10 OCTUBRE 2017
La distancia de seguridad entre vehículos es una separación protectora vital, el ‘escudo’ para evitar una colisión por alcances en frenadas repentinas. Sin embargo, durante 2016, las colisiones traseras y múltiples causaron más de 24.000 accidentes, con 145 personas fallecidas y más de 1.000 heridas graves.
Para evitar un alcance son necesarios, al menos, dos segundos de diferencia entre vehículos, que pueden calcular pronunciando ‘1101, 1102...’ respecto a un punto fijo en la vía. Pero mucho cuidado: dos segundos pueden ser insuficientes ante frenadas muy fuertes, con mal tiempo o asfalto mojado y, en esas circunstancias, habrá de ampliarse a tres o más segundos.
Cuando circulamos por carreteras con un carril por sentido, sin intención de adelantar, también deberemos ampliar la separación frontal, para permitir un adelantamiento seguro al que nos sigue.
En algunos tramos, donde una colisión múltiple puede ser desastrosa, una separación adecuada es aún más necesaria. Dentro de un túnel, por ejemplo, la distancia de seguridad deberá ampliarse, al menos a 100 metros o 4 segundos de intervalo cuando no se pretenda adelantar.
Hacia atrás, la separación también es importante, especialmente en los adelantamientos, donde el conductor debe maniobrar “sin poner en peligro a los vehículos adelantados” y “sin obligar a otros usuarios a modificar su trayectoria o velocidad”, tal y como indica el Reglamento de Conductores.
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