VISITAS RECIENTES

AUTISMO TEA PDF

AUTISMO TEA PDF
TRASTORNO ESPECTRO AUTISMO y URGENCIAS PDF

We Support The Free Share of the Medical Information

Enlaces PDF por Temas

Nota Importante

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en el blog EMS Solutions International está editada y elaborada por profesionales de la salud. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario. by Dr. Ramon REYES, MD

Niveles de Alerta Antiterrorista en España. Nivel Actual 4 de 5.

Niveles de Alerta Antiterrorista en España. Nivel Actual 4 de 5.
Fuente Ministerio de Interior de España

jueves, 9 de enero de 2025

El origen del bidé


El origen del bidé :
Para algunos es un accesorio imprescindible de la higiene íntima, para otros una manera inútil de ocupar espacio en el lavabo. Pero el nacimiento del bidé, una pieza de baño común en varios países del mundo, se remonta a otros usos más inesperados.
René Louis de Voyer de Paulmy, marqués de Argenson y ministro del monarca francés Luis XV, relata en sus memorias una curiosa escena: un día, al ser recibido en audiencia por Madame de Prie, se la encontró sentada a horcajadas en un curioso mueble en el que se disponía a lavarse sus partes íntimas, al parecer al mismo tiempo que hablaba con él. Esa es la primera mención escrita que se tiene del bidé, un instrumento cuyo uso se considera bastante más antiguo y sobre cuyos orígenes no hay consenso, aunque se sitúan en la Edad Media.
El nombre proviene del francés antiguo bidet, un tipo de caballo pequeño parecido a un poni, hoy extinto, que usaban las damas y niños de la nobleza para sus paseos; y hace referencia a la posición en la que hay que sentarse, igual que cuando se cabalga. Su función más obvia es la higiene íntima, como complemento al baño: en una época donde tener bañera era un privilegio incluso entre la nobleza y el grueso de la población tenía que conformarse con corrientes naturales, servía para limpiar las partes más olorosas del cuerpo los días en los que no podían bañarse.
Método anticonceptivo
Pero más allá de la higiene corporal, el bidé tenía otra función igual de importante: la de método anticonceptivo, que si bien de eficacia dudosa, era lo máximo que se podía esperar. Este habría podido ser, incluso, su uso original: las prostitutas usaban recipientes parecidos para limpiarse después de tener relaciones, esperando evitar embarazos y enfermedades venéreas.
A pesar de este posible origen humilde, durante el siglo XVIII el bidé se popularizó entre las nobles, primero en Francia y en Italia y más adelante en otros países del sur de Europa. Para las mujeres que tenían una relación extramatrimonial (estuvieran casadas o no), era un modo de limitar el riesgo de quedar embarazadas de sus amantes; y para las casadas, una manera de evitar contagios a causa de las aventuras de sus maridos. Su uso anticonceptivo no era ningún secreto: a la reina de Nápoles María Carolina de Habsburgo-Lorena, que quiso instalar uno en su palacio de Caserta, le hicieron notar que eso podía darle mala fama ya que se trataba de un “instrumento de meretriz”, advertencia que ella ignoró.
Un éxito discutible
El éxito del bidé en realidad duró menos de dos siglos, ya que su difusión entre la mayoría de la población fue casi a la par con la ducha, que suplía mejor su función higiénica. Solo en la segunda mitad del siglo XIX empezó a haber instalaciones para agua corriente en las casas, y no se generalizarían hasta el XX. Para entonces, el uso del bidé había estado tan restringido que la mayoría de la población simplemente no le veía la utilidad -a pesar de lo cual algunos países, como Italia o Portugal, hicieron obligatoria su instalación en los baños-.
Pero a lo largo de su relativamente breve historia el bidé fue a menudo objeto de polémica, precisamente por su uso anticonceptivo. Su presencia parecía sugerir una vida lujuriosa por parte de sus propietarias, como le señalaron a la reina de Nápoles, y en los burdeles era el único mueble del que disponían las prostitutas además de la cama. La Iglesia criticaba ferozmente su uso, sugiriendo incluso que se usaba para practicar abortos.
Otros le dieron usos más inventivos: haciendo honor al origen del nombre -los caballos bidet-, Napoleón lo usaba para aliviar el escozor en las posaderas y los muslos después de cabalgar. Lo valoraba tanto que incluso le dejó en herencia a su hijo su preciado bidé rojo, lo que dio una enorme publicidad al utensilio y aumentó inmediatamente su popularidad entre la nobleza francesa.
Aunque hoy se encuentre en creciente desuso, este instrumento de baño ha tenido una importancia crucial en la historia europea: sin él tal vez habrían nacido otros herederos entre los grandes linajes, algunas traiciones habrían sido descubiertas, y la higiene y salud de las clases dirigentes habrían sido más deplorables. Independientemente de que nos parezca más o menos útil, nunca sabremos cómo habría sido la Europa moderna sin el bidé.


 .
Mozo del retrete 🚽 🪠  💩 

El Origen del Bidé: Historia y Evolución

El bidé, un dispositivo de higiene íntima, tiene su origen en Francia durante el siglo XVII o XVIII. Aunque no se sabe con certeza quién lo inventó, se atribuye generalmente a los fabricantes de muebles franceses de la época, quienes comenzaron a producirlo para las clases altas.

Etimología

El término "bidé" proviene del francés y originalmente significaba "pony" o "caballo pequeño". Esto se debe a la posición que adopta una persona al usarlo, similar a montar un caballo.

Invención y primeros usos

1. Primeras apariciones (Siglo XVII-XVIII):

El bidé fue diseñado como un mueble independiente, generalmente de madera, con una cuenca en su interior.

Inicialmente, era un artículo de lujo reservado para la aristocracia francesa, tanto hombres como mujeres, como complemento a su higiene personal en una época donde los baños completos eran poco frecuentes.



2. Evolución en el diseño:

A finales del siglo XVIII, el bidé comenzó a incluir sistemas rudimentarios de agua corriente, mejorando su funcionalidad.

En el siglo XIX, con la llegada del agua canalizada, los bidés comenzaron a integrarse más fácilmente en los hogares.





Expansión mundial

Europa:

Desde Francia, el bidé se extendió a otros países europeos, especialmente Italia y España, donde se convirtió en un elemento estándar en los baños.


América Latina:

Durante el siglo XX, se introdujo en muchos países de América Latina, donde es común en algunos hogares.


Países anglosajones:

Curiosamente, el bidé no logró popularizarse en países como Estados Unidos o Reino Unido, probablemente debido a diferencias culturales y a la preferencia por otros métodos de higiene.



Tipos modernos

Con el tiempo, el bidé ha evolucionado en diseño y tecnología:

Bidés independientes: Clásicos, separados del inodoro.

Inodoros con bidé integrado: Comunes en Japón, donde la tecnología avanzada incluye funciones como agua templada, secado y control remoto.

Adaptadores: Accesorios que se añaden al inodoro existente.


Conclusión

El bidé, nacido como un símbolo de lujo en la Francia del siglo XVIII, se ha adaptado y evolucionado a lo largo de los siglos. Hoy en día, es un símbolo de higiene y comodidad en muchas culturas alrededor del mundo. Su expansión global y su transformación tecnológica demuestran su relevancia en la vida cotidiana.



Países donde se usa el bidé 

No hay comentarios:

Publicar un comentario