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8 Falsas creencias "MITOS" en PRIMEROS AUXILIOS |
Falsas
creencias sobre primeros auxilios: “8”ocho
remedios aceptados... que NO funcionan
§
Nunca ha de
aplicarse dentífrico, aceite o mantequilla sobre una quemadura, pese a que se
cree lo contrario.
§
Echar la cabeza
hacia atrás ante una hemorragia nasal no para el sangrado, de hecho hay que
hacer lo contrario.
§
También es un
error golpear la espalda ante un atragantamiento o provocar el vómito ante una
intoxicación.
“Ante una quemadura, lo mejor es aplicar agua fría (no hielo) y cubrir la
zona con un pañuelo limpio o mejor, un apósito estéril (gasa)”
EROSKI CONSUMER. 28.06.2014 - 09:34h Cuando uno se quema, sangra por la
nariz o es picado por una medusa... siempre hay un remedio comúnmente aceptado
al que suele recurrirse en primera instancia... y, sin embargo, no es eficaz.
Desde Eroski Consumer repasan ocho mitos de los primeros auxilios:
Quemaduras: ¿dentífrico, mantequilla y clara de huevo?
Ante una quemadura, una costumbre frecuente es aplicar
dentífrico en la zona lesionada. Es posible que esta idea surja del efecto
refrescante que aporta la pasta, pero se trata de una falsa mejoría perniciosa
por sus consecuencias, ya que la pasta de dientes es abrasiva y agrava la
lesión. Tampoco debe darse aceite o mantequilla, porque ensucia la herida y
puede empeorar las cicatrices posteriores.
Otro mito es el de poner clara de huevo a la quemadura
con la creencia de que acelera la cicatrización gracias al colágeno. En primer
lugar, la clara de huevo no contiene colágeno sino proteínas (albúmina). Si se
emplea sobre una quemadura, queda pegada a la piel y dificulta la limpieza del
lecho de la herida. Por otra parte, con esta práctica lo que se hace es dar
nutrientes a las bacterias que colonizan la piel y facilitar las infecciones.
Ante una quemadura, lo mejor es aplicar agua fría (no hielo) y cubrir la zona
con un pañuelo limpio o mejor, un apósito estéril (gasa). Si la quemadura no es
grave y la piel está solo enrojecida, bastará un antiinflamatorio tópico. Si
hay heridas o ampollas, consultar a un servicio médico.
"Hemorragia nasal: echar la cabeza hacia atrás" Echar la cabeza
hacia atrás ante una hemorragia nasal no para el sangrado. Lo que ocurre es que
la sangre, en lugar de salir por el orificio nasal, se dirige a la parte
posterior de la nariz y va hacia la garganta y la boca. De hecho, hay que hacer
lo contrario. Para detener la hemorragia, hay que inclinar la cabeza hacia
delante presionando la zona lateral del lado de la nariz que sangra, justo en
la zona en que termina el hueso y empieza la zona carnosa. La presión debe ser
firme y continua durante diez minutos. Si se aplica un poco de frío en la zona,
que tiene un efecto vasoconstrictor, también puede resultar útil.
"Golpear la espalda ante un atragantamiento" Es una práctica casi
instintiva. No obstante, esta acción tan bien intencionada puede ser
desacertada ya que puede favorecer la impactación del cuerpo extraño y empeorar
la obstrucción de las vías aéreas. Ante esta contingencia debe practicarse la
denominada maniobra de Heimlich, que consiste en colocarse detrás del afectado
y rodearlo con los brazos para hacer una compresión por debajo de la boca del
estómago. De esta manera, se impulsa de forma brusca el aire hacia arriba, de
modo que facilita la expulsión del cuerpo extraño.
"Provocar el vómito ante una intoxicación" A pesar de que es
cierto que el vómito puede facilitar la eliminación del tóxico, no siempre es
recomendable. Si la sustancia que se ha ingerido es corrosiva (lejía, amoniaco,
etc.), devolver es contraproducente ya que lesionará la parte alta del tubo
digestivo. También hay que ser muy prudentes al provocar el vómito en una
persona semiinconsciente, porque pueden ocasionarse aspiraciones del contenido
gástrico hacia las vías respiratorias.
"Sujetar a las víctimas de convulsiones" En un ataque o crisis
convulsiva se producen movimientos no controlados de las extremidades que
pueden ser relativamente violentos. Si se sujeta con fuerza al afectado para
evitarlos, se corre el riesgo de provocar lesiones a quien sufre las
convulsiones. Además, la inmovilización no acorta el ataque ni reduce los
efectos. De la misma manera, está contraindicado intentar introducir un objeto
en la boca para que no se muerda la lengua y administrar medicamentos orales,
aunque sean antiepilépticos. Ante una crisis convulsiva, hay que sujetar con
suavidad al individuo para evitar que se lesione y amortiguar la cabeza y
voltearlo de costado para impedir que, en caso de vómito, se produzca una
aspiración hacia los pulmones. Al intentar meter un objeto en la boca para imposibilitar
que se muerda, además de lesionar al afectado, se corre el riesgo de sufrir una
mordedura involuntaria.
"Succionar el veneno en caso de mordedura de serpiente" La idea
de que hay que succionar el veneno de una mordedura de serpiente está muy arraigada.
Pero lo idóneo es no manipular demasiado la zona para no provocar lesiones más
importantes. En la mordedura, además del veneno, suelen inocularse sustancias
que lesionan los tejidos circundantes que facilitan la propagación del tóxico.
Por este motivo, no hay que efectuar cortes y, en caso de succionar el veneno
(medida muy controvertida según distintos especialistas), debe hacerse con
mucho cuidado ya que puede ser peligrosa para la persona que la efectúa porque,
si tiene alguna lesión en la cavidad bucal, podría absorber la toxina. Tampoco
deben practicarse torniquetes para evitar que el veneno se distribuya por el
organismo, pues esto puede comprometer el riego sanguíneo de la herida y
empeorarla. En estos casos, lo adecuado es presionar de forma suave la herida
para hacer brotar la sangre, inmovilizar el miembro afectado y procurar que se
mantenga quieto y tranquilo, ya que el ejercicio y la ansiedad aumentan el
riego sanguíneo y hace que el veneno se difunda con mayor rapidez.
"Poner un filete sobre una contusión" Otro remedio "de
película" es colocar un filete sobre un ojo morado u otro tipo de
contusión. En este caso, el efecto beneficioso se produce solo por el frío, sin
que intervengan para nada los componentes de la carne. El filete ayudaría a aplicar
mejor el frío, ya que se adapta mejor a la zona afectada. Pero puestos a
utilizar remedios caseros, es más higiénico y económico colocar una bolsa de
guisantes congelados.
"Orinar sobre la picadura de medusa" No está demostrado que
funcione. En caso de picadura, de entrada, el agua salada puede ser un buen
remedio para lavar la zona y calmar un poco el escozor. Es importante no
aplicar agua dulce, ya que rompe las células urticariantes, lo que puede
provocar una mayor liberación de toxina. El frío local (un pañuelo con unos
cubitos de hielo) también atenúa las molestias, aunque no es conveniente darlo
de forma directa. Una solución de vinagre al 50% o amoniaco puede ser efectiva
para desactivar la acción de la toxina.
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