El pasado 3 de diciembre, y ante las últimas muertes repentinas ocurridas a deportistas en el desarrollo de su actividad, el Colegio de Médicos de Bizkaia, en colaboración con la Sociedad Vasca de Medicina del Deporte (EKIME), organizó una mesa redonda para revisar los motivos por los que estos fallecimientos se pueden producir y ahondar en las medidas que los profesionales de la medicina pueden ofrecer a la sociedad para procurar evitar el mayor número posible de ellos
Todos ellos aportaron su visión y experiencia al tiempo que respondieron a las diferentes cuestiones planteadas por el público asistente. Un público en el que no faltaron profesionales médicos del deporte de primer nivel así como organizadores de diferentes pruebas deportivas.
Como resultado de la jornada, se consensuó un documento que tanto el Colegio de Médicos de Bizkaia como organizador, como EKIME y FEMEDE desean compartir con la sociedad en general, en la confianza de que pueda servir de asesoramiento a aquellas personas que practican deporte, a la hora de tomar las medidas necesarias para evitar poner en riesgo su vida.
La muerte súbita relacionada con el deporte es aquella muerte inesperada, de causa natural, cuyos síntomas aparecen durante o en la hora siguiente a la práctica deportiva, y acontece en un plazo no superior a un día. Aproximadamente 9 de cada 10 muertes de este tipo, se deben a causas cardiovasculares. Se sabe que la actividad física actúa como desencadenante en este tipo de muertes pero que la causa fundamental es, generalmente, alguna enfermedad cardiológica.
Estas enfermedades son diferentes en función de las características de la población. De forma general, se distingue a los deportistas jóvenes (menos de 30-35 años), con cardiopatías congénitas (miocardiopatías, anomalías en el origen de las arterias coronarias y cardiopatías arrítmicas primarias) como principales protagonistas de la Muerte Súbita y a mayores de 30-35 años, en los que la cardiopatía isquémica o enfermedad de las arterias coronarias, es la responsable de la mayor parte de estos eventos.
Teniendo en cuenta el impacto de estos fallecimientos, existe el compromiso socio-sanitario de establecer estrategias de prevención que reduzcan, en la medida de lo posible, el número de fallecimientos por esta causa. Estas estrategias en ningún caso deberían de actuar en detrimento de la tendencia creciente en el número de deportistas.
El reconocimiento médico del deportista es una de las estrategias de prevención. Mediante la recogida de los antecedentes personales y familiares, valoración de la sintomatología sugestiva de enfermedades cardiológicas, exploración y una adecuada selección de la pruebas complementarias (ECG, prueba de esfuerzo, ecocardiograma y otras, que se seleccionarán en función de las características del deportista, tipo de deporte y nivel deportivo) es posible detectar la mayor parte de las enfermedades cardiológicas implicadas en la Muerte Súbita. No obstante, existen enfermedades que no son evidentes ante estas pruebas o que se presentan de forma aguda después de estos reconocimientos (miocarditis, infarto agudo de miocardio...) y que no podrán ser identificadas.
La realización del reconocimiento médico al deportista permite detectar la mayoría de estas enfermedades y otros hábitos o problemas corregibles para adaptar la actividad física a sus condiciones particulares, establecer las estrategias de seguimiento adecuadas y evitar problemas como la Muerte Súbita del Deportista.
Sin duda, el reconocimiento médico del deportista tiene una importancia más relevante, en aquellos casos con antecedentes familiares de cardiopatía isquémica o muertes súbitas en menores de 55 años o en los casos en que hay múltiples factores de riesgo cardiovascular (HTA, Diabetes, Hipercolesterolemia, Sobrepeso, Tabaquismo, Sedentarismo), pero adquiere especial importancia en aquellos deportistas con alguna enfermedad cardiológica conocida o en los casos en que hay síntomas que predicen enfermedades cardiológicas severas y que son los siguientes:
- Perdidas de conocimiento o sensaciones de mareo inusuales, sobre todo, cuando aparecen durante el esfuerzo.
- Dolor de pecho.
- Palpitaciones.
- Fatiga inusual o disminuciones inexplicadas del rendimiento.
Realizar el reconocimiento cada 2 años se considera suficiente en la mayoría de los casos, aunque en ocasiones (alta competición, cambios en la situación clínica o nuevos síntomas...) haya que aumentar la frecuencia de estos seguimientos.
La Administración y las Sociedades Científicas, deben cooperar a fin de establecer el Reconocimiento Médico del Deportista, adecuado a la práctica deportiva.
Tan importante como la detección temprana de la patología implicada en la muerte súbita, es la actuación inmediata en caso de que se produzca. Por eso, es importante garantizar una adecuada dotación de los distintos centros deportivos y una adecuada formación del personal al cargo de los eventos deportivos para una reanimación cardiopulmonar inmediata mediante, al menos, RCP básica y desfibrilación precoz con DESA.
Con la intención de conocer mejor aquellas circunstancias implicadas en la muerte súbita y poder establecer nuevas y mejores estrategias de prevención, es muy importante el estudio de todos los casos de Muerte Súbita de Deportistas a través del registro de cada uno de los casos.
La labor informativa en la sociedad (centros educativos, deportistas, clubes deportivos, organizaciones deportivas de eventos...) con respecto a esto y otros aspectos de la actividad física y el deporte es de importancia capital. Está en manos del deportista la responsabilidad de realizar una práctica deportiva saludable, manteniendo un adecuado régimen de entrenamiento, correctas nutrición e hidratación y evitar la práctica de deportes en condiciones extremas en las que no se conocen las reacciones del propio cuerpo. Una de las estrategias preventivas más importantes, y sobre todo, en la gente de más edad es un régimen progresivo de ejercicio que permita al deportista adaptarse al estrés físico de su deporte.
Tampoco hay que olvidar que las muertes súbitas no son más que una parte de las muertes sucedidas en el ámbito deportivo. Existen otras medidas de prevención dirigidas a reducir la muerte accidental (indumentaria de seguridad, conocimiento del medio y de los peligros objetivos y subjetivos, adecuada técnica, etc), y que deben ser imprescindiblemente adoptadas. https://www.corriendovoy.com/noticia/muerte-subita-deporte-colegio-medicos-bizkaia
Muerte súbita cardíaca en el deporte: el cardiólogo responde
El deporte es bueno para tu salud general y dejarlo no es la mejor manera de protegerte contra la muerte súbita. El Dr. Jordi Trías, cardiólogo especialista en muerte súbita resuelve tus dudas y te cuenta cómo podemos prevenirla
Dr. Jordi Trías de Bes. MD, PhD, FESC. Cardiólogo Asociación Española contra la Muerte Súbita José Duran#7. Grupo Cardiología del Deporte de la S.E.C. - 16/10/2017 16:46
Antes de entrar en materia, en un tema realmente triste y de gran carga emotiva, quisiera dar buenas noticias: hoy día está bien establecido que el deporte es bueno para la salud; consigue controlar la epidemia de obesidad (objetivo de todos los gobiernos), ayuda a controlar mejor las cifras de tensión arterial, mejora el perfil lipídico y aumenta la sensibilidad a la insulina, con lo que las personas que practican deporte es más difícil que se conviertan en diabéticos. Con la mejora de todos esos factores de riesgo cardiovascular, se reduce la incidencia de muerte por enfermedad coronaria, infarto de miocardio, en un 50% cuando pasamos de los 50 años.
El deporte también reduce la incidencia de cáncer de colon y próstata, retarda el comienzo de la demencia y, en muchos casos, actúa como antidepresivo. Además, las personas que hacen ejercicio físico moderado (por ejemplo, caminar a un paso ligero de 6 a 6,5 km/h) durante 30 min, 5 días a la semana, durante años, suelen vivir entre 5 y 7 años más de media que los sedentarios que no se ejercitan para nada.
¿QUÉ ES LA MUERTE SÚBITA?
Se considera muerte súbita en el deporte (MSCD) aquella muerte por causas naturales (no traumática) de carácter inesperado en una persona previamente sana y en buen estado de salud o forma física, ocurrida durante el ejercicio físico o durante la primera hora posterior (con testigos), o durante las siguientes 24 horas si no los hay. Hay grupos que contabilizan también cualquier fallecimiento durante el ejercicio físico del deportista o fuera de él y también los paros cardíacos súbitos (PCS) recuperados.
¿ES MUY FRECUENTE?
Los datos varían ampliamente según las definiciones anteriores, según el sistema de recogida de casos (hay estudios publicados que detectan los casos de MSD a través de lo publicado en los medios con lo cual la incidencia se subestima claramente), y según los grupos de edad de los deportistas: la incidencia de MSCD aumenta progresivamente con la edad media de los grupos estudiados. De manera que en escolares estadounidenses puede ser de 0,5:100.000/año y entre corredores (43 años de media en los maratones) de 5-6:100.000/año.
Habitualmente, los grupos que más han publicado sobre este tema aceptan que la incidencia MSC en el deporte es de 1:50.000 personas/año. La raza, sexo, tipo de deporte, intensidad del mismo, además de la edad ya comentada, hacen variar la incidencia. Por ejemplo, si uno es varón, de raza negra y jugador de baloncesto, tendrá claramente más probabilidades (1:3.000/año). Es más frecuente en varones que en mujeres, en proporción 9:1; en el grupo de edad de 14 a 35 años (jóvenes) el 40% de los que la padecen tienen menos de 18 años. Finalmente, lo más triste es que en el 80% de MSCD, nunca antes habían tenido síntomas –el fallecimiento repentino es la primera manifestación-.
¿AFECTA MÁS A UNOS TIPOS DE DEPORTISTAS QUE A OTROS?
En el Registro Español de Muerte Súbita en el Deporte, tras la publicación de los primeros 180 casos recogidos, se vio que el fútbol, ciclismo y atletismo son los deportes con más incidencia de MSCD en nuestro país, aunque la falta de unificación de datos y la no obligatoriedad de autopsias sistemáticas hacen difícil la interpretación.
¿CUÁLES SON SUS CAUSAS?
Entre los menores de 35 años, la inmensa mayoría de los fallecimientos se producen por enfermedades hereditarias o congénitas (aquellas en las que ya se nace con el defecto). La causa más común son las enfermedades del músculo cardíaco o miocardiopatías (miocardiopatía hipertrófica, miocardiopatía arritmogénica del ventrículo derecho, miocardiopatía dilatada) seguidas de las anomalías congénitas de las arterias coronarias (nacen del orificio equivocado de la aorta) y de trastornos eléctricos del corazón, indetectables en la autopsia normal, y que engrosan el porcentaje de las SAD (Sudden Arrhythmic Death) o muertes arrítmicas súbitas hasta un 30-35% de las causas según series (Síndrome del QT largo, Síndrome de Brugada, Taquicardia Ventricular Polimórfica catecolaminérgica…)
En mayores de 35 años, la inmensa mayoría fallecen de enfermedad coronaria aterosclerosa (infarto de miocardio) más frecuente como causa cuanto mayor es la edad. La causa última en todos los casos es una arritmia letal llamada Fibrilación Ventricular.
¿SE PUEDE PREVENIR Y SALVAR VIDAS?
Sí, claro que podemos. Los detractores de los programas de screening o detección de estas enfermedades argumentan entre otras cosas que la incidencia es muy baja, 1:50.000, y más vale dedicar recursos a otras cosas. Pero esa no es la cifra a debatir (porque ya están muertos). La cifra a tener en cuenta es que en una de cada 300 personas, jóvenes, deportistas, en las que hacemos un reconocimiento preparticipación (con electrocardiograma), hallamos una enfermedad de las descritas antes potencialmente letal, y en una de cada 100 una anomalía valvular no letal pero que puede darle problemas en el futuro.
El protocolo básico que recomendamos consiste en hacerse una historia clínica completa en busca de antecedentes familiares de muertes súbitas prematuras, exploración física, y un electrocardiograma de 12 derivaciones en reposo (ECG). Si el resultado lo recomendara, se practica ecocardiograma Doppler-Color, si es posible, in situ. Si se necesitaran pruebas más complejas (resonancias magnéticas, TAC, etc.) se remiten a otros Centros. El ECG es fundamental en personas jóvenes pues es capaz de detectar el 90% de las miocardiopatías y trastornos eléctricos, causas mayoritarias de las MSC a esa edad.
En cambio, en mayores de 35 años, la causa más frecuente es la enfermedad coronaria, que no se detecta con un ECG de reposo: en estos casos el programa de screening es el mismo añadiéndose un ECG de esfuerzo si esa persona tiene síntomas o tiene un riesgo cardiovascular alto.
Sin embargo, hay algunas patologías que se nos escaparán con este protocolo, por lo que los especialistas no tenemos duda: deben existir Desfibriladores Externos Automáticos (DEAs) en todas las zonas de entrenamiento deportivo.
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SINDROME DE MUERTE SUBITA EN DEPORTISTAS. INFOGRAFIA + Deportistas con commotio cordis |
La muerte súbita en el deporte
Según afirma el doctor Fernando Dicenta, jefe del Servicio de Cardiología del hospital Nisa Rey Don Jaime de Castellón, la muerte súbita en los deportes que impliquen la carrera es hasta siete veces mayor que en otros deportes. Además, la prevención es lo primero: no valen frases del tipo “hago deporte por hobbie”, “pues yo me siento bien cuando salgo a correr” y derivadas. Hay que realizar un estudio que descarte posibles problemas del corazón relacionados con la práctica deportiva.
No debemos apartar la vista y negar la realidad: aunque nos sintamos bien, otros deportistas como Dani Jarque, Antonio Puerta, De Nigris o Sigmarsson fallecieron por muerte súbita a pesar de ser deportistas físicamente más preparados de lo que podamos estar nosotros. Cierto es que los deportistas tienen un riesgo, aproximadamente, 2,5 veces mayor de sufrir este problema y así lo afirma Javier Cortés, cardiólogo del hospital Vithas Medimar Internacional de Alicante, en el Diario Información.
Siguiendo con el reportaje de este medio, Cortés afirma que la muerte súbita se puede prevenir: “En un 90% de las ocasiones se puede prevenir si realizamos un estudio apropiado dirigido a ello”. Además, afirma que deben ser evaluados “tanto niños, como adolescentes y adultos” que realicen deporte de manera federada o con alto nivel de exigencia. Los motivos principales de la aparición de la muerte súbita son problemas cardiovasculares no diagnosticados: “En niños y adolescentes destacan lamiocardiopatía hipertrófica y arritmogénica del ventrículo derecho, las anomalías coronarias congénitas, la miocarditis, las alteraciones de la conducción cardiaca y el síndrome de Marfan”. Por su parte, en los adultos suele ganar enteros la cardiopatía isquémica.
¿Y de qué modo podemos prevenir la muerte súbita? Una vez hayamos realizado los estudios pertinentes, resultados en mano podremos saber qué cosas cambiar de nuestra actividad deportiva. Con el consejo y diagnóstico de un profesional podemos restringir el ejercicio físico: saber qué podemos realizar y a qué intensidad. Los estudios, según la Sociedad Española de Cardiología y la Europea, pueden consistir en una consulta con historia clínica, exploración física y un ECG basal de 12 derivaciones, junto a un ecocardiograma y una prueba de esfuerzo.
La historia clínica servirá para conocer el estado del deportista, incluyendo los antecedentes familiares; la exploración física se centrará, con mayor importancia, en el sistema locomotor y cardiopulmonar. Por su parte, la ecocardiografía servirá para valorar el riesgo cardiaco asociado al deporte y la prueba de esfuerzo se realizará con monitorización electrocardiográfica continua y controles de la respuesta de la tensión arterial al ejercicio.
En España, según Fernando Dicenta, a partir de los 35 años el riesgo de sufrir muerte súbita aumenta con una proporción de 1/18.000 habitantes, mientras que en edades tempranas las probabilidades son de 1/200.000. Esto nos hace ver que es recomendable realizar un chequeo o revisión antes de comenzar una actividad de manera constante, más si requiere un esfuerzo físico alto o anteriormente hemos tenido un modo de vida sedentario.
Esperamos que este artículo os resulte útil e interesante para prevenir la muerte súbita. En nuestra ortopedia contamos con diferentes productos para complementar la actividad deportiva, con el fin de prevenir lesiones y problemas musculares antes, durante y tras el ejercicio. SI tenéis cualquier duda o queréis saber más sobre nuestros productos, podéis contactar con nosotros a través de nuestro servicio de Atención al Cliente en el correo electrónico info@belibe.es.
Autor: Francisco José Gómez