Mito o realidad: Beber una copa en un avión equivale a cinco en tierra
La afirmación de que tomar una copa en un avión equivale a tomar cinco en tierra es un mito exagerado, pero tiene una base científica real. Si bien el alcohol no se metaboliza de manera diferente en altitud, los efectos pueden percibirse como más intensos debido a la reducción de oxígeno en sangre y la presión atmosférica en cabina.
1. Metabolización del Alcohol: ¿Cambia en Altitud?
El metabolismo del alcohol se da en el hígado, independientemente de la altitud. La enzima alcohol deshidrogenasa (ADH) se encarga de descomponer el etanol en acetaldehído, y posteriormente en ácido acético y agua.
🔹 Conclusión: La velocidad de metabolización del alcohol no cambia en un avión ni en la montaña.
2. Hipoxia y Alcohol: Un Doble Impacto
Aunque la metabolización es la misma, los efectos del alcohol pueden percibirse más intensos en altitudes elevadas debido a la hipoxia leve (reducción de oxígeno en sangre).
Factores fisiológicos involucrados:
1️⃣ Presión en cabina de avión:
En un avión comercial, la cabina está presurizada a un equivalente de 1.800-2.400 metros de altitud (6.000-8.000 pies).
A esta altitud, hay menos oxígeno en sangre (hipoxia hipóxica leve), lo que puede aumentar la sensación de mareo y fatiga.
2️⃣ Efecto combinado del alcohol y la hipoxia:
El alcohol deprime el sistema nervioso central (SNC) y afecta la coordinación y el juicio.
La hipoxia leve puede potenciar estos efectos, generando la percepción de una intoxicación mayor con menor cantidad de alcohol.
🔹 Conclusión: Aunque el metabolismo es el mismo, la hipoxia puede hacer que los efectos del alcohol se sientan más fuertes.
3. Comparación con la Alta Montaña
En altitudes superiores a 2.500-3.000 metros, los efectos de la hipoxia son más marcados.
Montañistas reportan que el alcohol se siente más fuerte a gran altitud, pero sigue metabolizándose igual.
🔹 Conclusión: En la cabina de un avión, la hipoxia es leve en comparación con altitudes extremas, por lo que los efectos son perceptibles pero no drásticos.
4. ¿Equivale Realmente a Cinco Copas?
No hay evidencia científica que indique que una copa en un avión tenga el mismo efecto que cinco en tierra.
Estudios han demostrado que la percepción del alcohol en altura puede aumentar en un 20-30%, pero no en un 500%.
🔹 Conclusión Final: Mito. Beber en un avión puede potenciar la sensación de intoxicación, pero no multiplica el efecto cinco veces.
Si deseas evitar estos efectos, hidrátate bien, bebe con moderación y evita alcohol en vuelos largos.
Otra forma de explicar
No hay evidencia científica concluyente que respalde la afirmación de que tomar una copa en el aire dentro de una cabina de avión a gran altitud sea igual a tomar cinco copas a nivel del mar. Este es un mito común que ha circulado durante años, pero los estudios modernos han desmentido en gran medida esta idea exagerada.
Las cabinas de los aviones comerciales están presurizadas para simular una altitud de entre 6,000 y 8,000 pies (aproximadamente 1,800 a 2,400 metros) sobre el nivel del mar, lo que significa que el ambiente tiene menos oxígeno y una presión atmosférica más baja que a nivel del suelo. Además, el aire dentro de la cabina es extremadamente seco, con niveles de humedad por debajo del 20%. Estos factores pueden influir en cómo te sientes al consumir alcohol, pero no necesariamente en cómo tu cuerpo lo metaboliza.
Investigaciones, como las realizadas por la Administración Federal de Aviación (FAA) y estudios europeos en altitudes simuladas, han demostrado que el consumo de alcohol a estas alturas no aumenta significativamente la concentración de alcohol en sangre (BAC, por sus siglas en inglés) en comparación con el nivel del mar. Por ejemplo, un estudio austriaco comparó el BAC de personas que bebieron cerveza a nivel del mar y a 10,000 pies, y no encontró diferencias notables. Esto indica que el alcohol no se "absorbe más rápido" ni se vuelve más potente solo por estar a mayor altitud.
Sin embargo, hay razones por las que podrías sentirte más afectado. La combinación de menor oxígeno (hipoxia leve), deshidratación por el aire seco y el efecto diurético del alcohol puede amplificar síntomas como mareos, fatiga o aturdimiento, que a menudo se confunden con una mayor intoxicación. Además, un estudio reciente publicado en la revista Thorax (2024) encontró que consumir alcohol y luego dormir en un ambiente de baja presión, como el de una cabina de avión, reduce los niveles de oxígeno en sangre (hasta un 85% en algunos casos) y aumenta la frecuencia cardíaca, lo que puede hacer que te sientas peor. Esto afecta especialmente la calidad del sueño y puede exacerbar la sensación de malestar, pero no equivale a multiplicar por cinco el efecto del alcohol.
El mito de que "una copa en el aire equivale a varias en tierra" parece originarse en un estudio poco riguroso de los años 30 por el psicólogo R.A. McFarland, quien sugirió que 2 o 3 tragos a 10,000-12,000 pies eran como 4 o 5 a nivel del mar. Sin embargo, investigaciones más modernas han refutado esta exageración, mostrando que el impacto no es tan drástico.
En resumen, tomar una copa en un avión no equivale a tomar cinco a nivel del mar. El alcohol afecta tu cuerpo de manera similar en términos de concentración en sangre, pero las condiciones de altitud y la deshidratación pueden hacerte sentir sus efectos de forma más pronunciada. Para mitigar esto, se recomienda beber agua abundantemente y limitar el consumo de alcohol durante el vuelo. Así que, aunque no es "cinco veces peor", sí es cierto que no te sentirás igual que en tierra firme.
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