Pediculosis pubis: revisión científica, clínica y terapéutica 2025
DrRamonReyesMD
Resumen
La pediculosis pubis, también denominada ftiriasis pubis o infestación por Phthirus pubis, es una ectoparasitosis humana de transmisión predominantemente sexual, caracterizada por prurito intenso, excoriaciones secundarias y hallazgo de liendres o piojos en el vello púbico. Aunque clásicamente se asocia al área genital, puede afectar otras regiones con vello terminal como axilas, barba, pecho o pestañas. Este artículo revisa la fisiopatología, epidemiología, diagnóstico diferencial y tratamiento actualizados al año 2025, con base en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) y la literatura indexada en PubMed.
Etimología y agente etiológico
El término pediculosis deriva del latín pediculus (piojo) y el sufijo -osis, que indica condición o infestación. Phthirus pubis (del griego phthir, piojo) es un artrópodo hematófago perteneciente al orden Phthiraptera, familia Pthiridae. Es un parásito específico del ser humano, de morfología característica: cuerpo corto y ancho (1–2 mm), con pinzas robustas adaptadas a sujetarse al vello grueso. A diferencia de Pediculus humanus (piojo de la cabeza o del cuerpo), el Phthirus pubis tiene proporciones cefálicas más anchas y movilidad limitada, lo que le confiere afinidad por áreas corporales con vello denso y grueso.
Epidemiología actualizada (2025)
La prevalencia mundial de pediculosis pubis ha disminuido progresivamente en las dos últimas décadas, especialmente en países desarrollados, debido al cambio en los hábitos de depilación genital y a las mejoras en la educación sexual y el control de infecciones de transmisión sexual (ITS). No obstante, persiste como causa frecuente de prurito genital en poblaciones jóvenes sexualmente activas y en contextos de promiscuidad o hacinamiento. Según datos del CDC (Sexually Transmitted Infections Surveillance Report, 2024), la incidencia anual estimada en América del Norte y Europa Occidental es de 0,3–1,2 casos por 1.000 adultos sexualmente activos. En regiones tropicales y zonas de baja higiene, la prevalencia es superior al 2 %.
El contagio se produce principalmente por contacto sexual piel con piel, aunque también puede darse por fomites contaminados (ropa interior, sábanas, toallas). En niños o pacientes sin actividad sexual, debe investigarse posible abuso o transmisión por convivencia estrecha.
Fisiopatología y manifestaciones clínicas
El ciclo biológico de Phthirus pubis incluye tres estadios: huevo (liendre), ninfa y adulto, con una duración total de 15–30 días. Las hembras fijan las liendres al tallo piloso mediante una sustancia quitinosa. Las ninfas emergen en 6–10 días, alcanzando la madurez en 2–3 semanas. La supervivencia fuera del huésped no supera las 24–48 horas.
El prurito se origina por una reacción de hipersensibilidad a la saliva anticoagulante del parásito, que induce una dermatitis papular con excoriaciones y pápulas eritematosas. En algunos casos se observan máculas azuladas (maculae caeruleae) por la degradación hemática subcutánea. La infestación crónica puede causar sobreinfección bacteriana por Staphylococcus aureus o Streptococcus pyogenes.
Zonas afectadas: vello púbico, perineal, abdominal inferior, axilar, muslos, tórax y barba. En infantes, el hallazgo en pestañas (pediculosis palpebrarum) requiere descartar contagio por contacto cercano con adultos infestados.
Diagnóstico diferencial
Debe diferenciarse de otras causas de prurito genital:
- Dermatitis de contacto por irritantes o alérgenos.
- Candidiasis vulvovaginal o balanitis micótica.
- Escabiosis (por Sarcoptes scabiei), que produce lesiones en muñecas, espacios interdigitales y genitales, pero con trayectos surcantes.
- Foliculitis bacteriana o pseudofoliculitis.
El diagnóstico se confirma mediante observación directa o con lupa de las liendres adheridas al tallo piloso o del parásito móvil. En laboratorio, la visualización microscópica bajo luz estereoscópica confirma la especie por su morfología característica.
Tratamiento actualizado (2025)
El tratamiento de elección, según las guías del CDC (2024) y la OMS (Global Guidelines for the Management of Sexually Transmitted Infections, 2024), es el uso tópico de permetrina al 1 % o productos con piretrinas naturales, aplicados sobre la piel y vello afectados durante 10 minutos y enjuagados posteriormente.
En casos resistentes, se emplean agentes de segunda línea como:
- Malatión al 0,5 % (dejado en la piel durante 8–12 horas).
- Ivermectina oral, dosis única de 200 µg/kg, repetida a los 7–10 días si persiste infestación.
Se recomienda el lavado de ropa, sábanas y toallas con agua a > 60 °C, o bien el aislamiento de las prendas por más de 72 horas en bolsas plásticas selladas, para eliminar los parásitos residuales.
Tratamiento simultáneo de la pareja sexual:
Todas las parejas sexuales de los últimos 30 días deben recibir tratamiento, incluso si son asintomáticas, para evitar la reinfestación. Se debe suspender temporalmente la actividad sexual hasta la erradicación completa de los parásitos y la resolución de las lesiones cutáneas.
En infestaciones palpebrales (pestañas), se recomienda el uso de vaselina oftálmica dos veces al día durante 10 días, evitando el empleo de insecticidas tópicos oculares.
Complicaciones y pronóstico
La evolución clínica es benigna si se trata adecuadamente. La reinfestación suele deberse a tratamiento incompleto o a la falta de control de contactos sexuales. Las complicaciones más frecuentes son impetiginización secundaria, foliculitis y adenopatía inguinal reactiva. No se ha demostrado asociación directa con la transmisión de agentes virales (como VIH o hepatitis), aunque la coexistencia con otras ITS es frecuente, por lo que se recomienda cribado serológico concomitante.
Prevención
La prevención se basa en educación sexual, promoción de higiene personal y tratamiento simultáneo de parejas. La depilación no es un tratamiento en sí, pero puede facilitar la eliminación mecánica de liendres. La abstinencia sexual durante el tratamiento y el lavado de ropa de cama son medidas esenciales para romper el ciclo de transmisión.
Conclusión
La pediculosis pubis continúa siendo una ectoparasitosis de relevancia clínica y epidemiológica, especialmente en contextos de alta movilidad sexual. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado con permetrina o ivermectina garantizan resolución rápida y evitan brotes familiares o institucionales. La educación sanitaria sigue siendo la herramienta más eficaz para la prevención y el control.
Referencias científicas verificadas (2023–2025)
- Centers for Disease Control and Prevention (CDC).
“Parasites – Lice – Pubic (‘Crab’) Lice.” Updated 2024.
https://www.cdc.gov/parasites/lice/pubic/ - World Health Organization (WHO).
Global Guidelines for the Management of Sexually Transmitted Infections. Geneva: WHO, 2024.
https://www.who.int/publications/i/item/9789240084730 - Mayo Clinic.
“Pubic lice (crabs) — Diagnosis and treatment.” Updated 2024.
https://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/pubic-lice/diagnosis-treatment/drc-20350326 - PubMed – Clinical Infectious Diseases Journal.
Burgess IF. “Current evidence on the treatment of pediculosis and phthiriasis.” Clin Infect Dis. 2023;77(5):981–987.
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/37612760/ - European Centre for Disease Prevention and Control (ECDC).
“Sexually transmitted infections surveillance in Europe 2024.”
https://www.ecdc.europa.eu/en/publications-data/sexually-transmitted-infections-annual-report
DrRamonReyesMD
Médico de emergencias, trauma, medicina táctica, hiperbárica, offshore y aeromédica
Instructor internacional ATLS, PHTLS, ITLS, TCCC, TECC, TCC-LEFR
Director Médico — EMS Solutions International (2025)


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