SE PIERDEN AÑOS DE VIDA
Las temperaturas extremas pueden aumentar el riesgo de muerte cardiovascular prematura
MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
Las temperaturas extremas durante las olas de calor y de frío pueden
aumentar el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular prematura
(ECP), según una nueva investigación publicada en la revista
'Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes'.
El estudio llevado a cabo en Brisbane (Australia) es el primero en
el que los investigadores examinan la asociación entre la temperatura
media diaria y los 'años de vida perdidos' debido a la ECP.
Los hallazgos muestran cómo responde el cuerpo a las condiciones
extremas, la obesidad y los cambios climáticos de la Tierra, señala
Cunrui Huang, investigador principal del estudio de la Universidad
Tecnológica de Queensland, en Brisbane. La exposición a temperaturas
extremas puede provocar cambios en la presión arterial, en el espesor de
la sangre, el colesterol y la frecuencia cardiaca.
Los investigadores recopilaron datos sobre las temperaturas
diarias en Brisbane entre 1996 y 2004, y los compararon con las muertes
relacionadas con enfermedades cardiovasculares en el mismo periodo.
Brisbane tiene veranos cálidos y húmedos e inviernos suaves y secos. La
temperatura media promedio diario fue de 20,5 grados Celsius, el 1 por
ciento de los días más fríos se caracterizan por las olas de frío y los
más cálidos por olas de calor. Según los investigadores, por cada 1
millón de personas, se perdieron en total 72 años de vida por día debido
a las enfermedades cardiovasculares.
El riesgo de muerte por ECP aumentó cuando el calor extremo se
mantuvo durante dos o más días. "Esto podría deberse a la tensión
constante sobre los sistemas cardiovasculares de los afectados, a los
sistemas de salud desbordados y a que las ambulancias tardan más en
llegar a los casos de emergencia", señala Adrian G. Barnett, coautor del
estudio y profesor de Bioestadística en la Universidad Tecnológica de
Queensland.
Pasar unas horas al día en un ambiente templado puede ayudar a
reducir enfermedades y muertes debidas al calor y frío extremos, afirma
Barnett. El investigador reconoce que los resultados pueden no ser
aplicables a otras comunidades y que sólo se consideraron las muertes en
las que la ECP fue la causa subyacente.
Fuente Europapress
No hay comentarios:
Publicar un comentario