Microplásticos en infusiones intravenosas: evidencias, mecanismos biológicos y desafíos para la práctica clínica
Resumen
Se ha observado recientemente que las bolsas de infusión, los sistemas plásticos de administración intravenosa (tubos, catéteres, conectores) pueden desprender microplásticos (MPs, “microplasticos”) hacia el fluido infusado, constituyendo una vía directa de exposición al torrente sanguíneo. Esta exposición emergente plantea interrogantes sobre potenciales efectos tóxicos, inflamatorios, de depósito tisular y acumulación orgánica (hígado, riñón, sistema reticuloendotelial). Sin embargo, la evidencia es incipiente: faltan estudios in vivo con diseño clínico, evaluación biodistribucional y evaluación de dosis/riesgo. En este artículo se revisan los principales hallazgos hasta 2025, se discuten mecanismos posibles y se plantean líneas de investigación necesarias y recomendaciones inmediatas para la práctica hospitalaria.
Palabras clave: microplásticos, infusión intravenosa, dispositivos médicos, toxicidad vascular, exposición sistémica.
Introducción
El concepto de microplásticos (MPs) se refiere convencionalmente a partículas plásticas sólidas, insolubles en agua, de tamaño entre ≈ 1 µm y 5 mm, de origen primario (fabricadas directamente en ese tamaño) o secundario (fragmentación de plásticos mayores).
La preocupación por la exposición humana a microplásticos ha crecido en la última década, con hallazgos de estas partículas en aire inhalado, agua potable, alimentos, heces humanas y tejidos (placenta, sangre, etc.). Pero la aportación de dispositivos médicos, especialmente en contextos clínicos con administración directa al torrente circulatorio, representa un vector poco explorado hasta recientemente.
En 2025, la American Chemical Society (ACS) divulgó un comunicado basado en un estudio (Huang et al.) que estimaba que una sola bolsa plástica de infusión podría liberar miles de microplásticos al fluido administrado.
Este descubrimiento obliga a reevaluar la seguridad de materiales plásticos usados en medicina, la normativa aplicable y las implicaciones biológicas de la exposición intravenosa a partículas plásticas.
Evidencia científica
Estudios cuantitativos de liberación de MPs en sistemas de infusión
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Huang et al. / “MPs Entering Human Circulation through Infusions” (2025)
En este artículo, los autores analizaron bolsas de solución salina en envases plásticos (polipropileno) y detectaron partículas de microplásticos en los fluidos filtrados. Estimaron que una bolsa de 250 mL podría aportar alrededor de 7.500 partículas plásticas al torrente sanguíneo si se infunde completamente.
Los tamaños detectados oscilaban entre 1 y 62 µm, con una mediana cercana a 8,5 µm, y la mayoría de las partículas se encontraban en el rango 1–20 µm. -
Casella et al. / “Health Risks from Microplastics in Intravenous Infusions” (2025)
Estudio más reciente que evaluó 29 dispositivos médicos de infusión (de distintas marcas comercializadas en Ecuador, España e Italia).- Detectaron microplásticos en casi todos los dispositivos.
- En envases de vidrio, las concentraciones medibles fueron de 9 a 20 MPs por litro.
- En bolsas plásticas, las concentraciones ascendieron a entre 166 y 299 MPs/L, con predominio de fragmentos y fibras, mayormente < 100 µm.
- Identificaron nueve tipos de polímeros distintos.
- Los autores llamaron la atención al hecho de que marcas que excedían 200 MPs/L podrían representar un riesgo clínico relevante.
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Li et al. / “Characteristics and influencing factors of microplastics released from intravenous medical devices” (2025)
Empleando espectroscopía Raman y espectroscopía de dispersión energética, evaluaron las características físicas y químicas de partículas desprendidas de dispositivos (tubos, bolsas, conectores). Estos autores analizaron factores como presión, tiempo, tipo de material y lavado previo, encontrando que el uso prolongado, fluctuaciones de presión y la composición del polímero influyen en la cantidad de MPs liberados. -
Mou et al. / “Rapid detection of microplastics / nanoplastics directly from medical devices during IV therapy”
Este trabajo metodológico explora un método basado en espectroscopía infrarroja (MSS) para detectar de forma rápida partículas plasmáticas liberadas desde dispositivos durante la terapia IV. Esto apunta a la factibilidad de monitorear en tiempo real la contaminación plástica en soluciones médicas.
Estas investigaciones comparten limitaciones: estudios ex vivo o in vitro, con volúmenes reducidos y sin seguimiento clínico en humanos. Pero constituyen la base científica emergente del tema.
Mecanismos biológicos potenciales y fisiopatología
Para evaluar el riesgo potencial, es necesario considerar los mecanismos por los cuales las partículas plásticas podrían interactuar con el organismo una vez introducidas al torrente circulatorio:
1. Transporte y biodistribución
Las partículas de tamaño micrométrico (< 10–20 µm) tienen posibilidad teórica de atravesar la microcirculación, depositarse en capilares o en parénquimas tisulares. El sistema mononuclear fagocítico (macrófagos del hígado — células de Kupffer — y del bazo) puede captarlas y retenerlas.
La capacidad de una partícula plástica de pasar la barrera endotelial dependerá de su forma, carga superficial, recubrimientos (adsorción de proteínas plasmáticas), tamaño y rigidez.
2. Respuesta inflamatoria y estrés oxidativo
Una vez fagocitadas, partículas plásticas pueden inducir una activación del inflamasoma, producción de especies reactivas de oxígeno (ROS) y citocinas proinflamatorias locales. Esta respuesta podría generar daño localizado en tejidos como hígado, riñón, pulmón, y vascular.
En modelos de exposición ambiental (no intravenosa), se ha observado que microplásticos inducen disfunción mitocondrial, estrés oxidativo, daño al ADN y apoptosis en células expuestas in vitro. Se especula que mecanismos similares podrían operar si se depositan en órganos internos.
3. Liberación de sustancias químicas adsorbidas
Los microplásticos no son solo partículas físicas: pueden actuar como portadores de contaminantes orgánicos persistentes (POPs), metales pesados o disruptores endocrinos adsorbidos en su superficie. La liberación local de estas sustancias en órganos puede agravar la toxicidad.
Además, algunos componentes del plástico (por ejemplo, estabilizantes, plastificantes) pueden lixiviar pequeñas cantidades de monómeros o aditivos.
4. Obstrucción microvascular
En casos extremos, partículas mayores o agregados podrían obstruir capilares finos, generar microtrombosis o disrupción de la perfusión regional. Aunque esta posibilidad es más teórica, debe considerarse especialmente en pacientes vulnerables (con enfermedad vascular, microangiopatías).
5. Eliminación y metabolismo
Hasta ahora no hay evidencia clara de degradación biológica de microplásticos en humanos. Es probable que la eliminación dependa del atrapamiento por macrófagos y su retención en tejidos. Se desconoce el tiempo de vida media de estas partículas en el organismo.
Evaluación de riesgos y vacíos en el conocimiento
Aunque las estimaciones actuales sugieren que decenas de miles de partículas podrían introducirse durante terapias prolongadas (por ejemplo, múltiples bolsas de infusión), el umbral tóxico para exposición intravenosa humana es completamente desconocido.
La escala de daño dependerá del tamaño, concentración, frecuencia de exposición, comorbilidades del paciente y mecanismos de defensa inmunológica.
Los principales vacíos son:
- Ausencia de estudios clínicos con seguimiento a largo plazo en pacientes con infusión frecuente (por ejemplo, nutrición parenteral, quimioterapia).
- Falta de estudios de biodistribución animal que simulen dosis reales de MPs intravenosos.
- Carencia de ensayos de toxicidad crónica, genotoxicidad y carcinogenicidad para partículas plásticas en contexto IV.
- Escasez de normas reguladoras específicas que limiten la liberación de MPs en dispositivos médicos.
- Métodos estandarizados para cuantificar MPs en fluidos médicos (reproducibilidad, límites de detección) todavía en desarrollo.
Implicaciones clínicas y recomendaciones provisionales
Dadas las incertidumbres pero el potencial peligro, resulta prudente adoptar medidas de mitigación inmediata mientras se profundiza la investigación:
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Selección de materiales alternativos
Fomentar el uso de dispositivos médicos fabricados en materiales con menor riesgo de desprendimiento, como plásticos menos propensos a fisuración, polímeros modificados o materiales no plásticos cuando sea viable (vidrio, acero) siempre que los requisitos clínicos lo permitan. -
Filtración intermedia de partículas
Incorporar filtros con poros adecuados (micrones) en líneas de infusión para retener partículas > 1–5 µm, sin afectar el flujo. Esto exige validar que la filtración no altere la composición del fármaco. -
Descartar volúmenes iniciales de infusión
Algunos estudios sugieren que los primeros mililitros que atraviesan las tubuladuras concentran mayor cantidad de partículas. Sería prudente descartar un pequeño volumen inicial (por ejemplo, 5–12 mL) antes de conectar al paciente, especialmente en tratamientos delicados. -
Control de condiciones de almacenamiento y manipulación
Evitar exposición de bolsas plásticas a calor, luz ultravioleta o manipulación vigorosa que favorezca la liberación mecánica de partículas. Huang et al. recomendaban mantener las bolsas alejadas de UV y calor para reducir desprendimientos. -
Evaluación de proveedores y estándares de calidad
Exigir a fabricantes datos de ensayo de liberación de MPs como requisito de validación. Incluir el parámetro "limite de partículas plásticas" en normativas farmacopéyicas y monografías. Casella et al. abogan por incorporar restricciones de MPs en monografías farmacopéyicas. -
Vigilancia clínica y registro de eventos adversos
Crear registros para correlacionar dosis acumuladas de infusiones con posibles efectos clínicos (alteraciones hepáticas, renales, inflamación sistémica inexplicada), aunque el nexo causal será difícil de demostrar.
Perspectivas futuras e investigación prioritaria
Para pasar de hipótesis a evidencia clínica viable, las siguientes líneas son esenciales:
- Estudios animales con modelado de dosis humanas que permitan seguimiento biodistribucional (etiquetado de partículas plásticas con trazadores radioactivos o fluorescentes).
- Ensayos de toxicidad a largo plazo (6–12 meses) para evaluar efectos en órganos, inflamación crónica, fibrosis, disfunción orgánica.
- Estudios farmacocinéticos no convencionales que incluyan medición de partículas plásticas libres en plasma, orina y tejidos.
- Desarrollo y estandarización de métodos analíticos (Raman, FTIR-μ, O-PTIR) para cuantificación de MPs en líquidos médicos con sensibilidad, reproducibilidad y validación interlaboratorio.
- Estudios clínicos observacionales en poblaciones con infusión frecuente (nutrición parenteral, terapias intravenosas prolongadas) para asociación entre exposición acumulada y efectos subclínicos.
- Incremento en la regulación internacional (FDA, EMA, ISO, pharmacopeias) para incluir límites de liberación de MPs en dispositivos médicos.
Conclusión
La evidencia emergente sugiere que las infusiones intravenosas pueden actuar como una vía de exposición directa a microplásticos, con decenas de miles de partículas potencialmente introducidas al torrente sanguíneo durante terapias normales. Aunque no hay, a día de hoy, confirmación de efectos clínicos adversos específicos, el principio de precaución exige actuación: modificación de prácticas hospitalarias, exigencia regulatoria y profundización investigadora. Relevar este nuevo vector de contaminación en la práctica médica es una tarea urgente, pues el uso de dispositivos plásticos en la salud es omnipresente y creciente.
Sin duda, esta frontera científica merece priorización en financiamiento, regulación y vigilancia, para evitar que un elemento hasta ahora “invisible” se convierta en riesgo sanitario reconocido.
DrRamonReyesMD
Referencias seleccionadas
- Huang T., et al. MPs Entering Human Circulation through Infusions: A Significant Pathway and Health Concern. Environ. Health, 2025 (DOI:10.1021/envhealth.4c00210).
- Casella C., Cornelli U., Zanoni G., Moncayo P., Ramos-Guerrero L. Health Risks from Microplastics in Intravenous Infusions: Evidence from Italy, Spain, and Ecuador. Toxics, 2025, 13(7):597. DOI:10.3390/toxics13070597.
- Li B., et al. Characteristics and influencing factors of microplastics released from intravenous medical devices. ScienceDirect, 2025.
- Mou L., et al. Rapid detection of microplastics/nanoplastics directly from medical devices during IV therapy. ScienceDirect, 2024.
- ACS press release: Medical infusion bags can release microplastics, study shows. ACS Discover Chemistry, marzo 2025.


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