USS Iowa (BB-61): El Coloso de los Mares
Descripción de la imagen
La fotografía captura al acorazado USS Iowa (BB-61) en un momento de pura potencia: una andanada completa de sus nueve cañones de 406 mm (16 pulgadas), disparada hacia estribor el 15 de agosto de 1984. El estallido de fuego y humo envuelve las tres torretas principales, mientras una ola de retroceso agita el mar. Esta imagen monumental refleja la fuerza devastadora de uno de los buques más icónicos de la Marina de EE. UU., un símbolo de la ingeniería naval en su apogeo.
1. Introducción
El USS Iowa (BB-61), líder de la clase Iowa, fue un titán de los mares durante la Segunda Guerra Mundial y más allá. Construido para combinar velocidad, blindaje y una potencia de fuego sin igual, este acorazado representó el cénit de su tipo antes de que los portaaviones redefinieran la guerra naval. Desde los combates del Pacífico hasta su papel en la Guerra del Golfo, el Iowa dejó una huella imborrable, siendo el único buque del siglo XX armado con cañones de más de 16 pulgadas. Este artículo explora su historia, tecnología y legado.
2. Historia operacional
Botado: 27 de agosto de 1942 (Brooklyn Navy Yard)
Puesto en servicio: 22 de febrero de 1943
Desactivado definitivamente: 26 de octubre de 1990
Número de casco: BB-61
Conflictos clave:
Segunda Guerra Mundial: En el Pacífico, el Iowa escoltó portaaviones y bombardeó fortificaciones japonesas, desde Iwo Jima hasta Okinawa, con una precisión letal.
Guerra de Corea (1950-1953): Sus cañones de 406 mm apoyaron a las tropas terrestres, destruyendo posiciones enemigas en la costa coreana.
Guerra Fría y Guerra del Golfo: Reactivado en los años 80 bajo el ambicioso Programa de los 600 barcos de Reagan, el Iowa fue modernizado con misiles y sirvió como símbolo de poder naval, proyectando fuerza en el Golfo Pérsico en 1990.
Su versatilidad lo mantuvo relevante durante cinco décadas, adaptándose a un mundo cambiante.
3. Especificaciones técnicas
Clase: Iowa
Tipo: Acorazado rápido
Desplazamiento:
45,000 toneladas estándar
57,500 toneladas a plena carga
Dimensiones:
Eslora: 270.4 m
Manga: 32.9 m
Calado: 11.1 m
Propulsión:
8 calderas Babcock & Wilcox
4 turbinas de vapor General Electric
4 hélices
212,000 shp (potencia en el eje)
Velocidad máxima: 33 nudos (61 km/h)
Autonomía: 24,000 km a 15 nudos
El Iowa era un prodigio de ingeniería, capaz de cruzar océanos a gran velocidad mientras llevaba el equivalente a un pequeño pueblo a bordo.
4. Armamento original (1943)
Artillería principal:
9 cañones Mark 7 de 406 mm (16 pulgadas)
Montados en 3 torretas triples (2 a proa, 1 a popa)
Alcance: hasta 39 km
Proyectiles: hasta 1,225 kg (perforantes o de alto explosivo)
Cada disparo era una hazaña logística, con proyectiles del tamaño de un coche pequeño capaces de destruir búnkeres o barcos enemigos a decenas de kilómetros.
Artillería secundaria:
20 cañones de 127 mm (5 pulgadas)/38 calibres
Montajes dobles
Usos: defensa antiaérea y ataques a superficie
Defensa antiaérea:
80 cañones Oerlikon de 20 mm
49 cañones Bofors de 40 mm
Este arsenal convirtió al Iowa en una fortaleza flotante, preparado para cualquier amenaza.
5. Modernización (1980s)
En los años 80, el Iowa se transformó para enfrentar la guerra moderna:
Misiles:
32 misiles Tomahawk (BGM-109), con alcance de 2,500 km y capacidad nuclear o convencional.
16 misiles antibuque Harpoon (RGM-84), con alcance de 130 km.
Defensa cercana:
4 sistemas CIWS Phalanx (Block 1), con cañones rotativos de 20 mm y radar autónomo para interceptar misiles.
Electrónica:
Radares y sistemas de control de fuego mejorados.
Capacidad para operar helicópteros y drones desde una plataforma trasera.
Esta modernización fusionó la fuerza clásica del Iowa con la precisión de la era misilística, prolongando su relevancia.
6. Blindaje
El Iowa era un tanque en el mar:
Cinturón principal: 307 mm de acero endurecido.
Torretas: 439 mm en el frontal.
Cubierta blindada: hasta 153 mm.
Mamparos antitorpedo: capas internas para absorber explosiones.
Su diseño de “ciudadela central” protegía los sistemas vitales —municiones, calderas, sala de máquinas— asegurando que el buque pudiera seguir luchando incluso tras impactos severos.
7. Tripulación
Segunda Guerra Mundial: ~2,700 tripulantes, un microcosmos de roles desde artilleros hasta cocineros.
Años 80: ~1,800, gracias a la automatización.
Vivir a bordo era un desafío épico: turnos intensos, espacios reducidos y la necesidad de coordinar navegación, combate y mantenimiento en un entorno de alta presión. La plataforma trasera albergaba helicópteros, añadiendo operaciones aéreas a la mezcla.
8. Legado y estado actual
Retirado en 1990 y eliminado del registro naval en 2006, el USS Iowa encontró nueva vida como museo flotante. Desde 2012, está amarrado en el Puerto de Los Ángeles, gestionado por el Pacific Battleship Center. Visitantes pueden recorrer sus cubiertas, explorar las torretas y sentir el peso de su historia, desde los combates del Pacífico hasta su última misión en el Golfo.
9. Relevancia militar
El Iowa encarnó el ideal del acorazado: un equilibrio perfecto de potencia, velocidad y resistencia. Sus cañones podían devastar objetivos a 39 km, mientras su velocidad de 33 nudos le permitía maniobrar con portaaviones. Aunque los portaaviones dominaron tras 1945, el Iowa demostró su valor como plataforma de misiles y símbolo de poder disuasorio en la Guerra Fría. Su capacidad de adaptarse a nuevas tecnologías lo mantuvo vigente hasta el ocaso de los acorazados.
10. Conclusión
El USS Iowa (BB-61) no es solo un buque; es un monumento a la ambición humana y al poder naval. Desde sus cañones rugiendo en el Pacífico hasta su presencia imponente en el Golfo, este coloso de acero marcó una era. La imagen de su andanada de 1984 captura su esencia: una máquina de guerra que, incluso en su retiro, sigue inspirando asombro. Hoy, como museo, invita a reflexionar sobre la ingeniería, el sacrificio y la evolución de la guerra en el mar.
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