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Análisis visual clínico del material (lo que se ve)
En los fotogramas se aprecia una atención prehospitalaria en entorno rural/terreno irregular (hierba alta, suelo con desniveles). Hay al menos 2–3 intervinientes (uno con camiseta roja, otro con uniforme azul sanitario). La paciente (aparenta mujer joven) está en decúbito supino sobre un dispositivo rígido amarillo compatible con tabla larga o camilla tipo “scoop”/dispositivo de extricación (por color y geometría), colocado directamente sobre el terreno.
Hallazgos relevantes de la escena:
- Postura de miembros inferiores no neutra: la paciente presenta caderas y rodillas flexionadas, con las piernas elevadas/manipuladas por el rescatador.
- Manipulación de ambas piernas a la vez (el interviniente rojo sujeta y eleva las extremidades cerca de tobillos/piernas), mientras la paciente mantiene los brazos en flexión sobre el tórax/abdomen.
- Texto superpuesto: “Pain medicine if possible.” Esto sugiere que el caso se está usando como mensaje educativo centrado en analgesia prehospitalaria (y, por el gesto de protección y expresión, la paciente parece dolorida).
- No se aprecia claramente férula aplicada, tracción, ni binder pélvico en esos fotogramas (al menos en lo visible).
- Tampoco se ve con claridad control cervical manual/collar, aunque el foco del vídeo parece ser extremidades/dolor.
Interpretación clínica razonable (sin “diagnosticar por vídeo”): el patrón “piernas flexionadas + dolor + manipulación para llevarlas a extensión” es típico de intentos de posicionamiento en tabla/camilla cuando hay:
- lesión de cadera/fémur/rodilla/tibia, o
- dolor pélvico/sospecha de anillo pélvico, o
- necesidad logística de acomodar al paciente para traslado.
El problema es que forzar extensión/alineación global (especialmente moviendo las dos piernas como palanca) puede mover pelvis y columna lumbar, aumentar dolor y, si existiera lesión inestable (pélvica/femoral), agravar desplazamientos o sangrado.
Punto crítico: ¿es mejor inmovilizar “como está” o alinear?
La respuesta basada en evidencia es: depende del objetivo inmediato y del estado neurovascular, y la práctica moderna prioriza minimizar movimiento (“spinal motion restriction” y manipulación selectiva) frente a “enderezar por sistema”.
1) Columna: de “inmovilización rígida” a “restricción del movimiento”
En trauma, la tendencia internacional ya no es “tabla rígida para todos”, sino restricción de movimiento espinal de forma selectiva, con técnicas que reduzcan movimientos innecesarios y eviten complicaciones de la tabla (dolor, úlceras, compromiso ventilatorio, etc.). Esto está recogido en el Position Statement conjunto (ACS-COT/ACEP/NAEMSP) sobre restricción del movimiento espinal.
Además, el American College of Surgeons en sus Best Practices Guidelines: Spine Injury incluye recomendaciones prehospitalarias y el enfoque contemporáneo de restricción de movimiento más que “backboard prolongado”.
Traducción práctica al vídeo: si el dispositivo amarillo es una tabla/scoop, su papel ideal es extricación y transferencia, no necesariamente mantener al paciente largos periodos rígido ahí mientras se “pelean” con la postura de las piernas.
2) Extremidades: cuándo alinear (y cuándo NO)
A) Cuándo se recomienda intentar realinear a una posición más neutra
Hay consenso clínico (prehospitalario y ortopédico) en que la realineación suave puede estar indicada cuando existe:
- Compromiso neurovascular distal: ausencia/disminución de pulso, relleno capilar muy alterado, frialdad distal, déficit sensitivo-motor progresivo.
- Deformidad severa que impide inmovilizar o transportar (angulación extrema, “posición imposible”).
- Dolor insoportable por espasmo/solapamiento en fracturas de huesos largos (p. ej., fémur) donde una tracción longitudinal suave reduce dolor y sangrado venoso medular (pero esto es “tracción/alineación”, no “maniobra brusca”).
En fracturas de miembros inferiores, un documento clásico sobre manejo prehospitalario de fracturas de pierna describe que, ante necesidad, la extremidad puede realinearse mediante tracción longitudinal continua y corrección manual hacia posición neutra, con reevaluación neurovascular repetida, y enfatiza que si hay empeoramiento neurovascular tras el intento, se debe reconsiderar y priorizar transporte urgente.
B) Cuándo es mejor inmovilizar “como se encuentra” (o con mínima corrección)
Se prefiere no forzar alineación cuando:
- No hay compromiso neurovascular.
- La deformidad no impide férula/transporte.
- La manipulación desencadena dolor intenso, resistencia marcada o espasmo.
- Se sospecha lesión asociada donde “enderezar” puede ser dañino (p. ej., posible lesión pélvica, cadera, proximal de fémur, etc.).
Desde el punto de vista procedimental, recursos educativos y guías de fracturas insisten en que la inmovilización busca evitar lesión secundaria de tejidos, vasos y nervios, y aliviar dolor, y que la extremidad se coloca en posición neutra o de función “en la medida de lo posible”, no a costa de maniobras agresivas.
3) Lo que en tu vídeo preocupa desde la biomecánica y el “daño potencial”
En los fotogramas, el interviniente parece intentar llevar simultáneamente ambas piernas desde flexión hacia una posición más extendida sobre el dispositivo.
Riesgos teóricos (y clínicamente plausibles):
-
Transmisión de fuerzas a pelvis y columna lumbar
Elevar/extender ambas piernas a la vez puede actuar como palanca sobre caderas/pelvis, aumentando el movimiento del anillo pélvico y región lumbosacra, justo lo que queremos evitar si hay trauma de alta energía o dolor pélvico. -
Aumento de dolor y espasmo
El propio vídeo resalta “analgesia si es posible”, lo cual es coherente: intentar posicionar sin analgesia puede empeorar respuesta simpática y dificultar el embalaje. -
Si fuese fractura de fémur
Manipulación sin una estrategia (p. ej., tracción controlada + férula adecuada) puede aumentar solapamiento, sangrado, dolor y riesgo de lesión de partes blandas. -
Si hubiese sospecha pélvica
En sospecha de sangrado activo por fractura pélvica tras trauma cerrado de alta energía, NICE recomienda aplicar binder pélvico prehospitalario (dispositivo comercial preferible).
Además, hay literatura prehospitalaria específica que aconseja binder temprano en compromiso hemodinámico con mecanismo sugerente.
Y NAEMSP publicó recientemente un documento de recursos/posición sobre evaluación y manejo de sospecha de fracturas pélvicas (útil para EMS).
4) Algoritmo práctico basado en evidencia para “alinear vs inmovilizar como está” (prehospitalario)
Sin hacer “medicina de fantasía”, esto es lo más defendible con guías y literatura:
Paso 1: Prioriza lo vital antes que “enderezar”
- ABC (vía aérea, ventilación, circulación, hemorragia) y analgésicos tempranos si procede.
- En columna: restricción de movimiento selectiva (posición statement conjunto).
Paso 2: Decide por neurovascular distal y logística
- Si hay compromiso neurovascular → intento único de realineación suave con tracción longitudinal, idealmente tras analgesia, con re-chequeo neurovascular (pulsos, relleno capilar, sensibilidad, fuerza).
- Si NO hay compromiso neurovascular → inmoviliza con mínima manipulación; acepta posición “encontrada” si permite férula y traslado razonable.
Paso 3: Sospecha de pelvis y fémur: dos decisiones que cambian todo
- Sospecha de fractura pélvica con sangrado → binder pélvico prehospitalario (NICE) y evita maniobras que movilicen pelvis.
- Sospecha de fractura de diáfisis femoral → considerar férula de tracción solo si no hay sospecha de pelvis/proximal fémur/rodilla/tobillo relevantes, porque hay contraindicaciones descritas. NAEMSP tiene un documento específico de “femoral shaft fractures” con contraindicaciones para tracción (incluyendo lesión pélvica sospechada).
Para técnica y consideraciones clínicas, fuentes de referencia como MSD Manual y revisiones clínicas describen contraindicaciones y limitaciones (p. ej., pelvis, fracturas proximales).
5) Analgesia prehospitalaria: el mensaje explícito del vídeo
El propio vídeo pone el foco en “pain medicine”. La evidencia moderna favorece analgesia multimodal y precoz en trauma, incluyendo opioides titulados, ketamina analgésica en dosis subdisociativas, etc., según protocolos locales y contexto. Un resumen útil y revisado sobre dolor traumático (enfoque multimodal y opciones) está en literatura clínica reciente.
Aplicación directa a tu escena: si pretendes posicionar una extremidad dolorosa para inmovilización, la analgesia no es “lujo”: reduce catecolaminas, facilita alineación suave si fuese imprescindible y mejora cooperación.
Conclusión “clínica” sobre tu vídeo (con prudencia)
En lo visible, la maniobra de “subir y acomodar ambas piernas en bloque” no es la forma más segura si existe posibilidad de lesión pélvica o femoral, porque introduce movimiento y dolor. Con el estándar actual, lo preferible sería:
- Minimizar manipulación,
- analgesia temprana,
- evaluación neurovascular distal,
- inmovilización dirigida (férulas) con la menor corrección necesaria,
- y binder pélvico si el mecanismo/estado hemodinámico lo sugiere, en lugar de “forzar extensión” para que encaje estéticamente sobre la tabla.
Fuentes clave (URLs confiables)
- Joint Position Statement “Spinal Motion Restriction in the Trauma Patient” (ACS-COT/ACEP/NAEMSP) – texto completo:
- NAEMSP (landing/posición):
- American College of Surgeons – Best Practices Guidelines: Spine Injury (PDF):
- NICE NG39 – Pelvic binders prehospitalarios (recomendación explícita):
- Pre-hospital management of lower limb fractures (realineación con tracción y reevaluación NV):
- StatPearls Splinting (principios y complicaciones; utilidad como referencia clínica):
- NAEMSP 2025 – recurso/posición: sospecha de fractura pélvica:
- NAEMSP 2025 – manejo de sospecha de fractura diafisaria femoral (contraindicaciones tracción):
- MSD Manual – contraindicación/consideraciones para férula de tracción femoral:


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