Un adolescente que no lava su ropa probablemente tampoco sabrá hacerse cargo de sus errores.

 

Un adolescente que no lava su ropa probablemente tampoco sabrá hacerse cargo de sus errores.

Muchos adolescentes dominan la tecnología pero no saben cómo hacer una tarea básica de la vida cotidiana.

No es su culpa. Es que nunca se les enseñó, ni se les exigió.

Los hijos no aprenden autonomía si los padres siguen haciendo todo por ellos. Saber encender una lavadora, separar ropa o tender una camiseta no es tarea de adultos,

es entrenamiento para vivir sin miedo a lo básico.

SITUACIÓN REAL:

Una madre dijo: "Tiene 16 años y ni siquiera sabe dónde se echa el jabón. Y cuando le digo que aprenda, se enoja o dice que no es su trabajo".

Eso no es desinterés. Es dependencia disfrazada de comodidad.

EJERCICIO:

Esta semana, prueba el modelo: “Tecnología sí, pero también autonomía”

1) Enséñale cómo funciona la lavadora de casa (paso a paso).

2) Haz una guía visual sencilla (con dibujos o íconos) y pega cerca de la lavadora.

3) Asigna un día fijo para que lave su propia ropa (aunque sea solo su ropa interior y camisetas).

4) No corrijas por él. Deja que cometa errores pequeños: una camiseta desteñida hoy, es una lección de por vida.

5) Repetilo por 3 semanas. El objetivo no es perfección: es independencia.

CONSEJO PRÁCTICO

No subestimes el poder de una lavadora.

Cuando tu hijo aprende a lavar su ropa, empieza a asumir que también puede encargarse de su vida.

La autonomía empieza con cosas pequeñas. Pero construye seguridad para lo grande.

Muchos adolescentes saben hacer scroll pero no saben hacerse cargo. Y si no saben usar una lavadora hoy, mañana tampoco sabrán cómo limpiar sus propios errores.

Si hoy se pierde con botones simples de una lavadora, mañana se perderá en decisiones importantes.

Infografía: AbueloEduca 

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