👦🏻🔨🧠 Un accidente casi fatal cambió la vida de Connor Huntley, un joven de 18 años, cuando un martillo, manejado accidentalmente por su amigo de 21 años, lo golpeó en la cabeza. Aunque los médicos lograron salvar su vida, la herida le dejó una cicatriz que llevará para siempre, como un recordatorio visible de aquel día. Además de las secuelas físicas, este traumático suceso dejó una profunda huella emocional en Connor.
Créditos Conocimientum
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