“Primera Situación táctica en la que nos vimos involucrados, siendo apenas un adolescente, este acontecimiento fue el cimiento para la creación de la unidad SWAT de la Policía Nacional, nos toco el traslado de una de las victimas con herida en tórax por arma de fuego y luego el traslado del cadáver del asaltante (médico cirujano plástico Dr. Cristóbal Elíseo Payano Rodríguez).” by Dr. Ramon Reyes, MD
FUGA O MUERTE, el asalto del banco del progreso de la Independencia, el 1ero. de Marzo de 1993, hace hoy 26 años.
El lunes primero de marzo de 1993, la población dominicana estuvo en vilo desde que se iniciara el asalto a la sucursal del Banco del Progreso localizada en la Av. Independencia esq. Socorro Sánchez, en Gazcue, Santo Domingo, poniendo en tensión durante doce horas a la audiencia que observaba los detalles a través de la televisión.
El asaltante era el médico cirujano plástico Dr. Cristóbal Elíseo Payano Rodríguez, cuya esposa era una gerente de la oficina principal.
Respetadas personalidades de la vida nacional , tales como Freddy Beras Goico, Huchi Lora, Corporán de los Santos , así como miembros de la Policía Nacional, entre otros, trataron de persuadir al hombre que, con careta de payaso, amedrentaba con matar a los rehenes y que al final no encontró salida a su situación.
En ese entonces el enmascarado pidió que se le dejara escapar con los rehenes con el botín y el automóvil de la gerente, por lo que, en 12 horas de negociaciones, nunca cedió a sus pretensiones. Hubo un punto en las negociaciones en la que el asaltante accedió a unas de ellas y fue cuando el asaltante le pidió que le abrieran las puertas del auto y le pusieran las llaves lo cual fue aceptado por el coronel Mario Peguero quien le dijo que la mandara a buscar con unas de las rehenes, Maribel Muñoz, la cual fue enviada por el asaltante, pero el coronel Peguero se negó a devolver a la rehén y a consecuencia de esto, el entonces atracador enmascarado, se negó a negociar con la policía por sentirse engañado, por lo que era necesario apelar a otras personalidades.
El doctor Payano pedía un helicóptero que lo llevara al aeropuerto y facilidades para salir del país. Freddy Beras Goico, en cambio, le imploraba a través del teléfono que soltara a los rehenes, sin resultado alguno.
Huchi Lora, a petición del doctor, se acercó a la puerta del banco y conversaron por unos minutos... lo registro. le echó gasolina, luego mando a una de las rehén a rociar de gasolina el auto de la gerente con el cual pretendía escapar, mientras el doctor salía apuntando a la espalda con su arma, a una de las rehenes.
Los rehenes que salieron con el asaltante fueron Huchi Lora, la gerente de la sucursal Gilda Seguro de Arias, su asistente Celeste Paulino y la empleada María del Carmen Cabral, la cual huyo momento antes del desenlace, quedando dentro del local la gerente Alejandrina Figueredo. Pero uno de los policías, ubicado en un balcón de la segunda planta del banco, disparó hiriendo a la gerente, María del Carmen Cabral la cual huyo, tras escaparse el asaltante ordenó que saliera Alejandrina Figueredo para que revisara el auto por si acaso hubiera un policía dentro de el.
Pasaron como 5 minutos y ahí se produjo el segundo ataque policíaco esta vez hiriendo al asaltante en el antebrazo, el asaltante halo a las dos rehenes que estaban atadas con el y le disparo a Alejandrina Figueredo en la espalda, la cual logro escapar. Huchi logra salir corriendo para así salvar su vida, mientras el doctor entraba de nuevo al banco, los militares disparan y el doctor responde los disparos cayendo abatido por los impactos , resultando herida de muerte también , Celeste Paulino, quien planificaba su boda para esos días.
El desenlace fue trágico para una de las últimas cuatro rehenes (eran 12 cuando inició el asalto, de acuerdo con los informativos de la época): Celeste Paulino murió de un disparo en la cabeza en el tiroteo entre Payano y policías.
Lora apunta que, gracias a los videos, se determinó que el tiro que mató a la joven lo realizó el asaltante, a pesar de la creencia de que fue la Policía.
El jefe de la policía de entonces, era el Mayor General Rafael Guerrero Peralta.
Anexo, el video del momento del desenlace, narrado y producido por el periodista Huchi Lora, testigo de excepción.
https://www.youtube.com/watch?v=H11nPBSeFrw#t=334
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Fuga o Muerte, novela de Huchi Lora que describe el asalto bancario y secuestro por parte de un médico cirujano, y uno de los casos peor manejados por la policía de los años 90´s, será una película fijada para llegar a pantallas en la primavera de año 2017, tras ser comprados sus derechos por una empresa fílmica internacional.
Huchi Lora frente al banco
La novela será producida y dirigida por Juan Basanta, al ser comprados sus derechos por Michael Toribio, presidente de Duende Films Distribution y GT Films, como parte del acuerdo que la Fundación Global Democracia y Desarrollo firmó con el grupo multimedios Spanish Broadcasting System (SBS). Esa empresa es productor cubano/americano Raúl Alarcón. Se prevé el estreno de Fuga o Muerte para marzo o abril de 2017. Durante 2016 se realizará la pre-producción y rodaje.
El acuerdo de Funglode con SBS establece la producción y distribución de doce películas, una de las cuales está en producción. El acuerdo cuenta con un presupuesto de 125 millones de dólares para el mercadeo, producción y la distribución de las películas en salas norteamericanas, está firmado por Funglode por Omar de la Cruz, del Instituto Global de Multimedia (IGM) y director del Festival de Cine Global Dominicano.
Hecho real
“Fuga o Muerte”, novela basada en la desesperada acción del médico cirujano Cristóbal Eliseo Payano Rodríguez, que abrumado por las deudas y cubriendo su rostro con una careta de payaso, decidió asaltar una sucursal del Banco del Progreso, en la avenida Independencia esquina calle Socorro Sánchez, del sector de Gazcue, en donde tomó cuatro empleadas como rehenes.
Otras seis personas más que estaban en el lugar lograron escapar al percibir el peligro.El caso sorprendió por tratarse de un profesional médico, perteneciente a una prestigiosa clínica privada capitalina.
Payano Rodríguez, quien penetró a la sucursal cerca de las dos de la tarde, ya tenía el dinero en cuatro bolsas de tela cuando llegó la policía alertada por la alarma silenciosa, lo que le impidió el escape. El objetivo del asaltante cambio de asalto al criterio de “fuga o muerte”.
El hecho,iniciado al mediodía del primero de marzo de 1993, y que finalizó en la madrugada del día siguiente, impactó en país por sus características excepcionales y por la intervención como intermediario de Huchi Lora, quien se ofreció como un quinto rehén para lograr una solución no violenta.
El gesto de Huchi se consideró heroico y estuvo a centímetros de perder la vida cuando se produjo una balacera al momento de salir de la sucursal apuntado él y las rehenes, por el secuestrador.
El caso se considera típico de una pésima actuación policial que permitió la intervención de civiles y que tuvo numerosas oportunidades de acabar con la vida del secuestrador mediante un solo disparo en las muchas oportunidades que tuvo expuesto a la línea de tiro mientras amenazaba los rehenes. La actuación policial, por falta de experiencia y equipamiento especializado, fue caótica y permitió una muerte innecesaria y herida a varios rehenes.
El cuerpo ya sin vida del secuestrador fue maltratado por los policías que buscaban identificación y la forma en que fue sacado del lugar, evidenció una falta de respeto total por sus restos. Para colmo, la policía ordenó a los bomberos limpiar toda la sangre a fuerza de mangueras, minutos después de ocurridos los hechos, destrozando la escena forense de los hechos.
Freddy Beras
Previamente, Freddy Beras Goico desde su programa televisivo por Color Visión, logró comunicación telefónica con la gerente de la sucursal e intentó que el asaltante hablara con él para convencerlo de dar una salida pacífica.
Una vez finalizado el programa, Beras Goico se apersonó al lugar para mediar incluso ofreciéndose de rehén, lo que no fue posible por oposición de la policía. Se encontraba allí Monseñor Francisco José Arnaiz, también en planes de mediación por parte de la Iglesia Católica.
El doctor Payano Rodríguez, perteneciente a la plantilla de cirujanos de una prestigiosa clínica capitalina, murió baleado por la policía, tras una escaramuza en que el galeno, saliendo de la sucursal bancaria, dio un tiro en la cabeza a la gerente de la oficina, Celeste Paulino. Previamente había herido en un hombro a otra de las mujeres. La actuación policial, que no tenía entrenamiento especializado para situaciones de rehenes, fue muy criticada en los medios de comunicación.
La foto de las rehenes y Huchi Lora cuando salían de la oficina bancaria apuntados por el asaltante, se convirtió en una imagen icónica de los años 90´s.
Lora confiesa en su novela: “Lo subestimé y sobreestimé mi habilidad para convencerlo”. La situación mantuvo en vilo a la ciudadanía. Centenares de personas se agolparon en el lugar hasta la madrugada del 2 de marzo, cuando culminaron los hechos con la balacera.
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