Los pediatras recomiendan no llevar a los niños a la guardería hasta los dos años |
Fuente bebes y mas
Este fin de semana pasado se celebró en Sevilla el 62 Congreso de la Asociación Española de Pediatría,
donde pediatras de toda España se reunieron para explicar novedades y
debatir diversos temas relacionados con la profesión y con la salud de
los niños.
Uno de los temas que trataron es el de las enfermedades infecciosas
que los niños “cogen” en las guarderías o escuelas infantiles y, velando
por la salud de los más pequeños, expresaron que no es aconsejable llevar a los niños a la guardería antes de los dos años.
Por qué esta recomendación
Según explicaron, se calcula que un niño que va a una escuela infantil padecerá diez procesos febriles al año,
casi uno al mes. Esto, lógicamente, es una media, pues todos conocemos a
algún niño que va a la guardería y aguanta como un jabato y en el otro
extremo alguno de esos niños que ha tenido que ser borrado porque pagaba
por no ir.
Añadieron que hay descritos unos 200 virus responsables del catarro común,
virus que se contagian a través de la saliva cuando los niños tosen
sobre los objetos que utilizan, las superficies por las que pasan y los
juguetes que tocan.
Es lógico, los niños, hasta algún momento entre los dos a seis años,
tienen un sistema inmunitario tremendamente inmaduro. Esto hace que
tengan una facilidad pasmosa para coger infecciones y, dado que sus
compañeros de grupo tienen la misma facilidad, los virus crezcan como la
espuma y los niños caigan como moscas.
¿Y si no tengo otra?
Claro, ahora llegan las preguntas de madres y padres que no tienen
otro remedio que llevar a sus hijos a la guardería: ¿qué pueden hacer? Y
la respuesta está clara, si no hay otra, pues el niño tiene que ir porque alguien le tiene que cuidar.
Allí deberán tener especial cuidado con la higiene de los niños, de sus
manos, de los juguetes, de las superficies, para prevenir en la medida
de lo posible contagios.
Además, los padres deben ser responsables de la salud de sus hijos
y, si están enfermos, no llevarlos para evitar que otros niños les
contagien algo más y que sus hijos no contagien a los de los demás. Es
triste esto que voy a decir, pero a veces las educadoras juegan un papel
esencial cuando en la puerta utilizan su ojo clínico para ver que algún
niño llega enfermo y pedir amablemente a su padre o madre que se lo
lleve a casa.
Como dice Carlos González, la guardería, las escuelas infantiles, son una buena solución a un problema de conciliación laboral y familiar.
Más allá de eso, si los padres se lo pueden combinar para estar con el
niño, o si alguna abuela o abuelo están deseosos de hacerlo, el mejor sitio para estar es en casa, donde el número de virus es mucho menor y la probabilidad de contagio es mucho menor.
En lo que respecta a socialización, tampoco hay prisas. Ya habrá
tiempo en el colegio de jugar con otros niños, de conocer más normas
sociales de las que se utilizan en casa y de contagiarse también de unos
cuantos virus. Y si se sigue el consejo de los pediatras, yendo a la
guardería con dos años, el riesgo de padecer una infección será menor, pues tendrán más defensas.