Manipular peces puede parecer inofensivo, pero en algunos casos, puede traer consecuencias graves para la salud. Un nuevo estudio publicado en BMJ Case Reports documenta un caso extraño pero alarmante: un paciente desarrolló una grave infección en la piel después de manipular peces Betta sin protección.
La infección fue causada por Mycobacterium marinum, una bacteria que normalmente afecta a peces y ambientes acuáticos, pero que en este caso causó una reacción paradójica en el paciente. Esta es una respuesta poco común en la que la infección empeora de forma inesperada tras iniciar el tratamiento con antibióticos.
A continuación, explicaremos el caso, los síntomas que presentó el paciente, cómo se llegó al diagnóstico y qué medidas se deben tomar para evitar este tipo de infecciones.
El caso clínico: una infección que empeoró con el tratamiento
El paciente, un hombre sano sin problemas previos en su sistema inmunológico, presentó una lesión en la piel de la mano luego de manipular un pez Betta sin guantes. Al principio, la herida parecía inofensiva, pero con el tiempo, se convirtió en una úlcera dolorosa con signos de inflamación.
Al acudir al médico, se le diagnosticó linfangitis ulcerosa crónica, una infección que afecta los vasos linfáticos de la piel. Los médicos iniciaron un tratamiento con antibióticos, pero en lugar de mejorar, la infección empeoró rápidamente.
Este fenómeno se conoce como reacción paradójica, lo que significa que, aunque los antibióticos estaban atacando la bacteria, el sistema inmunológico reaccionó de manera inesperada, provocando una inflamación más severa.
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