La amenaza híbrida es un término que engloba todo tipo de actuaciones coordinadas para influir en la toma de decisiones de los Estados, haciendo uso de medios políticos, económicos, militares, civiles e información. Estas acciones pueden ser realizadas tanto por actores estatales como por actores no estatales.
Se utiliza el término “Grey Zone” (Zona Gris) para determinar la frontera entre paz y guerra. Se trata de una nueva táctica que nada tiene que ver con la guerra real que enfrenta a ejércitos de distintos Estados. La guerra híbrida consiste en lograr resultados influyendo directamente en la sociedad mediante la desmoralización de esta. Es una táctica sin duda efectiva y mucho más sencilla para los países atacantes, ya que la inversión tanto económica como humana es menor que en la guerra real. Se utilizan recursos como la propaganda, la manipulación de las comunicaciones, los bloqueos económicos… Y al no existir una legislación internacional férrea en relación a estos conflictos, muchos países consideran este tipo de actuaciones como tolerables.Introducción: La amenaza híbrida
El término amenaza híbrida se popularizó tras el choque entre Israel y Hezbolá en 2006 para designar a “la integración de tácticas, técnicas y procedimientos no convencionales e irregulares, mezclados con actos terroristas, propaganda y conexiones con el crimen organizado”[1].
El objetivo esencial de la amenaza híbrida es lograr resultados sin recurrir a la guerra real, enfrentando a las sociedades y no a los ejércitos, desmoronando casi por completo la distinción entre combatientes y ciudadanos. El objetivo militar pasa a un segundo plano.
Las acciones llevadas a cabo en el seno de este tipo de conflictos se centran en el empleo de medios como ciberataques, desinformación y propaganda. Tienen como objetivo la explotación de vulnerabilidades económicas, políticas, tecnológicas y diplomáticas, quebrantando comunidades, partidos nacionales, sistemas electorales y produciendo un gran efecto en el sector energético. Estas actuaciones no son aleatorias, están planeadas y organizadas. Estos ataques no tienen un carácter lineal. Pueden tener consecuencias directas en otro ámbito. Por ejemplo, el ataque con drones en pozos de Arabia Saudí en septiembre de 2019 tuvo un impacto directo en la economía global.
El ciberespacio se ha convertido en un aspecto novedoso en este escenario. Gracias en gran medida a la revolución tecnológica y de la información, nos encontramos hoy ante un orden mundial cambiante, en el cual la información que proporcionan los medios de comunicación es accesible a cualquier persona desde cualquier parte del mundo. No es casual, por tanto, que Internet sea uno de los frentes más importantes al hablar de guerra híbrida. En ese ámbito, las reglas no están claramente establecidas y los Estados y actores no estatales tienen un mayor margen de actuación frente al poder clásico de los Estados. Las “fake news”, la desinformación y los hechos basados en opiniones son instrumentos al alcance de la mano de cualquiera para influir sobre el orden público.
A través de la manipulación en estos ámbitos, el enemigo híbrido logra debilitar considerablemente uno de los pilares más importantes del Estado o comunidad al que vayan dirigidas sus acciones: la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
La ambigüedad es una de las características que distinguen la actividad en el ámbito cibernético. El enemigo híbrido no solo explota a su favor la dificultad inherente a la red global para atribuir acciones hostiles a un actor concreto, sino que la refuerza mediante el uso de estrategias híbridas como la sincronización.
Ciberterrorismo y hacktivismo
Como acabamos de ver, el ciberespacio constituye uno de los dominios preferentes del enemigo híbrido. En él, recurrirá frecuentemente a la ciberamenaza, una amenaza trasversal con una muy difícil atribución de la autoría. Esta no logra sustanciarse fehacientemente en la mayoría de los casos, en los que únicamente se cuenta con sospechas, siendo muy complicada la obtención de pruebas. Estas ciberamenazas las podríamos dividir en cuatro bloques que procederemos a analizar uno por uno.
En primer lugar, el ciberespionaje tiene como objetivo el ámbito político, económico y militar. Numerosos estados recurren al ciberespionaje de manera rutinaria. Entre ellos, destacan algunos como China, Rusia, Irán o Estados Unidos. Los Estados pueden llevar a cabo acciones de ciberespionaje de forma directa, utilizando sus servicios de inteligencia, o a través de agentes interpuestos como empresas influenciadas por dichos Estados.
En segundo lugar, el ciberdelito, en la mayoría de los casos ejercido con fines lucrativos, y cuyo impacto sobre la economía global se estima en un 2% del PIB mundial. Los objetivos principales del ciberdelito son el robo de información, el fraude, el blanqueo de dinero, etc. Suele llevarse a cabo por organizaciones terroristas, de crimen organizado y hackers.
En tercer lugar, el ciberterrorismo, cuyos objetivos principales son la obtención de información y todo tipo de comunicaciones a los ciudadanos. Los agentes principales, como se puede deducir, son las organizaciones terroristas y las agencias de inteligencia.
El ciberterrorismo tiene una serie de ventajas con respecto al terrorismo convencional, y es que garantiza una mayor seguridad sobre el anonimato, además, existe una mayor relación entre coste-beneficio y en el ámbito geográfico se presenta una gran ventaja en cuanto a la delimitación. En España se dio una reforma de los delitos de terrorismo mediante la Ley Orgánica 2/2015, en la cual se reformaron en su totalidad los artículos 571 a 580 del Código Penal. De forma paralela, mediante Ley Orgánica 1/2015 se aprobó, asimismo, la reforma del Código Penal, afectando a más de 300 artículos[2].
Por último, en cuarto lugar, el hacktivismo, cuyos objetivos principales son los servicios webs, junto con el robo y la publicación no autorizada de información. Cuando el hacktivismo se utiliza en beneficio del terrorismo, pasa a ser terrorismo. El grupo terrorista islámico DAESH, por ejemplo, utiliza medios cibernéticos para el reclutamiento de combatientes a sus filas. Como agentes destacan dos grupos, el grupo “Anonymus” y “Luizsec,” además de los propios servicios de inteligencia.
El ciberterrorismo tiene fines muy concretos: subvertir el orden constitucional, alterar gravemente la paz social y destruir nuestro modelo global. Se trata de una amenaza emergente de baja probabilidad, pero alto impacto. El problema principal de todo ello es la poca legislación existente al respecto, pero que poco a poco va emergiendo; por ejemplo, en 2013 se dio el punto de partida con la publicación de una comunicación del Consejo de la Unión Europea sobre seguridad –la “Estrategia de ciberseguridad de la Unión Europea”[3]–, a partir de la cual cada 5 años las estrategias deben ser revisadas. Se suma a ello el reglamento 2019/881 del Parlamento Europeo y del Consejo (UE) de 17 de abril de 2019.
Zona gris
El concepto de zona gris ha sido acuñado recientemente en el ámbito de los estudios estratégicos para describir el marco de actuación del enemigo híbrido. El término describe un estado de tensión alternativo a la guerra, operando en una etapa de paz formal.
El conflicto en la zona gris está centrado en la sociedad civil. Su coste, por tanto, recae directamente sobre la población. Opera en todo caso en el límite de la legalidad internacional. El protagonista es generalmente un Estado de principal importancia en el plano internacional (una potencia) o un actor no estatal de similar influencia.
Las acciones de un enemigo que opera en la zona gris están destinadas al dominio de determinadas “zonas” que le resultan de interés. Los tipos de respuesta dentro de lo definido como zona gris dependerán de la amenaza a la que se enfrente el país en cuestión.
Punto de vista jurídico
Si hablamos desde un punto de vista jurídico, es más preciso utilizar el término guerra híbrida, solo cuando existe un conflicto armado declarado y no encubierto.
En efecto, un gran problema surge de la dificultad para aplicar a los actores de las amenazas híbridas la legislación nacional o internacional oportuna. Los agentes que se ven envueltos, por regla general, niegan las acciones híbridas y tratan de escapar de las consecuencias jurídicas de sus acciones, aprovechándose de la complejidad del ordenamiento jurídico. Actúan bordeando los límites, operando en espacios no regulados y sin sobrepasar nunca los umbrales legales.
Respuestas ante las amenazas híbridas
La respuesta a la amenaza híbrida puede producirse en diferentes ámbitos, no excluyentes entre sí. En el ámbito militar, se puede llegar a concebir incluso una confrontación militar directa, que puede verse como “tolerable” si con ella se evita el enfrentamiento con una gran potencia como podría ser Estados Unidos o China. De la misma manera, son respetadas estas confrontaciones militares por la indefensión de los territorios ocupados ante la amenaza que pretende prevenir el Estado ocupante.
En el ámbito económico, la respuesta permite imponer sobre un enemigo costes de tipo financiero, que son a veces más directos que las respuestas militares. En este campo, una manera de adoptar medidas defensivas no provocativas es a través de la imposición de sanciones económicas inmediatas y formales a un agresor.
Un ejemplo de esto son las sanciones económicas que Estados Unidos impuso contra Irán por considerar este país como una amenaza nuclear. Para ello es importante destacar el fondo de este asunto.
En 2015 se firmó el Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) sobre el programa nuclear de Irán, por el que este país se comprometía a cumplir el acuerdo y Estados Unidos a retirar las sanciones económicas impuestas. Sin embargo, en 2018 Trump anunció la retirada del acuerdo y el restablecimiento de las sanciones. En el transcurso de estos acontecimientos, diversos países se han pronunciado sobre estas decisiones unilaterales tomadas por el gobierno estadounidense. China y Rusia, por su parte, han manifestado su disconformidad, realizando declaraciones oficiales a favor de Irán.
El de Irán constituye un claro ejemplo de respuesta económica sobre la zona gris, en el que se ve cómo los Estados utilizan este elemento de poder para negar la participación del agresor en diferentes instituciones o acuerdos y controlar su zona de influencia.
Estados Unidos, como muchas otras potencias, encuentra esta situación de superioridad una ventaja decisiva en los conflictos comprendidos dentro de la zona gris. Debido a la importancia del poder financiero y político de Estados Unidos, el resto de los países, incluida la Unión Europea, no pueden sino aceptar este tipo de acciones unilaterales.
Conclusiones
A modo de cierre, podemos concluir que la actividad híbrida en la zona gris tiene importantes consecuencias sobre el conjunto de la sociedad de uno o más Estados, y produce efectos que pueden llegar a tener un alcance global.
Las amenazas híbridas afectan fundamentalmente a la sociedad civil, pudiendo producir un efecto desmoralizador que provoque el hundimiento psicológico de un Estado. El empleo de esta táctica se denomina a menudo como “paz formal”. A pesar de no existir un enfrentamiento directo entre ejércitos, esta técnica es mucho más efectiva ya que el país atacante no necesita invertir tanto dinero, tiempo y personas como en la guerra real. Además, la aplicación del Derecho Internacional o la intervención de terceros países en el conflicto es mínima, ya que muchos consideran este tipo de actuaciones como “tolerables”.
Sin duda, la zona gris y las amenazas hibridas se han convertido en la nueva técnica militar de nuestra era debido a su eficacia y simplicidad. No obstante, debería existir un control más férreo para que este tipo de técnicas militares tan nocivas dejen de pasar desapercibidas.
Un aspecto característico de la guerra híbrida es la manipulación de las comunicaciones y el uso de la propaganda. Con estas acciones se consigue sembrar la desconfianza de los ciudadanos en sus instituciones, tal y como ocurre hoy en día en la relación entre China y Estados Unidos, lastrada por declaraciones norteamericanas a la prensa acerca del plan presentado por Xi Jinping en 2014 sobre la Nueva Ruta de la Seda, y que denotan un alto grado desconfianza y rechazo hacia el Imperio del Centro.
Por tanto, es conveniente que los Estados e instituciones internacionales establezcan unas “normas de juego” para este tipo de actuaciones y mantener así el orden y la paz mundial.
Una primera redacción de este texto fue presentada como comunicación en el XXVII Curso Internacional de Defensa celebrado en Jaca en octubre de 2019
Bibliografía
Carlos Galán. (2018). Amenazas híbridas: nuevas herramientas para viejas aspiraciones. 2019, de Real Instituto El Cano. Sitio web
Lyle J. Morris, Michael J. Mazarr, Jeffrey W. Hornung, Stephanie Pezard, Anika Binnendijk, Marta Kepe. (2019). Gaining Competitive Advantage in the Grey Zone. 2019, de RAND CORPORATION. Sitio web
Josep Barqués. (2017). Hacia una definición del concepto "Grey Zone". 2019, de Instituto Español de Estudios Estratégicos. Sitio web
Javier Jordán. (2017). Guerra híbrida: un concepto atrápalo-todo. 2019, de Universidad de Granada. Sitio web
Javier Jordán. (2018). El conflicto internacional en la zona gris: una propuesta teórica desde la perspectiva del realismo ofensivo. 2019, de Revista Española de Ciencia Política. Sitio web
Javier Jordán. (2019). Cómo contrarrestar estrategias híbridas. 2019, de Universidad de Granada. Sitio web
Guillem Colom Piella. (2019). La amenaza híbrida: mitos, leyendas y realidades. 2019, de Instituto Español de Estudios Estratégicos. Sitio web
Murat Caliskan. (2019). Hybrid warfare through the lens of strategic theory. 2019, de Defense & Security Analysis, 35:1, 40-58. Sitio web
Rubén Arcos. (2019). EU and NATO confront hybrid threats in centre of excellence. 2019, de Jane's Intelligence Review. Sitio web
Publisher: Geert Cami Senior Fellow: Jamie Shea Programme Manager: Mikaela d’Angelo Programme Assistant: Gerard Huerta Editor: Iiris André, Robert Arenella Design: Elza Lőw. (2018). HYBRID AND TRANSNATIONAL THREATS. 2019, de Friends of Europe. Sitio web
Una entrevista con Seyed Mohammad Marandi, Universidad de Teherán. (2019). Los iraníes no olvidarán la guerra híbrida contra Irán. 2019, de Comunidad Saker Latinoamérica. Sitio web
[1] Esta idea se popularizó entre la comunidad de defensa tras la presentación del ensayo “El conflicto en el siglo XXI”. Guillem Colom Piella. (2019). La amenaza híbrida: mitos, leyendas y realidades. 2019, de Instituto Español de Estudios Estratégicos
[2] Reforma de los delitos de terrorismo mediante la ley orgánica 2/2015. Grupo de Estudios en Seguridad Internacional (GESI), Universidad de Granada.
[3] Comunicación conjunta al Parlamento Europeo, al Consejo, al Comité Económico y Social Wuropeo y al Comité de las Regiones. ˝Estrategia de ciberseguridad de la Unión Europea: Un ciberespacio abierto, protegido y seguro˝.
Qué es la Guerra Híbrida y cómo nos afectan las Amenazas Híbridas
El ciberespacio se presenta como el escenario preferido de las nuevas formas de conflicto. En los últimos años cobran un especial protagonismo los conflictos híbridos, que combinan el uso de la fuerza militar con otros elementos como pueden ser los ciberataques, la manipulación de la información a través de internet y de redes sociales, o vectores de presión económica.El desarrollo de las nuevas tecnologías y su fácil acceso facilitan que estas acciones puedan provenir de cualquier parte del mundo, tanto por parte de actores estatales como no estatales, y de forma más rápida que en otras épocas, por lo que su prevención y respuesta resulta más complicada.
Una cuestión muy importante a tener en cuenta es el potencial de aplicación de las amenazas híbridas en situaciones muy diversas, donde se incluyen los procesos electorales, en los que se puede llegar a erosionar la soberanía e integridad de nuestros países.
En este artículo vamos a ahondar en este concepto de "Guerra Híbrida" o "amenaza híbrida", así como conocer los objetivos, principales riesgos y, por último, cuáles son las medidas preventivas y reactivas hacia este fenómeno.
https://www.unav.edu/web/global-affairs/detalle/-/blogs/la-amenaza-hibrida-la-guerra-imprevisible
Qué es la Guerra Híbrida y cómo nos afectan las Amenazas Híbridas - LISA Institute
Definición de guerra híbrida, conflicto híbrido y amenaza híbrida
Antes de nada, debemos aclarar que aunque encontremos términos como guerra híbrida, amenaza híbrida o ataque híbrido,.. utilizados como si significasen lo mismo, en realidad no es así. Como podemos encontrar definido en el documento Amenazas híbridas: nuevas herramientas para viejas aspiraciones de Carlos Galán, estos conceptos quedarían definidos de la siguiente manera:
Amenaza híbrida: Fenómeno resultante de la convergencia e interconexión de diferentes elementos que, en conjunto, constituyen una amenaza más compleja y multidimensional.
Conflicto híbrido: Situación en la cual las partes se abstienen del uso abierto de la fuerza (armada) y actúan combinando la intimidación militar (sin llegar a un ataque convencional) y a la explotación de vulnerabilidades económicas, políticas, tecnológicas y diplomáticas.
Guerra híbrida: Situación en la que un país recurre al uso abierto de la fuerza (armada) contra otro país o contra un actor no estatal, además de usar otros medios (por ejemplo, económicos, políticos o diplomáticos).
Los 5 principales objetivos de las amenazas híbridas
Como se señala en el documento mencionado anteriormente, las amenazas híbridas han venido persiguiendo, entre otros objetivos:
Erosionar la confianza de los ciudadanos en sus empresas e instituciones.
Generar desconfianza en el sistema democrático, político y administrativo.
Socavar la cohesión social o los modelos sociales de los Estados, de las comunidades políticas (como la UE) o de las organizaciones internacionales (la OTAN, por ejemplo).
Fragilizar el sistema de gestión o gobierno para que tenga menos capacidades.
Convencer de la decadencia de un sistema político o empresarial (tanto a la población de la víctima como a su propia población).
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Riesgos y amenazas de la guerra híbrida
Como vemos, las amenazas híbridas persiguen alcanzar sus objetivos estratégicos influyendo en la toma de decisiones de sus víctimas y socavando sus valores, su estructura social y la confianza de la población. Ello, facilitado por la difuminación de las dimensiones internas y externas de la seguridad de los Estados que ha traído consigo el desarrollo del ciberespacio. Lugar desde el que hoy es más fácil que nunca modificar creencias, actitudes, preferencias, opiniones, expectativas, emociones o predisposiciones de los demás para actuar.
Cabe destacar que recientemente en España, tanto en la Estrategia Nacional de Seguridad 2018 como en la Estrategia Nacional de Ciberseguridad 2019 se advierte de la constatación de una tendencia creciente de las denominadas amenazas híbridas, definidas como "acciones coordinadas y sincronizadas dirigidas a atacar de manera deliberada las vulnerabilidades sistémicas de los estados democráticos y las instituciones, a través de una amplia gama de medios, tales como acciones militares tradicionales, ciberataques, operaciones de manipulación de la información, o elementos de presión económica (...)"
"(...) Actores estatales y no estatales, bien de forma directa o a través de intermediarios, explotan las facilidades que ofrece Internet para la desinformación y propaganda y un interés generalizado en la obtención y desarrollo de capacidades militares para operar en el ciberespacio, incluyendo en muchos casos medios y capacidades ofensivas".
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Medidas preventivas y reactivas contra la guerra híbrida
A) RESPUESTAS DE LA UNIÓN EUROPEA
Como mencionábamos al principio de este artículo, los períodos electorales suponen un objetivo especialmente estratégico y vulnerable. Por ello, la Unión Europea lleva un tiempo desarrollando la capacidad necesaria para combatir estas amenazas a fin de generar resiliencia y una adecuada respuesta colectiva a través de las siguientes medidas:
Conciencia situacional
Para luchar contra las amenazas híbridas se ha creado una célula dentro del Servicio Europeo de Acción Exterior, considerada ya un activo importante para recibir y analizar información en este ámbito mediante análisis de inteligencia. Varios Profesores de LISA Institute que colaboran en esa tarea, manifiestan que todavía necesita acumular más conocimientos especializados para poder hacer frente a todo el espectro de este tipo de amenazas. Por lo que, desde la Comisión Europea se ha manifestado la intención de que la célula se amplíe mediante componentes especializados en materia química, biológica, radiológica y nuclear (QBRN), en contrainteligencia y en ciberanálisis. Si quieres formarte en este ámbito haz clic aquí.
Comunicación estratégica
Otra de las medidas es seguir desarrollando las capacidades de comunicación estratégica de la UE, para lo que asegurarán una interacción y una coherencia sistemáticas entre las distintas estructuras existentes. Esta capacidad se extenderá a otras instituciones y Estados miembros de la Unión Europea, e incluirá la plataforma online protegida sobre desinformación.
Desarrollo de la resiliencia y la disuasión en el sector de la ciberseguridad
La Unión Europea viene proponiendo diversos medios para reforzar las capacidades y luchar contra las ciberamenazas, como la propuesta de marco de certificación de la ciberseguridad, el mandato para la ampliación y la modernización de la Agencia de Ciberseguridad de la Unión Europea, las pautas de la cooperación entre los Estados miembros y las agencias de la UE en caso de ataque y el conjunto de instrumentos de ciberdiplomacia. En esta línea, se está construyendo una plataforma específica de formación y educación para coordinar la formación en materia de ciberdefensa. Si quieres aprender sobre Ciberseguridad, te recomendamos estos cursos.
Desarrollo de la resiliencia frente a las actividades de inteligencia hostiles
La coordinación entre los Estados miembros y entre estos y otras organizaciones internacionales, en particular la OTAN, es crucial. En este sentido, el Servicio Europeo de Acción Exterior y la Comisión aplicarán medidas prácticas perfeccionadas que sustenten y amplíen la capacidad interactiva de la UE para repeler la actividad de inteligencia hostil dirigida contra las Instituciones tanto de servicios de inteligencia estatales como privados. La célula de fusión híbrida se reforzará mediante conocimientos especializados en contrainteligencia, lo que le permitirá presentar análisis detallados y sesiones informativas. Si quieres ser experto en inteligencia te recomendamos estos cursos.
B) RESPUESTAS DEL CONSEJO DE EUROPA
Por su parte, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa ha elaborado las siguientes recomendaciones para sus Estados miembros:
Abstenerse de recurrir a las acciones híbridas en las relaciones internacionales y respetar plenamente las disposiciones del Derecho Internacional, en particular los principios de soberanía, integridad territorial e inviolabilidad de las fronteras, de acuerdo con su objeto y fin, sin explotar abusivamente de las lagunas o ambigüedades percibidas.
Intensificar la cooperación internacional para identificar adversarios híbridos y todo tipo de amenazas de guerra híbridas, y establecer el marco legal aplicable.
Mantener intercambios de información sobre las agresiones híbridas en Europa y compartir experiencias y buenas prácticas para contrarrestar tales amenazas.
Tomar medidas para aumentar la conciencia de los ciudadanos sobre las amenazas híbridas y su capacidad para reaccionar rápidamente ante tales amenazas.
Firmar, ratificar e implantar el Convenio sobre la Delincuencia de Budapest y promover su ratificación por parte de Estados no miembros.
Mantener y reforzar las medidas adoptadas por la Unión Europea y la Organización del Tratado del Atlántico del Norte (OTAN) para contrarrestar las amenazas híbridas, y reforzar la cooperación en este ámbito.
Hacer un llamamiento a todos los Estados miembros del Consejo de Europa que, simultáneamente, sean miembros de la Unión Europea y la OTAN para que compartan sus mejores prácticas para contrarrestar las amenazas híbridas con otros Estados miembros que puedan verse afectados por este fenómeno.
En relación con las medidas destinadas a contrarrestar la guerra híbrida, la Asamblea recuerda su Resolución 1840 (2011) sobre derechos humanos y lucha contra el terrorismo. Además, hace un llamamiento a los Estados miembros para que velen por que tales medidas respeten los requisitos derivados del Convenio Europeo de Derechos Humanos, de conformidad con la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En particular, en lo que respecta a los derechos sujetos a restricciones en virtud del Convenio, cualquier limitación debe basarse en la ley, ser proporcional al objetivo legítimo perseguido (por ejemplo, la seguridad nacional) y “necesario en una sociedad democrática”.
https://www.lisainstitute.com/blogs/blog/guerra-hibrida-amenazas-hibridas
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