Esta imagen muestra de manera impresionante lo que le sucede al aluminio cuando un trozo de plástico de 1,27 cm lo golpea a 24.140 km/h.
Los objetos en el espacio se mueven a velocidades significativamente mayores que en la Tierra. Entonces, como se mencionó anteriormente, cuando una pieza de plástico golpea el aluminio a una velocidad tan alta, eso equivale a una enorme cantidad de energía cinética, a pesar de que la pieza de plástico en sí es relativamente liviana.
El aluminio queda considerablemente deformado por el impacto. Como puede verse, se forma un enorme cráter.
A velocidades tan altas, la densidad y la dureza del objeto que impacta juegan un papel menor. Es la pura velocidad y la energía cinética resultante lo que causa el daño.
Este fenómeno supone un riesgo importante para los satélites, las naves espaciales y la Estación Espacial Internacional (ISS).
Por lo tanto, los desechos espaciales, que también pueden incluir pequeños trozos de plástico, representan una grave amenaza. A medida que aumentan las misiones espaciales y los lanzamientos de satélites, aumenta la cantidad de desechos espaciales y, por tanto, el riesgo.
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