Dependiendo de la altura del resalto, pueden incluso provocar que se le salga una vía a un paciente
¿Qué pasa cuando una ambulancia está transportando a un enfermo en una emergencia y pasa por un resalto? Para un trasplantado, alguien con una rotura de tibia, un politraumatizado... cada paso por un badén es un suplicio y un agravante para su salud. Todo se mueve en el interior, el material sanitario se cae, todo vibra, suena... Aunque eso no es lo peor. Lo peor es el peligro que sufren los enfermos, ya que por ejemplo se puede salir una vía.
Mateo Lafragua, un vecino de Artziniega que ha recibido en su vida dos trasplantes de riñón, está llevando a cabo una campaña contra los badenes debido a cantidad de problemas que provocan en los transportes sanitarios. "Cada vez que iba al hospital de Cruces, en un tramo de siete kilómetros, en Gordexola nos encontrábamos con diecinueve resalto, una auténtica tortura”.
Normalmente, este tipo de elementos, creados para reducir la velocidad en ciertas zonas, ocasiona estrés a varias partes del vehículo y no solo a las suspensiones. Muchas veces, las bombillas se funden y la capacidad torsional y rigidez se ve igualmente comprometida (y con ella la seguridad del vehíclo).
Esas molestias, llevadas a una ambulancia, se multiplica por 10. Y no solo por las añadidas que sufre cualquier paciente con este tipo de lesiones, sino porque un resalto puede llegar a agravarlas hasta el punto de ser mortal, como a él casi le llegó a ocurrir: “En una ocasión, me desestabilicé al pasar por uno de estos elementos, la ambulancia tuvo que parar para recuperarme porque me iba”.
Ya presentó en febrero de 2016 un estudio ante el Parlamento Vasco, donde se aprobó por unanimidad y consiguió el compromiso de los grupos políticos para analizar todos los badenes existentes en el País Vasco. Sin embargo las soluciones no llegan, a pesar de que se ha hablado de modos alternativos para reducir la velocidad en las carreteras, tales como estrechar las vías o colocar pivotes como se hace en Francia. Ahora el Ayuntamiento de Artziniega ha anunciado que cuenta con esta subvención para retirar los obstáculos que se encuentran ahora en la carretera BI-2604 y sustituirlos por otros sistemas.
Lafragua admite que “quitar los resaltos sin encontrar una solución alternativa, sería un error”, pero es también consciente de que no son la solución apropiada, menos aún en el caso de las ambulancias que, para hacerles frente sin dañar a los enfermos que trasladan, tiene reducir su velocidad entre 10 y 15 km/h, perdiendo en cada resalto nos 10 segundos, que pueden parecer pocos, pero en casos como infartos pueden ser capitales para la supervivencia del paciente.
https://www.autobild.es/noticias/video-esto-es-que-pasa-ambulancia-cuando-pasa-resalto-184064?fbclid=IwAR2UnB6uTNtlwpD0dcH60QrcpXMTOdaw57x-f5FylFpn_6CHppafdy8hFng
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