Trombosis y embolia: conceptos, fisiopatología y variantes especializadas de embolismo
Autor: Dr. Ramón Reyes, MD
Resumen
La trombosis y la embolia constituyen entidades patológicas fundamentales en medicina vascular, caracterizadas por la interrupción del flujo sanguíneo. Mientras la trombosis implica la formación local de un coágulo, la embolia describe la obstrucción distal por un material intravascular desplazado. Este artículo aborda sus mecanismos fisiopatológicos, manifestaciones clínicas y variantes específicas como el tromboembolismo, la embolia grasa y la embolia gaseosa, destacando su relevancia clínica y manejo.
Introducción
La trombosis y la embolia son condiciones potencialmente letales que afectan el sistema vascular, con una incidencia significativa en poblaciones con factores de riesgo como inmovilización, trauma o hipercoagulabilidad. Su comprensión es esencial para un diagnóstico oportuno y una intervención eficaz, dado que ambas pueden derivar en complicaciones graves como isquemia tisular, disfunción orgánica o muerte súbita.
Trombosis
Definición y conceptos básicos
La trombosis se define como la formación patológica de un trombo —un coágulo compuesto por fibrina, plaquetas y elementos celulares— dentro de un vaso sanguíneo, en el sitio donde se origina. Puede afectar arterias, venas o capilares, y su desarrollo está estrechamente vinculado a la tríada de Virchow: daño endotelial, hipercoagulabilidad y estasis sanguínea.
Fisiopatología
Lesión endotelial: Resulta de procesos como aterosclerosis, inflamación, traumatismos o dispositivos intravasculares (p. ej., catéteres).
Hipercoagulabilidad: Puede ser hereditaria (mutaciones en el factor V Leiden, deficiencias de proteína C, S o antitrombina) o adquirida (cáncer, uso de anticonceptivos orales, embarazo, síndrome antifosfolípido).
Estasis o flujo turbulento: Favorecida por inmovilización prolongada, insuficiencia cardíaca o fibrilación auricular.
Manifestaciones clínicas
En la trombosis venosa profunda (TVP), los signos incluyen dolor localizado (predominantemente en miembros inferiores), edema unilateral, eritema, calor local y, en casos graves, flegmasia cerúlea dolens —una complicación rara caracterizada por cianosis y riesgo de gangrena. En arterias, la trombosis puede provocar isquemia aguda con dolor intenso, palidez y ausencia de pulsos distales.
Embolia
Definición y características
La embolia es la obstrucción súbita de un vaso por un émbolo, un material intravascular (sólido, líquido o gaseoso) que se desplaza desde su sitio de origen hasta un lecho vascular distal. A diferencia de la trombosis, el émbolo no se forma in situ, sino que migra a través de la circulación.
Clasificación según el tipo de émbolo
Sólidos: Trombos desprendidos, responsables de embolia pulmonar (EP) o embolia cerebral.
Líquidos: Grasa (postraumática) o líquido amniótico (complicación obstétrica rara).
Gaseosos: Aire o gases disueltos (p. ej., nitrógeno en enfermedad por descompresión).
Manifestaciones clínicas
Embolia pulmonar: Disnea aguda, dolor torácico pleurítico, taquicardia, hipoxemia.
Embolia cerebral: Déficit neurológico focal (pérdida de fuerza, afasia), según el territorio vascular afectado.
Embolia arterial periférica: Dolor súbito, frialdad, palidez y pérdida de pulsos en la extremidad afectada.
Tromboembolismo
Concepto
El tromboembolismo combina los fenómenos de trombosis y embolia: un trombo formado localmente (generalmente en venas profundas de extremidades inferiores) se fragmenta y viaja como émbolo hasta obstruir un vaso distal. El tromboembolismo pulmonar (TEP) es su manifestación más representativa y una causa frecuente de morbimortalidad.
Fisiopatología
Un trombo venoso se desprende, viaja por la vena cava inferior al corazón derecho y se impacta en la arteria pulmonar o sus ramas. Esto eleva la presión en el circuito pulmonar, reduce la perfusión alveolar y, en casos graves, provoca fallo ventricular derecho por sobrecarga de presión.
Presentación clínica
Disnea de inicio súbito, taquicardia, taquipnea.
Hipoxemia refractaria, cianosis.
Dolor pleurítico, hemoptisis (si hay infarto pulmonar).
En TEP masivo: hipotensión, síncope o parada cardiorrespiratoria.
Diagnóstico
Se basa en escalas clínicas (Wells, Ginebra), dímero D elevado, tomografía computarizada con angiografía (angio-TC) y, en casos seleccionados, ecografía de compresión venosa.
Embolia grasa
Definición y etiología
La embolia grasa ocurre cuando gotículas lipídicas ingresan al torrente sanguíneo, típicamente tras fracturas de huesos largos (fémur, tibia, pelvis) o procedimientos ortopédicos. Otros desencadenantes incluyen pancreatitis aguda o liposucción.
Fisiopatología
La grasa liberada de la médula ósea o tejidos adiposos accede a las venas, viaja al pulmón y obstruye capilares pulmonares. Además, la liberación de ácidos grasos libres genera inflamación sistémica y daño endotelial.
Síndrome de embolia grasa (SEG)
Se desarrolla en 24-72 horas post-trauma y se caracteriza por:
Triada clásica: hipoxemia, deterioro neurológico (confusión, letargo), petequias (tórax, axilas, conjuntivas).
Fiebre, taquicardia, disfunción multiorgánica en casos graves.
Diagnóstico
Es clínico, apoyado por hallazgos en TC pulmonar (infiltrados en "vidrio esmerilado"), gasometría arterial (PaO₂ < 60 mmHg) y exclusión de otras causas. Los criterios de Gurd y Wilson son una herramienta diagnóstica útil.
Embolia gaseosa
Definición y causas
La embolia gaseosa resulta de la entrada de aire o gases (p. ej., nitrógeno, CO₂) en la circulación, asociada a procedimientos invasivos (catéteres centrales, cirugía), barotrauma (buceo) o traumatismos torácicos penetrantes.
Fisiopatología
El gas forma burbujas que actúan como émbolos, bloqueando el flujo sanguíneo. En el sistema venoso, causa embolia pulmonar gaseosa; si cruza al sistema arterial (vía foramen oval permeable o shunt), puede provocar embolia cerebral o coronaria.
Manifestaciones clínicas
Disnea súbita, hipotensión, hipoxemia.
Signos característicos: "ruido de molino" (chasquidos precordiales por burbujas).
Neurológicos: convulsiones, coma (en embolia arterial).
Colapso cardiovascular en casos masivos.
Diagnóstico y manejo
Ecografía transtorácica o transesofágica puede detectar gas en cavidades cardíacas. El tratamiento incluye posición de Trendelenburg izquierdo, oxigenoterapia al 100% y, en casos graves, cámara hiperbárica.
Conclusión
La trombosis y la embolia, junto con sus variantes como el tromboembolismo, la embolia grasa y la embolia gaseosa, representan desafíos diagnósticos y terapéuticos en medicina moderna. Aunque comparten la obstrucción vascular como mecanismo central, sus etiologías, presentaciones y abordajes difieren significativamente. La identificación temprana mediante herramientas clínicas y de imagen, junto con intervenciones específicas (anticoagulación, trombólisis, soporte vital), es crucial para reducir su alta morbimortalidad.
Palabras clave: trombosis, embolia, tromboembolismo pulmonar, embolia grasa, embolia gaseosa, tríada de Virchow, hipercoagulabilidad.


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