrilador utilizado in situ durante el paro
cardíaco repentino. Este tipo de desfibrilador portátil constituye el
único medio demostrado de reanimar a una persona en el entorno
extrahospitalario, que ha sufrido un paro cardíaco y presenta
fibrilación ventricular persistente.
Puede que haya visto algún DEA en zonas públicas, como aeropuertos,
edificios públicos y corporativos. Estos desfibriladores están listos
para un uso inmediato por parte de personas como usted.
Si sabéis dónde hay un desfibrilador cerca, os invitamos a ayudarnos a
completar nuestro mapa cardiosaludable de España, introduciendo la
dirección en
nuestro mapa
¿Cómo funciona?
¿Cómo funciona?
Es importante tener en cuenta que debemos realizar las maniobras de
RCP junto con la desfibrilación para tratar a víctimas de paro cardíaco
repentino. Es posible que la RCP no restablezca el ritmo cardíaco
adecuado por sí sola. Por lo general, se realiza en primer lugar y, a
continuación, se aplica la descarga de desfibrilación.
La tecnología de desfibrilación avanzada de hoy en día se caracteriza
por su facilidad de uso. Cualquier persona puede realizar este sencillo
procedimiento. El dispositivo proporciona instrucciones de voz claras
que le guiarán durante el proceso. No es necesario tener conocimientos
médicos previos. El ordenador integrado realizará una valoración del
estado de la víctima y determinará si es necesario aplicar una descarga
eléctrica al corazón. La víctima no resultará accidentalmente dañada.3
porque el botón de choque no se activará si el ritmo cardíaco no es susceptible de descarga.
Al paro cardíaco repentino
Sobrevivir al paro cardíaco repentino
"Existe una probabilidad de supervivencia de hasta un 75% si se administra una desfibrilación de forma inmediata." 1
El paro cardíaco repentino es una condición que se puede tratar. Para
definir el paro cardíaco repentino, es necesario comprender en qué se
diferencia de un infarto. Un infarto se produce como consecuencia de la
interrupción del flujo sanguíneo al corazón debido a un coágulo formado
en una de las arterias coronarias. El paro cardíaco repentino se produce
como consecuencia de un funcionamiento irregular del ritmo cardíaco.
Podría compararse con la diferencia entre un problema de fontanería y
uno de electricidad. El infarto sería el problema de fontanería, que da
lugar a una restricción del flujo sanguíneo al corazón. El paro
cardíaco repentino puede entenderse como un cortocircuito del sistema
eléctrico que interrumpe el ritmo regular del corazón impidiendo el
bombeo de la sangre en el organismo.
Aunque existe riesgo de muerte tras sufrir un infarto, son las
víctimas de paro cardíaco repentino las que presentan una mayor
probabilidad de muerte súbita, a menos que se aplique una descarga eléctrica al corazón de forma inmediata.
Fisiología cardíaca
Un corazón adulto late entre 60 y 100 veces
por minuto, lo que se conoce como ‘ritmo sinusal normal’. Este patrón
regular suministra sangre rica en oxígeno a todo el organismo y está
controlado por los nódulos sinoauricular (SA) y auriculoventricular
(AV). Los impulsos eléctricos salen del nódulo SA y llegan al nódulo AV.
Con su acción combinada, estos nódulos mantienen el ritmo sinusal
normal.
Del mismo modo que puede producirse un cortocircuito en el cableado
eléctrico de su hogar, también sucede esto con su corazón: se produce
una pérdida súbita de la función cardíaca, dando lugar a un paro
cardíaco repentino. En lugar de bombear regularmente, el corazón
comienza a vibrar de forma incontrolada interrumpiéndose la circulación
sanguínea. Esta condición se conoce como fibrilación ventricular.
La muerte tendrá lugar a menos que se administre un tratamiento
urgente. La resucitación cardiopulmonar (RCP) y la aplicación de una
descarga eléctrica suministrada por un desfibrilador externo automático (DEA) son los únicos medios eficaces para el restablecimiento del ritmo sinusal normal del corazón
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