La gente que es capaz de tomarse un café a las 11 de la noche y dormirse han sido bendecidos con el gen del café, que es el CYP1A2.
El gen CYP1A2 codifica una enzima importante en el metabolismo de varias sustancias, incluyendo algunos medicamentos, toxinas y componentes de la dieta. Una de sus funciones más conocidas es su papel en el metabolismo de la cafeína.
Esta enzima es responsable de la desintoxicación y eliminación de la cafeína de nuestro cuerpo. La actividad de la enzima CYP1A2 puede variar significativamente entre individuos, lo que afecta la velocidad a la que metabolizan la cafeína.
“Hay gente que, por como es su genética, metaboliza más rápido o más lento ciertos fármacos. Entonces, el café concretamente, al ser una droga, la gente que tiene este gen metaboliza tan rápido que enseguida elimina esa cafeína del cuerpo”, aseguró la científica española Sandra Ortonobes.
Algunas personas tienen una variante del gen CYP1A2 que hace que su enzima sea más activa, lo que significa que pueden metabolizar la cafeína más rápidamente. Estas personas son a menudo referidas como “metabolizadores rápidos” de la cafeína.
Por otro lado, hay individuos con variantes del gen que resultan en una actividad enzimática más baja, lo que lleva a un metabolismo más lento de la cafeína y son conocidos como “metabolizadores lentos”.
“Mientras que nosotras somos metabolizadoras lentas del café, que yo en realidad creo que es la mayoría de la población, entonces tenemos una hora a tope. Yo me lo tomo después de las 5 de la tarde y no duermo. Y hay gente con superpoderes que se la toma antes de dormir y duerme como un angelito”.
Esta variabilidad genética puede tener implicaciones significativas para la salud y el bienestar. Por ejemplo, los metabolizadores rápidos pueden ser capaces de consumir café más tarde durante el día sin que afecte su sueño, mientras que los metabolizadores lentos pueden experimentar efectos como insomnio o ansiedad incluso después de consumir cafeína por la mañana.
La genética podría determinar si adoras o detestas el café
Los científicos quieren esclarecer la ansiedad, el insomnio y hasta el sabor amargo se ven afectados por diminutas variaciones en el código genético.
Los científicos quieren esclarecer la ansiedad, el insomnio y hasta el sabor amargo se ven afectados por diminutas variaciones en el código genético.
POR MICHELLE Z. DONAHUE
PUBLICADO 5 NOV 2018, 12:22 CET
Una taza de café caliente es una parte integrante de la rutina matutina de millones de personas en todo el mundo. Y mientras el final del horario de verano altera de nuevo nuestro patrón de sueño, es posible que muchas personas recurran a una taza o dos de más para combatir la somnolencia.
Pero para algunas personas, una taza de café nunca supone el remedio para la falta de sueño. Independientemente del método de suministro, hasta una pequeña cantidad de cafeína podría ponerlas nerviosas o mantenerlas despiertas toda la noche. ¿Por qué la cafeína afecta a las personas de formas tan drásticamente diferentes? La respuesta se encuentra, en parte, en tus genes.
«Lo que descubrimos es que tenemos factores genéticos incorporados que nos ayudan a autorregular la ingesta de cafeína», afirma Marilyn Cornelis, investigadora de cafeína en la Universidad Northwestern en Chicago, Illinois. «Es interesante lo mucho que afecta nuestra genética a esto».
Pero para algunas personas, una taza de café nunca supone el remedio para la falta de sueño. Independientemente del método de suministro, hasta una pequeña cantidad de cafeína podría ponerlas nerviosas o mantenerlas despiertas toda la noche. ¿Por qué la cafeína afecta a las personas de formas tan drásticamente diferentes? La respuesta se encuentra, en parte, en tus genes.
«Lo que descubrimos es que tenemos factores genéticos incorporados que nos ayudan a autorregular la ingesta de cafeína», afirma Marilyn Cornelis, investigadora de cafeína en la Universidad Northwestern en Chicago, Illinois. «Es interesante lo mucho que afecta nuestra genética a esto».
Las personas que consumen café de forma regular desarrollan cierto nivel de tolerancia a la cafeína con el paso del tiempo que puede revertirse abandonando el hábito de tomarlo a diario. Pero si evitas el café porque te pone nervioso, te da insomnio o te provoca náuseas, esto podría deberse a variaciones tan pequeñas como un solo nucleótido en el ADN: la A, la G, la C y la T del alfabeto genético.
Reacciones reguladoras
Todo comienza con la forma en que tu cuerpo gestiona la cafeína que circula por tu sistema. Es la labor de tu metabolismo y, en lo que a cafeína se refiere, solo dos genes gestionan la mayor parte del trabajo. El CYP1A2 produce una enzima en el hígado que metaboliza aproximadamente el 95 por ciento de toda la cafeína ingerida. El AHR controla la cantidad de dicha enzima que produces. Juntos, estos genes controlan la cantidad de cafeína que circula por tu torrente sanguíneo y el tiempo durante el que lo hace.
«Si alguien posee una variante genética que provoca un menor metabolismo de la cafeína, es más probable que consuma menos café frente a alguien que posee una variante genética que provoca un mayor metabolismo de la cafeína», afirma Cornelis.
En otras palabras, si eres un metabolizador rápido —o si fumas, lo que acelera el metabolismo—, la cafeína no se quedará el tiempo suficiente como para afectar profundamente a los centros de estímulo del cerebro, de forma que quizá te sirvas otra taza. Pero si produces menos cantidad de esta enzima liquidadora de cafeína, más cantidad circulará por tu torrente sanguíneo durante más tiempo, lo que implica que te afectará durante más tiempo.
Los efectos secundarios
Una serie de genes completamente diferente está implicada en cómo afecta la cafeína a la actividad cerebral y los centros de recompensa, así como otros efectos secundarios como la ansiedad, el insomnio o la indigestión.
La adenosina, una de las culpables de la somnolencia matutina y el adormecimiento después de comer, ralentiza la actividad nerviosa y bloquea la liberación de muchas sustancias placenteras en el cerebro, como la dopamina. Pero cuando circula cafeína por el torrente sanguíneo, ocupa el lugar de la adenosina en los receptores del cerebro y en otras partes del cuerpo, potenciando el desvelo.
La expresión de los receptores de adenosina está regulada por un gen llamado ADORA2A, y varios estudios creen que las variantes de este gen influyen en la reacción a la cafeína. Podría ser una razón de que algunas personas sufran insomnio tras haberse tomado un poco de café a primeras horas del día. También se ha descubierto que influye en la ansiedad —un estudio de 2008 determinó que, hasta 150 miligramos al día, o la cantidad de cafeína que hay en un cappuccino grande de Starbucks— puede provocar ansiedad perjudicial en personas con una variante determinada del gen. Otro estudio vinculó variaciones en los receptores de adenosina al trastorno de pánico en algunas personas.
“Solo el 15 por ciento de la amargura del café se debe a la cafeína, y el 85 por ciento restante se debe a una variedad de compuestos totalmente diferente.”
Reacciones reguladoras
Todo comienza con la forma en que tu cuerpo gestiona la cafeína que circula por tu sistema. Es la labor de tu metabolismo y, en lo que a cafeína se refiere, solo dos genes gestionan la mayor parte del trabajo. El CYP1A2 produce una enzima en el hígado que metaboliza aproximadamente el 95 por ciento de toda la cafeína ingerida. El AHR controla la cantidad de dicha enzima que produces. Juntos, estos genes controlan la cantidad de cafeína que circula por tu torrente sanguíneo y el tiempo durante el que lo hace.
«Si alguien posee una variante genética que provoca un menor metabolismo de la cafeína, es más probable que consuma menos café frente a alguien que posee una variante genética que provoca un mayor metabolismo de la cafeína», afirma Cornelis.
En otras palabras, si eres un metabolizador rápido —o si fumas, lo que acelera el metabolismo—, la cafeína no se quedará el tiempo suficiente como para afectar profundamente a los centros de estímulo del cerebro, de forma que quizá te sirvas otra taza. Pero si produces menos cantidad de esta enzima liquidadora de cafeína, más cantidad circulará por tu torrente sanguíneo durante más tiempo, lo que implica que te afectará durante más tiempo.
Los efectos secundarios
Una serie de genes completamente diferente está implicada en cómo afecta la cafeína a la actividad cerebral y los centros de recompensa, así como otros efectos secundarios como la ansiedad, el insomnio o la indigestión.
La adenosina, una de las culpables de la somnolencia matutina y el adormecimiento después de comer, ralentiza la actividad nerviosa y bloquea la liberación de muchas sustancias placenteras en el cerebro, como la dopamina. Pero cuando circula cafeína por el torrente sanguíneo, ocupa el lugar de la adenosina en los receptores del cerebro y en otras partes del cuerpo, potenciando el desvelo.
La expresión de los receptores de adenosina está regulada por un gen llamado ADORA2A, y varios estudios creen que las variantes de este gen influyen en la reacción a la cafeína. Podría ser una razón de que algunas personas sufran insomnio tras haberse tomado un poco de café a primeras horas del día. También se ha descubierto que influye en la ansiedad —un estudio de 2008 determinó que, hasta 150 miligramos al día, o la cantidad de cafeína que hay en un cappuccino grande de Starbucks— puede provocar ansiedad perjudicial en personas con una variante determinada del gen. Otro estudio vinculó variaciones en los receptores de adenosina al trastorno de pánico en algunas personas.
“Solo el 15 por ciento de la amargura del café se debe a la cafeína, y el 85 por ciento restante se debe a una variedad de compuestos totalmente diferente.”
POR DANIELLE REED, MONELL CENTER
Resulta lógico que algunas personas eviten el café solo porque lo vinculan a efectos secundarios negativos, como determinó un estudio en abril en Pharmacological Reviews.
«La ingesta de cafeína varía ampliamente en función del país y de la persona», escribe Astrid Nehlig, que investiga la cafeína del Instituto Francés de Salud e Investigación Médica y autora del informe de abril. «Esta variabilidad podría estar vinculada parcialmente al hecho de que algunas personas experimentan efectos secundarios como ansiedad, taquicardia y nerviosismo tras ingerir cafeína».
Las variantes del gen receptor de dopamina DRD2 podrían afectar también a tu devoción o aversión por el café. Y el gen ABCG2, implicado en el transporte de compuestos a través de la barrera hematoencefálica, podría afectar a la cantidad de cafeína que llega al sistema nervioso central, según descubrió Cornelis.
Levantarse y oler café
Aparte de la cafeína, el café en particular podría ser una bebida polarizadora por su sabor y olor, otra serie de factores que se ven afectados por nuestros genes.
En un estudio del Monell Center en Filadelfia, la investigadora del sabor y el olor Danielle Reed analizó la actividad de los genes implicados en la percepción de la amargura en un grupo de consumidores de café. Cuando se les dio a probar cafeína líquida pura, los sujetos que bebían más café a diario describieron las muestras de sabor como más amargas que los que bebían menos café.
Cuando el grupo de Reed analizó los genes correspondientes receptores de la amargura, determinaron que dichos genes eran más activos en consumidores de grandes cantidades de café. Pero otros participantes en el estudio carecían de la variante genética que los capacitaba para sentir la amargura de la cafeína. ¿Significa eso que podía esperarse que a esas personas les gustara más el café?
«Solo el 15 por ciento de la amargura del café se debe a la cafeína, y el 85 por ciento restante se debe a una variedad de compuestos totalmente diferente», afirma Reed. «Existen muchos receptores diferentes de la amargura, pero también existen muchas amarguras diferentes en el café. Así que tendría que analizarse la genética café por café, porque cada café es diferente».
Reed señala que la cafeína podría afectar a las vías sensoriales de algunas personas de formas que todavía no llegamos a entender. El compuesto no solo se fija a la superficie de las células receptoras, sino que también puede penetrar en la célula, donde su influencia no está del todo clara.
«Si eres muy sensible a la amargura, aunque quizá tengas más inclinación a percibir la amargura del café, podría gustarte por el condicionamiento o los efectos farmacológicos del café», añade Reed.
«O quizá seas una de esas personas que aprecia los matices de los alimentos y puedes soportar la amargura y experimentar placer al mismo tiempo».
https://www.nationalgeographic.es/ciencia/2018/11/la-genetica-podria-determinar-si-adoras-o-detestas-el-cafe
Información General
Aproximadamente 90% de las personas adultas consumen cafeína durante el día, en la comida, bebidas, y suplementos. Nuestra dependencia sobre la cafeína se ha vuelto un tipo de broma cultural, pero también es un tema con cierto nivel de seriedad intrínseca. Con tan solo 100 mg de cafeína al día (la cantidad en una taza de café), algunas personas pueden volverse adictas. (1)
Pero todos respondemos de manera diversa a la cafeína, dependiendo de nuestra composición genética. Algunos sólo necesitan un poco de café para sentir sus efectos, mientras que otros aun sienten agitados horas después de haber tomado una taza de espresso. Este gran rango de reacciones se atribuye a las diferencias en el modo en que las diferentes personas metabolizan la cafeína, y los genes que controlan ese metabolismo. Y nuestro metabolismo de cafeína podría tener implicaciones más severas respecto a nuestro bienestar, debido a sus efectos sobre la enfermedad cardiovascular.
Aproximadamente 90% de las personas adultas consumen cafeína durante el día, en la comida, bebidas, y suplementos. Nuestra dependencia sobre la cafeína se ha vuelto un tipo de broma cultural, pero también es un tema con cierto nivel de seriedad intrínseca. Con tan solo 100 mg de cafeína al día (la cantidad en una taza de café), algunas personas pueden volverse adictas. (1)
Pero todos respondemos de manera diversa a la cafeína, dependiendo de nuestra composición genética. Algunos sólo necesitan un poco de café para sentir sus efectos, mientras que otros aun sienten agitados horas después de haber tomado una taza de espresso. Este gran rango de reacciones se atribuye a las diferencias en el modo en que las diferentes personas metabolizan la cafeína, y los genes que controlan ese metabolismo. Y nuestro metabolismo de cafeína podría tener implicaciones más severas respecto a nuestro bienestar, debido a sus efectos sobre la enfermedad cardiovascular.
Distribución de alelos en los genes CYP1A2, AHR, y ADORA2A en las poblaciones principales.
Genética del Consumo de Cafeína
Varios genes están involucrados en la manera en que las personas reaccionan a la cafeína. Uno es el gen CYP1A2, el cual codifica una enzima del hígado, fundamental para el metabolismo de la cafeína. Otro es el gen AHR, que controla cuándo y cómo se activa el gen CYP1A2. (2)
Una variante del gen CYP1A2 (alelo T en la posición SNP rs2472297) ha sido consistentemente ligado a las personas que toman más café (en comparación con el alelo C, que es más común). Aproximadamente 10% de la población gen es portadora de la variante T de este gen (Tabla 1). En Europa, donde se sabe que existe una 'cultura del café', 25% de las personas tienen esta variante T. (3)
Las personas que consumen más de 400 mg de cafeína al día (4 tazas), tienen mayor probabilidad de ser portadores de una variante del gen AHR (alelo C en el SNP rs4410790ñ Tabla 1). Un 49% de la población general tiene este alelo C en su gen AHR. Los científicos opinan que el alelo C incrementa los efectos de activación del gen AHR sobre el gen CYP1A2. (4) La cafeína funciona a través de receptores de adenosina A1 y A2a en la superficie de las células y estos 2 receptores tienen efectos parcialmente contrarios. Estudios en animales han demostrado que el consumo crónico de cafeína aumenta la densidad de los receptores A1, responsables para la tolerancia de la cafeína. En contraste, una variación del gen ADORA2A (que codifica A2a) se asocia con la sensibilidad a la cafeína. Específicamente, individuos con 2 copias del alelo C en la posición rs5751876 de este gen (Tabla 1) son más sensitivos a la cafeína que los que tienen dos copias del alelo T (5). Los portadores del alelo T suelen padecer más nervios y ansiedad con el consumo de cafeína.
El metabolismo de cafeína se asocia con el riego de enfermedad cardiovascular. Un estudio publicado el Journal of the American Medical Association (JAMA, 2006) demostró que los metabolizadores 'lentos' de cafeína tienen mayor riesgo de padecer un ataque cardiaco si consumen 2 o más tazas de café. Mientras que los metabolizadores 'rápidos' realmente tendrán menos riesgo si consumen al menos una taza de café al día. Más tarde, otro estudio independiente de investigadores descubrió efectos similares sobre la hipertensión. La gente con el genotipo AA en rs762551 (en el gen CYP1A2) resultan ser 'metabolizadores rápidos', mientras que los portadores de AC o CC son 'metabolizadores lentos'. (6 y 7)
Las variaciones de los genes de metabolismo de cafeína también afectan los efectos de ciertas medicinas. Por ejemplo, las variantes del gen CYP1A2 que afectan la eficiencia de las enzimas, también afectan la descomposición de ciertos medicamentos. Por ejemplo, los 'metabolizadores rápidos' resultan ser más resistentes a ciertas terapias medicas contra la esquizofrenia (clozapina) (8).
Leer
Café. Coffee. Cafeto
Kopi Luwak el café mas exótico y caro del mundo. Credits by Dr. Ramon Reyes, MD ∞🧩 https://emssolutionsint.blogspot.com/2023/12/kopi-luwak-el-cafe-mas-exotico-y-caro.html
.
#amantesdelcafe #cafeadictos #cafeteros #cafe #coffeelovers #cafecito☕ #cafetero #UASD #FCS
No comments:
Post a Comment