Dieta
Las serpientes coral son carnívoras y basan su dieta en otros reptiles y serpientes, incluso ejemplares de coral. En ocasiones pueden alimentarse también de ranas.
Datos sobre el veneno
El veneno de serpiente coral, como dijimos, es neurotóxico. Esto significa que es capaza de disminuir y eliminar la capacidad de los nervios del cuerpo para comunicarse con las células. Si su cerebro no puede comunicarse con el corazón, la función cardiaca cesará.
De las serpientes venenosas en Norteamérica, el veneno neurotóxico sólo se encuentra en dosis letales en las serpientes coral. Cuando la serpiente muerde a la víctima, se aferrará a esta durante el mayor tiempo posible. Esto se debe a que las serpientes coral no tienen sacos de veneno unidos a sus colmillos, como las víboras.
El veneno de esta especie se secreta en la herida mientras el animal permanece aferrado. Cuanto más tiempo el animal se adjunta, más veneno se administra. Las mordeduras de serpiente coral pueden no mostrar sus síntomas durante 12 horas después de su ocurrencia.
Algunas personas que son mordidas creen que han encontrado una serpiente de leche y no una serpiente coral porque no hay signos inmediatos de intoxicación por el veneno. Afortunadamente, a pesar del retraso en la aparición de los problemas, no se han registrado muertes provocadas por mordeduras de serpiente coral desde el desarrollo de un antídoto en 1967.
Más sobre el hábitat
Las serpientes coral habitan en el sureste y el suroeste de Estados Unidos, aunque hay otras subespecies de serpientes coral por todo el mundo. Prefieren áreas boscosas, pantanos, o lugares con tierra suelta.
De igual forma, prefieren cazar en la noche o temprano en la mañana, y se mantienen en sus guaridas la mayor parte del día. Por esta razón, rara vez son vistas por los viajeros. A diferencia de muchas otras serpientes, la serpiente coral no es audaz y tratará de huir de una situación determinada en lugar de mantener su posición. Sin embargo, si el animal se siente acosado podrá ir al ataque sin previo aviso.
La mordedura de una serpiente coral no es como la mordedura de una víbora. Las serpientes coral se aferran a su víctima, permitiendo que el veneno en la boca sea transferido a la herida. Cuanto más tiempo permanezca la serpiente aferrada a su presa, más veneno es transferido al cuerpo de la víctima. Esta sustancia, el veneno, consiste en una neurotoxina y, eventualmente, provoca el cese de la actividad cardíaca y pulmonar.
Datos curiosos de la serpiente coral
Las serpientes coral se confunden a menudo con algunas serpientes no venenosas de coloración similar. La serpiente de leche y la kingsnake escarlata tienen colores similares, pero en diferentes patrones.
La especie que nos ocupa es la única serpiente venenosa de América del Norte que no pertenece a la familia de las víboras.
Está relacionada con las mambas, cobras y serpientes marinas.
No se han producido muertes por una mordedura de serpiente coral desde 1967, cuando se desarrolló el antídoto para el veneno.
Su esperanza de vida en la naturaleza es desconocida, mientras que en cautiverio pueden vivir hasta siete años como promedio.
Las serpientes coral de todo el mundo vienen en todas las variedades de colores de azul y rojo a negro, con manchas de color amarillo brillante. Cuando se sienten amenazadas, se acurrucan, usando su cola en un intento de confundir al atacante en cuanto a qué extremo de la serpiente es la cabeza real.
Otras especies de serpientes que pueden confundirse con una coral son la escarlata, la rata roja y la rey Scarlet.
Muchas personas quieren saber cómo matar a una serpiente coral, pero esto no es necesario. La mejor manera de deshacerse de las corales es simplemente dejándolas solas.
Para atraparlas pueden utilizarse trampas, la mejor manera de eliminarlas.
https://www.infoserpientes.com/serpientes-coral
Identificación de serpientes corales
Cómo diferenciar auténticas serpientes corales de serpientes falsas corales es una pregunta recurrente que aparece en diversas conversaciones y medios, pero no siempre de manera acertada, pudiendo llevar a error en un encuentro con una de estas serpientes. La manera más sensata de tratar con uno de estos animales cuando no sabemos a ciencia cierta de qué especie se trata es dejarla proseguir su camino, no manipularla y observarla a cierta distancia.
Antes de nada hay que destacar que las verdaderas serpientes corales pertenecen a la familia Elapidae, al igual que cobras y mambas, y por lo tanto se trata de serpientes venenosas. En cambio las falsas corales pertenecen a la familia Colubridae y carecen de veneno, siendo totalmente inofensivas.
Con fin de ayudar a reconocer a las verdaderas corales para prevenir un posible accidente, enumeraré las principales características distintivas frente a falsas corales, siempre con excepciones.
En primer lugar dejar claro que ÚNICAMENTE hay una forma eficaz de identificar si una serpiente se trata de una verdadera coral o una falsa coral. Se trata de observar si la serpiente presenta, o no, escama loreal. Si presenta dicha escama se tratará de una falsa coral totalmente inofensiva, si carece de ella será una serpiente coral. Al tratarse de una escama de pequeño tamaño hay que tener precaución a la hora de intentar identificarla, siendo la mejor opción dejarlo sólo a gente experimentada.
En las serpientes corales podemos fijarnos en el patrón que toman las bandas negras que éstas presentan. De manera general, las corales presentan dichos patrones de bandas negras en número impar, mientras que las falsas corales suelen presentarlas pares.
También podríamos observar la manera en la que se unen los anillos ventralmente, ya que en las serpientes corales veremos cómo sus anillos continúan en el vientre, cerrando los anillos completamente. En cambio, en las falsas corales los anillos no mantienen la continuidad, lo que nos permitirá observar un vientre blanquecino sin los colores característicos de los anillos.
Otro pequeño detalle que puede ayudar a la identificación es el tamaño relativo de los ojos respecto al tamaño de la cabeza, siendo menor en las verdaderas serpientes corales.
Hay que huir de la regla R.A.N.A, es decir, del patrón de anillos rojo-amarillo-negro-amarillo, que dicta que si la banda roja está en contacto con la banda amarilla se trataría de una serpiente coral autentica. Esto es totalmente falso, ya que varias especies de serpiente coral carecen de este patrón, como Micrurus langsdorfii, no siendo para nada un factor decisivo a la hora de reconocer a estas especies.
Todas estas diferencias (exceptuando la escama loreal) hay que tomarlas siempre con precaución, ya que debemos saber que hay especies de verdaderas corales que no cumplen estas características y pueden llevar a un accidente ofídico grave, como sucede con Micrurus mipartitus o Micrurus ancoralis.
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